Murió el anciano dictador, o dictador por vía fraterna, y como era de esperar los medios de información y las redes sociales no tardaron en debatir y comparar la Cuba que deja Fidel Castro con la España que dejó Francisco Franco en 1975. Muchos opinaban que la tiranía iguala a todas las dictaduras y que la conclusión ha de ser la misma: dejaron muy mal a ambos países, largo tiempo esclavizados. Pero otros, con la pequeña ventaja de la memoria y de la experiencia propia, no podíamos estar de acuerdo.
Fue interesante el debate, obligatoriamente telegráfico por mor del formato de Twitter, que mantuve con una respetada compañera, la escritora y periodista Gabriela Bustelo. Compartimos algo en nuestro pasado: el regreso a España tras habernos criado fuera, en países democráticos. Ella lo hizo, apenas adolescente, en 1975, y hoy no ve grandes diferencias entre aquella España y esta Cuba: "El simplismo de Twitter: Franco vs. Castro. Al final España tendrá que congratularse por haber tenido 40 años de dictadura. No te fastidia. (...) España era un erial. Mi familia perseguida y paranoica. (...) Nadie se atrevía a hablar con libertad. (...) España en 1975 era una dictadura atrasada, aislada y amedrentada. (...) Un país triste, con NODO, sin televisión, sin prensa, sin voces críticas".
Yo, más viejo, regresé, curiosamente, dos veces a España del mundo exterior, en 1965 para ir a la Universidad y en 1975, ya periodista con experiencia. Y ni siquiera la España de 1965, considerablemente más lóbrega que la de 1975, se parecía a ese retrato. Franco, militar que llevó su país como un cuartel, compartía con tantos dictadores la crueldad despótica -tras el cierre del diario Madrid, se despediría con aquellas atroces ejecuciones de septiembre-, pero era ideológicamente oportunista. Apostando por Estados Unidos y la ONU, y luego reaccionando al fracaso de la autarquía falangista con el traspaso del poder económico a los tecnócratas del Opus y su Plan de Estabilización de 1959 -el año del triunfo de Castro, y cuando España más se pareció a la Cuba de hoy-, dio paso a un mayor bienestar económico, patente en 1965 y más aún en 1975. Y en la Universidad enseñaban Joaquín Ruiz-Giménez, Elías Díaz...
Manuel Fraga nos dio en 1966 un primer atisbo de libertad de prensa, y desde 1968 Informaciones mantuvo una postura liberal y prodemocrática avanzada, con firmas como Joan Fuster o Enrique Tierno. Y dimos mucha guerra. Al morir Franco se publicaron las informaciones y los análisis en nuestras páginas, las del católico Ya, las del monárquico ABC... En La Habana, Granma, y gracias.
España, pese a Franco, estaba preparada para el salto a la democracia. En Cuba habrá que empezar de cero, o casi. El comunismo ha sido bastante peor que el franquismo.
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