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PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

lunes, 31 de marzo de 2014

Directora Museo Memorial denuncia amenazas por parte de defensores Acusado del crimen de Manolo Tavares Justo

Directora Museo Memorial denuncia amenazas por parte de defensores de Ramiro Matos
ASEGURÓ QUE UN SARGENTO DE LA PROCURADURÍA La AMENAZÓ Y QUE ESTÁ EN DISPOSICIÓN DE IDENTIFICARLO
Santo Domingo
La directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), Luisa De Peña Díaz, denunció hoy que hubo amenazas y presiones durante la comparecencia que hiciera hoy ante la Procuraduría General de la República el ex secretario de las Fuerzas Armadas (ahora Ministerio de Defensa), general retirado Ramiro Matos González.
De acuerdo a un comunicado enviado a LISTIN DIARIO, dijo que entre las acciones ejecutadas por los defensores de Ramiro Matos, cita un sargento que trabaja en la Procuraduría, al que afirmó está en la disposición de identificar si así lo considera el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito y la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso.
“Nadie está por encima de ese señor, y a usted la vamos a explotar”, asegura De Peña Díaz que le dijo el sargento, cuyo nombre no pudo identificar debido a que desde que la insultó le dio la espalda y se escondió para que no le tomaran fotos.
Indicó que una señora, que también se encontraba dentro del grupo que esperaba a las afueras de la Procuraduría a que terminara el interrogatorio a Ramiro Matos, cuando el general llegó le voceó que él tenía las manos sucias de sangre, a lo que un acompañante de éste, también general retirado, le respondió que si el grupo se volvía a levantar lo volvían a matar.
“¿Es esa una confirmación del hecho por el que Ramiro Matos es interrogado?”, se preguntó De Peña Díaz, quien consideró que esa respuesta puede arrojar luz sobre el crimen contra los guerrilleros que se levantaron en defensa del gobierno Constitucional de Juan Bosch.
La directora del MMRD se quejó de que el Ministerio de Defensa y la Policía Nacional enviaran un contingente policial de los denominados Swat para proteger al que considera responsable de dar muerte a Manolo y sus compañeros de guerrilla, y que en cambio lo que hacían era “amenazar” a los que demandan justicia para que se condene a los responsables de esos crímenes. 
“El resultado de todo eso nos dirá si estamos avanzando o estamos retrocediendo. Si este es un Gobierno realmente comprometido con la democracia, las leyes, y los derechos humanos o no. Los resultados de eso dirán”, externó De Peña Díaz.
Ramiro Matos fue interrogado hoy por el procurador adjunto Bolívar Sánchez, luego de una querella interpuesta en su contra por los hijos del presidente del Movimiento 14 Junio, Minou y Manolo Tavárez Justo.
Por su parte el Procurador General, Francisco Domínguez Brito, se refirió al crimen de Manolo y sus compañeros y lo calificó como un genocidio y crimen de lesa humanidad y que no prescribe.

Almoina fue asesinado finalmente por Trujillo

Libro describe el drama de José Almoina, entre servir a Trujillo y ser antitrujillista Es la historia desgarrada y desgarrante de un intelectual que no midió las consecuencias de sus actos, que no conocía la naturaleza criminal de Trujillo, que se colocó a su servicio y que en ese juego peligroso, con dinero y poder, confundió la realidad con la ficción 31 DE MARZO DEL 2014 Fausto Rosario Adames/Acento.com.do Portada del libro de Salvador E. Morales Pérez SANTO DOMINGO, República Dominicana.- José Almoina Mateos, exiliado español que vino al país en 1939 junto a muchos otros hombres de conciencia, partidarios de la República, y que eran portadores de las ideas socialistas ¿Fue un traidor de su conciencia cuando se colocó al servicio de la dictadura de Trujillo? ¿Preceptor de Ramfis y confidente de la esposa del dictador, al tiempo de ser secretario particular de Trujillo, sin traicionar su conciencia? ¿Fue deliberada la decisión de redactar un informe confidencial contra Trujillo, o la de escribir un libro titulado Una satrapía en el Caribe, contra el dictador, con datos que sólo un íntimo podría conocerlos? Pues la cuestión fue que Trujillo lo mandó a matar, lo mismo que a Jesús de Galíndez, y lo consigui{o el 4 de mayo de 1960, en México, en donde dos sicarios cubanos lo atropellaron con un automóvil y luego en el suelo le dispararon en varias ocasiones. Sus últimas palabras fueron para identificar a Trujillo como el autor del crimen. La historia trágica de José Almoina Mateos ha sido contada muchas veces, pero ninguna con el interés, la cantidad de información y la independencia política que lo ha hecho el historiador cubano Salvador E. Morales Pérez, que dedicó un largo tiempo a viajar y a recopilar información, obteniendo lo que ninguno de los autores que había abordado el tema había logrado: las fuentes documentales primarias de los descendientes de Almoina, que lo guardaron siempre con celos, pero que conocían de las versiones siempre capciosas de los autores dominicanos, que han considerado a Almoina como un parias que se aprovechó del trujillismo, que sirvió a la dictadura y que en las diatribas del poder encontró la muerte. Del mismo modo en que fue asesinado Almoina fueron asesinados muchos otros que sirvieron a Trujillo, comenzando por el mismo Jesús de Galíndez, o por Ramón Marrero Aristy, porque Trujillo no tenía límites con quienes les fallaban. En un acto desesperado de autoprotección Almoina también escribió un libro laudatorio, ya fuera del país, titulado Yo fui secretario particular de Trujillo. Es la historia desgarrada y desgarrante de un intelectual que no midió las consecuencias de sus actos, que no conocía la naturaleza criminal de Trujillo, que se colocó a su servicio y que en ese juego peligroso, con dinero y poder, confundió la realidad con la ficción y creyó que ser preceptor de Ramfis y ser el amanuense de María Martínez de Trujillo, le pondría en buen resguardo. Esa historia la cuenta el libro de Morales Pérez, publicado por el Archivo General de la Nación en 2009, titulado Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista. En el propio título se encuentra la hipótesis de Salvador Morales Pérez, que desde el principio asume a Almoina como un intelectual antitrujillista. Estudia el caso y justifica las decisiones del intelectual, independientemente de las zonas oscuras que siempre le atribuyó el exilio antitrujillista, y que pese a su asesinato jamás fue reivindicado en la dimensión en que lo fue, por ejemplo, Jesús de Galíndez. Roberto Cassá, director del AGN, escribe en la presentación del libro que Almoina es el autor de dos textos que llevaron la firma de María Martínez, la esposa del dictador: Falsa Amistad y Meditaciones Morales. Con estos dos textos Almoina fortaleció sus posiciones al lado de la familia del tirano, “que eran objeto de la hostilidad de los integrantes de la servil corte tropical. Se le atribuye asimismo la confección de un texto cuasi-oficial acerca de la frontera, La frontera de la República Dominicana con Haití, en momentos en que las relaciones con el gobierno del país vecino atravesaban diferendos tormentosos”. Almoina también escribió dos textos contra Trujillo: Un informe confidencial dirigido a los gobiernos del Caribe con una fuerte crítica al gobierno dominicano por sus actividades de intromisión en esos países. Aunque fue confidencial, el informe fue utilizado contra el régimen de Trujillo como un elemento perturbador para la paz en la región. El otro texto lo publicó con un pseudónimo: Una satrapía en el Caribe, bajo la firma de Gregorio R. Bustamante, y en este libro ofrece detalles nunca conocidos sobre la criminalidad del régimen de Trujillo, sus familiares y las actuaciones de los diplomáticos del régimen en muchas actividades irregulares. Trujillo gastó mucho dinero combatiendo este libro. Lo que dice el libro sobre la familia de Trujillo y sobre el propio dictador aparentemente llevaron a la conclusión de que el autor era José Almoina Mateos. Hubo muchas conjeturas, análisis y trabajo de inteligencia, lo que acorraló a Almoina, llevándolo incluso a escribir un libro laudatorio del dictador: Yo fui secretario de Trujillo, publicado en Buenos Aires. Una vergüenza más, sin que Almoina y su familia tuvieran sosiego. Trujillo se propuso asesinarlo y el crimen se planeó para ejecutarlo en Cuba, y luego en México. El libro de Salvador Morales Pérez tiene la virtud de contar con la documentación íntima de Almoina, que le fuera entregada por los descendientes de éste. Los familiares del intelectual sufrieron la persecución del dictador y también el rechazo de los antitrujillistas. Se fueron lejos, quedaron marginados totalmente de la República Dominicana, y la propuesta del libro de Morales les pareció que representaba una reivindicación de Almoina. Le entregaron parte de sus archivos, fotografías de su infancia y las cartas y documentos íntimos. Confirma que Almoina era Gregorio R. Bustamante, y realiza una serie de análisis sobre la mentalidad y los pensamientos de Almoina. Reconoce el trabajo de los intelectuales dominicanos. Salvador Morales examina una gran parte de la historia del exilio español en Santo Domingo, y todo cuanto se ha escrito, resaltando que Bernardo Vega fue el único que rescató el Informe Confidencial, publicando un resumen de tres páginas de ese documento, que contiene 46 folios. Incluye en este libro el Informe Confidencial íntegro. El autor piensa que hay una deuda de la sociedad dominicana con Almoina. “No es con anécdotas escabrosas que se va a saldar esa deuda, ni con memorias adulteradas de sus metamorfoseados conmilitones que se van a cerrar esos capítulos de la historia dominicana”, dice. Entiende que la valoración tiene que ser justa, lo mismo que la historia, que debe tomar en cuenta las mñas diversas circunstancias de la vida de Almoina. Entiende que ni en la historia dura ni en la ficción se ha hecho justicia con Almoina. Y cita el caso de la novela La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa. “Esa sensación de carencia me asaltó cuando leí la novela de Vargas Llosa. Aún cuando presumía que lo había contemplado todo, gracias a la mano amiga de José Israel Cuello sentí que se habían quedado por debajo aspectos de la gerencia dioctadorial que había podido calibrar mejor por medio de los informes de los diplomáticos acreditados ante su régimen, lo cual será objeto de un próximo libro”. Cree el autor que la sociedad dominicana aún necesita justicia, al menos la perpetua condena moral contra nombres y apellidos claramente expresados, que fueron responsables de los desmanes del dictador. Y que hubo víctimas que quedaron sin reparación moral “y los victimarios de toda laya quedaron absueltos de crímenes impagables”. Sostiene que a José Almoina hay que colocarlo en un lugar diferente al que se encuentra, por sus sacrificios, riesgos, desvelos, porque independientemente de sus equivocaciones, errores o malos cálculos en que hubiera incurrido, “está entre quienes asumieron el mayor riesgo para derribar la ignominiosa dictadura que le había robado a los habitantes de República Dominicana la capacidad de orientar libre y decorosamente sus destinos”. Hay que hacer notar que la única entidad pública dominicana que le negó el acceso a los archivos a Salvador Morales Pérez fue el Ministerio de Relaciones Exteriores, lugar donde primero trabajó Almoina, junto a Jesús de Galíndez, como maestros de la Escuela Diplomática de la dictadura. Lo extraño en el caso de Almoina es que salió de España por la derrota del gobierno republicano y se colocó al servicio de Trujillo, un dictador más cruento que Francisco Franco. En España fue miembro del Partido Socialista Obrero Español en Lugo, Galicia, fue funcionario de correos y desarrolló actividades antifascistas. Llegó al país el 7 de noviembre de 1939, procedente de Francia, junto a su familia y a 273 exiliados que fueron acogidos por la dictadura de Trujillo. El grupo comenzó a desarrollar actividades intelectuales. Su primer descenso moral, dice el autor, fue haber sido asignado como tutor de Ramfis Trujillo, porque esa designación motivó la envidia de muchos paniaguados del entorno de Trujillo “y se le sentó como una trampa explosiva”. Dice Salvador Morales que la infeliz vinculación del maestro gallego con el dictador “dejó una huella lacerante y crónica en la conducta pública y privada del mismo”. Ramfis y María Martínez iban como oyentes a las lecturas y conferencias de Almoina. Y Trujillo lo elevó de posición, designándolo secretario particular suyo. El autor dice que es incorrecto llamar a Almoina hombre de confianza del dictador, y asume que el trabajo que le asignaron que mayor placer pudo darle fue el de la frontera dominicana y haitiana, lo que pudo generar muchos celos de Manuel Arturo Peña Batlle, que era el gran especialista en el tema. El libro cuenta la historia de las relaciones entre María Martínez y Almoina, y sus textos Falsa Amistad y Meditaciones Morales, y no duda que Almoina actuó como amanuense. Pero todo era una falsa y Almoina lo supo y decidió marcharse, se hizo el enfermo diciendo que tenía el bacilo de Koch, tuberculosis, y junto a su familia se fue a México en 1947. En su propio libro con el pseudónimo de Gregorio R. Bustamante, Una satrapía en el Caribe, Almoina se denuncia a sí mismo como un intelectual “miserable e indigno”. De acuerdo con Salvador Morales, haber sido secretario de Trujillo fue una herida a su honor personal, “que le hizo mucho daño a su autoestima, le hizo sufrir en silencio amargando el resto de su vida”. Cree que solo actos como la publicación del Informe Confidencial y Una Satrapía en el Caribe podría “exorcizar las miserias e indignidades que se le habían impregnado en aquel cubil gubernamental”. Dice Salvador Morales Pérez que al terminar de redactar su lobro en nombre de Gregorio R. Bustamante, el autor debe haber sentido “una sensación de desahogo, de alivio, de paz consigo mismo”. Ajusticiado Trujillo, dice el autor, fue descubierto un ejemplar del libro de Bustamante que en su página 93 tenía escrito a mano, presumiblemente por Trujillo, debajo del pseudónimo y del título del libro, el nombre y apellido José Almoina. Almoina se sentía miserable indigno y sabía que tenía sentencia de muerte. Pero de todos modos viajó de México hasta La Habana, donde le tenían una celada para matarlo dentro de la embajada dominicana en La Habana. Se arrepintió a entrar y se marchó a México, pese a que el gobierno dominicano le había pagado los pasajes. Félix Bernardino era el responsable de pasarlo por las armas. El libro, pese al interés laudatorio del autor, es presenta el drama psicológico vivido por José Almoina, sirviendo a un asesino como Trujillo e intentando defender ideas de libertades, que provenían de sus convicciones más profundas y ocultas. Salvador Morales concliye su texto diciendo que “en medio de esa lucha por la sobrevivencia en todos los sentidos que esta se pueda aplicar (Almoina) no sólo dejó un legado de denuncias contra aquellas dictaduras que , amparadas por los Estados Unidos y los supuestos de la Guerra Fría, dejaron deleznables huellas en el alma de los pueblos latinoamericanos, porque también dejó un enorme legado aún sin rigurosa valoración en la cultura de estas sociedades en formación”. El 4 de mayo de 1960, en México, dos sicarios cubanos al servicio de la dictadura de Trujillo acecharon a Almoina cuando se dirigía desde su casa a la imprenta donde trabajaba, lo atropellaron con el mismo automóvil en que días antes habían transportado a su hija a un bar, y luego de atropellarlo, le hicieron varios disparos, "Fue Trujillo, fue Trujillo" lo único que atinó a decir. Al día siguiente fallecía rodeado de médicos y familiares. Fue sepultado en el cementerio español de la ciudad de México.

Monina Solá cómo reír y gozar en un escenario político tenso


A SUS 80 AÑOS ENSEÑA CÓMO SEPARAR LA REALIDAD DE LA IMAGINACIÓN Y UNIRLAS CUANDO ES NECESARIO
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Wendy Santana
Santo Domingo


























Pensar que uno no es uno, sino otra persona en el momento en que le toca vivir pesares políticos, producto del afán de otros de alcanzar el poder a como dé lugar o de mantenerse quitando del medio tantas cabezas como sean una amenaza de “tumbe”, es el antídoto sugerido por Monina Solá para salir a flote.  
Sólo así un actor puede representar un buen papel en una obra de teatro y, solo así en el escenario de la vida se puede tener cabeza para tomar las mejores decisiones en situaciones difíciles, dice esta dama del telón, con 8 décadas vividas de risas y llantos, tramas teatrales y tramas reales.
Ella está sentada ahora en la primera fila del teatro de la vida observando que aunque los tiempos han cambiado y muchas cosas han mejorado y otras han empeorado, las intrigas políticas son las mismas aunque con otros trajes, otros colores y otros sinsabores, como ocurre en el teatro.
Es por eso que piensa que la clave de la vida es la prudencia y la astucia: saber cuándo hay que callar para evitar los errores, llorar para controlar el impuso de acabar con los enemigos, suplicar si necesitas lo que suplicas, “tirar la toalla”, olvidar, empezar de nuevo, reír, gozar o planear cómo quitar al otro para ponerme yo si uno cree que es mejor que el otro.
Doña Monina Solá siempre fue una mujer conservadora, dedicada a su arte dramático, reconocida por la sociedad dominicana y el extranjero como una mujer consagrada a su trabajo, una verdadera artista que por sus estrategias discretas sobrevivió a las tragedias políticas que le tocaron vivir, primero por ser la esposa de un periodista “conspirador” contra el régimen de Trujillo y luego la esposa (durante 30 años) de un militar “en la mirilla de Trujillo” y luego aspirante a la vicepresidencia de la República. 
¿Por qué hay que convertirse en otra persona cuando se está envuelto en una situación que afecta, preocupa, disgusta y pone en riesgo todo lo que uno es? Explica la actriz merecedora de 11 premios y reconocimientos por su talento y dedicación al arte escénico, que es porque cuando uno está envuelto se parcializa, no ve las cosas como son, se pone sordo, obsesivo, mientras que el que está ajeno, aparte del conflicto, ve todo claramente.    
Monina Solá, aquella mujer de temple artístico, alegre y siempre sonriente que se escuchó por primera vez dramatizando en la radio de Petán, (José Arismendi Trujillo, hermano de Trujillo), llamada “La Voz del Yuna” y que operaba en ciudad de Bonao, no quería hablar de política durante la entrevista, sólo de teatro.  
Todas las preguntas sobre su vida al lado de dos personajes envueltos en problemas políticos las evadía y contestaba con otros temas porque se había propuesto no meterse “pa’  lo hondo”. Pero como por arte de magia, o como por arte de la actuación que aún lleva en la sangre, cuando ya la grabadora estaba apagada y ya me iba resignada a llevarme una entrevista sólo sobre teatro, decide contarme todo con coraje. 
En la sobremesa del brindis francés que nos hicieron de vinos y quesos importados no pudo resistir la conversación informal que sosteníamos su primera hija y yo, sobre la vida de su padre periodista asesinado por el régimen, e intervino para aclarar todo como fue la cosa. 
“Sí, hay que decir cómo fue que pasó todo porque tú tienes razón: cómo yo voy a dar una entrevista, la última que voy a dar, hablando solo de teatro cuando en mi vida pasaron muchas cosas y yo he tenido que sufrir, llorar mucho y suplicar cuando he tenido que hacerlo. No ha sido fácil, pero lo que me ha sacado a flote es la astucia. Las mujeres tenemos mucha astucia para conseguir las cosas”, expresó con mucho entusiasmo, y yo volví a encender la grabadora. 
 EN DOBLE VÍA
¿Por qué su primer esposo fue un perseguido político?

Sí, Nelson Peguero. Él era un hombre buenmozo, elegante, le gustaba vestir bien y muy inteligente. Yo me metí en amores con él a los 14 años. Era escritor dramático, escribía novelas de protesta social y era rebelde y por eso se lo llevaron por ahí y le hicieron cuantas cosas quisieron. 
Interviene su hija Rosario Esperanza para completar el dato histórico ....Mataron a mi papá en la época de Trujillo (1957). Él era periodista, trabajaba en el Palacio cubriendo las noticias y lo que sé de él es que le dijo a Johnny Habbes, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM): “Tú tienes que dejar que esa familia salga de aquí”, refiriéndose a unas personas que temían por sus vidas y habían solicitado pasaporte para asilarse en el extranjero, tras haber sido señaladas como enemiga del Gobierno.     
¿Entonces doña Monina, usted fue una viuda del régimen? Bueno, cuando a él lo mataron estábamos separados por cuestiones de pareja, porque él era muy enamorado, pero yo sufrí igual porque era el padre de mi hija y la quería mucho. Cuando ella nació (1952) él estaba ahí en el parto y junto con las demás personas que me fueron a ver, aplaudieron cuando le dijeron que ya nació el bebé y que era una hembra. Aplaudieron como si se tratara de una obra de teatro, como si esa era mi gran obra. 
Rosario Peguero Solá continúa el relato.....Mi papá estaba esperando que lo recogieran para ir al Palacio Nacional a trabajar cuando se lo llevaron a la cárcel de La 40 y allá le sacaron las uñas de las manos y de los pies sólo porque pidió protección a una familia que estaba vedada para irse del país en momentos en que todo el mundo temía por su vida y más dos personas que se habían enemistado con el sistema. Mi tío me cuenta que mi papá tenía en la espalda los bastones marcados de la tortura. Yo tenía cinco años y mi abuela me cargó y me dijo: “Tú tienes que vengar la muerte de tu padre, mira cómo lo mataron y me enseñaba fotos”.  Yo me crie viendo a mi abuela llorando hasta el día de su muerte. Mi papá tenía 38 años cuando lo mataron y durante 10 años en mi familia todo el mundo vestía de negro. Y mi mamá sufrió todo eso también... 
¿Monina, cómo podía usted trabajar sobre un escenario teatral con ese tipo de situación?Nada, callando cuando había que callar, Peguero tenía un hermano, Sócrates Peguero, que pertenecía al Movimiento 14 de Junio y mi esposo también seguía esa corriente porque ambos eran rebeldes. Yo no, yo siempre estuve en mis asuntos del arte y el teatro y aunque sufría no decía nada porque le debía favores al régimen. Fue Petán, el hermano de Trujillo, que me abrió las puertas del éxito en la Voz del Yuna y yo pude desarrollar mi carrera artística y no podía revelarme también. Lo que hacía era que le aconsejaba a Peguero que sea prudente, pero era rebelde y terminaron con él. 
¿Cómo pudo superar usted ese trauma?
Rezando, agarrada de Dios, siendo prudente en todo momento. A mí siempre me respetaron porque sólo actuaba cuando tenía que actuar, en las tablas de un escenario y en la vida misma. Peguero y yo nos conocimos en Radio Televisión Dominicana (RTVD). Tú sabes que Petán fundó la Voz del Yuna en Bonao (1943), luego la Voz Dominicana en la Capital (1950) y después incluyó la televisión (1952), en blanco y negro, eso sí, pero fue un éxito porque todo el mundo veía televisión, nos veía actuando y nos hicimos famosos. Trabajando superé los traumas y sacando la cabeza sólo en lo que me correspondía hacer: la actuación. Es por eso que te digo que la gente lo que tiene que hacer es sólo lo que le corresponde y dejar que el que tiene otro papel, como en el teatro, lo haga. Eso se aplica en todo, hasta en la política. 
Su segundo matrimonio también fue traumático a causa de la política ¿Qué paso en este caso?¡Ay mi hija!, yo no quisiera recordar eso. A él lo metieron preso dos veces y yo lloraba porque tenía hijos pequeños. Luis Homero (que se llama igual que su papá), tenía un mes de nacido cuando apresaron la primera vez a su padre (Luis Homero Lajara Burgos), y Ángel Luis Homero y mis otros dos hijos del primer matrimonio estaban pequeños todos. Él era como un padre para mis dos primeros hijos que ya se habían quedado huérfanos y yo no quería que se repitiera la historia, viuda dos veces. ¡Imagínate!     
Completa la narración Luis Homero Lajara Solá ....Mi papá fue apresado dos veces, primero, tras la muerte de Trujillo en 1961 acusado de conocer de la conspiración que acabó con la vida del “Jefe”, en vista de que era amigo del general José René Román Fernández (Pupo), secretario de las Fuerzas Armadas de la dictadura y Luis Amiama Tió, acusados de planear el crimen y constituir un gobierno cívico-militar para instalarlo cuando derrocaran a Trujillo. Esa vez fue liberado por Ramfis Trujillo que cuando regresó al país después del magnicidio dijo: “Y qué busca este hombre aquí, ¡suéltenlo! que él no es un hombre de eso”. La segunda vez fue después del Golpe de Estado al profesor Juan Bosch porque apareció como Ministro de Defensa en la lista de funcionarios de un nuevo Gobierno y Marcio Mejía Ricart decía que lo iban a matar. Mami se movió rápido y habló con el presidente del Triunvirato, Emilio de Los Santos, pidiéndole que liberara a su esposo, quien por defender la constitucionalidad en el 1963 fue apresado y encerrado por 14 días en una solitaria del Palacio de la Policía, habiendo sido Jefe de la Policía en 1955 y lo entendía una desconsideración. La complacieron, por ser ella una mujer reconocida y que no se metía en problemas, diciéndole: “y aquí hay solitaria. No, suelten a ese hombre”.

Trabajos sobre Trujillo nominados a los Emmy


SANTO DOMINGO.- Dos trabajos de investigación sobre la tiranía trujillista,  realizados bajo la coordinación del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, fueron nominados a los premios Emmy, que entregará la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión estadounidense  el próximo 30 de este mes.
El dato fue revelado por las autoridades del museo, que dijeron sentirse orgullosas  por la iniciativa de la Academia de tomar en cuenta los trabajos de investigación realizados por el periodista Allan Villafaña, de la cadena NBC, Telemundo, Nueva York, dentro de la serie “La Ruta del Chivo”.
Los trabajos nominados son “Horrores de la Dictadura”, nominado dentro de la categoría programa especial “Histórico Cultural”, y “50 años después de la dictadura”, bajo la categoría de “Programa Nostálgico”.
La directora del museo, Luisa de Peña Díaz, dijo que la nominación a los Emmy es una muestra de que las sociedades se están sintiendo comprometidas con que se mantenga viva “nuestra memoria histórica”, indica una nota de la entidad.
El museo envió palabras de agradecimiento y felicitación a Villafaña por la responsabilidad con que desarrolló ambos trabajos de investigación, y le deseó éxitos en tan importante evento.

"Presidente: Los palacios son remanentes nostálgicos de las dictaduras…."

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ACTUALIDAD

Palacios y dictaduras

“Pida, en su intimidad, la serenidad necesaria para ayudarse a sí mismo en su agitado curso de vida, las prisas no son buenas consejeras. Y en vez de ordenar construir de inmediato, ordene concursar de inmediato”



"Presidente: Los palacios son remanentes nostálgicos de las dictaduras…."
Arquitecto Emilio José Brea.Acento.com.do/Archivo














SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El arquitecto Emilio José Brea pidió al presidente Danilo Medine que medite bien la idea de construir un nuevo palacio de justicia, y que en lugr de ordenar que se empiece a levantar de inmediato, disponga un concurso abierto para recibir el mayor número de propuestas posibles.
En una segunda carta del profesional de la arquitectura al gobernante le recuerda que los palacios son remanentes nostálgicos de las dictaduras,  y pone los ejemplos de Rusia, con Stalin; República Dominicana, con Trujillo, entre otros.
En una primera carta, el arquitecto Brea se refirió al empañete que cubre ahora a la Puerta del Conde, lo que generá protestas y rechazo de los arquitectos e historiadores.
A continuación la carta del arquitecto Brea al gobernante dominicano:
Señor Presidente Danilo Medina Sánchez...
Disculpe este otro intento de intromisión en su apretada agenda nacional, pero he leído esta mañana dominical (30-03-2014) que ha dispuesto usted captar con celeridad los terrenos donde se construya, a la mayor brevedad posible, un "Palacio de Justicia".
Los "Palacios" son remanentes nostálgicos de los días de gloria de las dictaduras. Lo fueron en Alemania con Hitler, en Italia con Mussolini, en la desaparecida URSS con Stalin, en la España de Franco y en nuestra República Dominicana con Trujillo.
Pida, en su intimidad, la serenidad necesaria para ayudarse a sí mismo en su agitado curso de vida, las prisas no son buenas consejeras. Y en vez de ordenar construir de inmediato, ordene concursar de inmediato, a todos los arquitectos, para que un ojala que probo jurado, escoja el mejor de los proyectos que participen.
El CODIA, en representación de la sociedad organizada, al igual que la SARD, el CAD y todas las entidades que agrupan a los arquitectos dominicanos, agradecerán el gesto de diafanidad, de limpieza, de pulcra honestidad competitiva. Porque antes de construir, las obras deben diseñarse y a usted, en medio de las atribulaciones presidenciales de tantos y tantos problemas heredados y recién creados, se le ha de haber escapado ese detalle.
Se puede incluso organizar un certamen en donde participen jóvenes arquitectos y arquitectas, correctamente establecido así en las bases, siempre y cuando haya asesorías de experiencia asociadas al proyecto concursante. Hay miles de profesionales sin trabajo, pensando en irse a probar suerte en lo que sea, fuera del país...
Ayudelos, como si fueran productores del agro, ellos también necesitan auxilio. Sus familiares y la sociedad lo agradecerá eternamente y su gobierno se dignificará ante ese ejercicio de idoneidad...
Gracias por su atención Sr. Presidente

sábado, 29 de marzo de 2014

El encuentro de Trujillo y Desiderio Arias en Mao


Publicado el 9:00 am por
e-mail: redaccion[@]elnacional.com.do
Por Angel Berto Almonte









MAO, VALVERDE.-Para entrevistarse con Arias, Trujillo se trasladó al lomo de un caballo a Mao desde la casa de Pedro Chávez en Guayacanes hasta la barca ubicada en el paso de Guayacanes del río Yaque del Norte, en compañía de Manuel Evertz, diputado por el Partido liberal, el general Andrés Molina y el mayor Leoncio Blanco.
Desde allí se trasladaron a la residencia de Agustín Hernández, a la sazón inspector de agricultura de la localidad, donde se verificó el encuentro. Por esta acción Trujillo hizo que el congreso nacional le otorgara, el 26 de febrero de 1937, la condecoración de la «Gran Cruz del Valor». Como paso previo el Ejército había designado una comisión para que indagara, verificara y recomendara sobre los diversos informes que esa entidad había recibido relativos a los «actos de valor excepcionales» ejecutados por Trujillo.
Todos los reportes estaban vinculados a la participación de Trujillo en 1931 a la eliminación de las sublevaciones de Cipriano Bencosme y Piro estrella y a la liquidación del general Arias.
Se omitían, naturalmente, los desmanes cometidos combatiendo a los gavilleros del Este, y ni hablar de la práctica del abigeato y de haber violado tres veces, una de ellas en un campanario de la iglesia, a la joven Isabel Guzmán, de 17 años, en julio de 1919, mientras patrullaba los llanos en busca de gavilleros, hecho por el cual se le sometió ante una Corte Marcial. Y a pesar de existir abundantes evidencias en su contra, una junta de oficiales norteamericanos se negó a condenarlo.4 Treinta años más tarde, el 14 de mayo de 1961, las autoridades de Mao organizaron un grandioso homenaje al déspota, en el cual el señor Manuel Evertz, un antiguo desiderista, presidente del Comité Organizador, le entregó la «Medalla de la Gratitud y el valor», «en reconocimiento a su valor personal cuando, sin escolta alguna, se entrevistó aquí con el sedicioso Desiderio Arias, rodeado de numerosos seguidores”.
Los ideólogos del temprano régimen también aprovecharon este encuentro para poner de relieve los «dotes heroicos del dictador», ponderándolo como una de «sus hazañas más celebradas»:
“… cuando Trujillo, en actitud heroica que habrá de copiar algún día la gesta de algún varón ilustre [...] dejando atrás su Estado Mayor, imperativamente, e internándose en la espesura del
bosque, solo, sin más compañía que su conciencia que nada le reprochaba y su valor legendario, rodeado de salvajes amigos del general Arias, armados y en actitud hostil, se despoja de la pistola y la arroja a distancia, poniéndose a merced de los rebeldes [...] ¿Decidme, si en los anales patrios, ha recogido la historia gesto de tal sentido conciliatoriamente heroico?”.7 Antes del arribo de Trujillo a Mao por toda la ciudad se hallaban esparcidos decenas de militares vestidos de civil, quienes impusieron restricciones a los reconocidos seguidores del caudillo noroestano. Arias recibió a Trujillo con una evidente actitud de disgusto mientras este último se mostraba risueño y le interrogaba sobre las razones de su levantamiento. Arias insistió sobre la violación de los convenios por parte de Trujillo, quien, durante la entrevista, le hizo todo género de promesas al guerrillero, una de las cuales consistió en la adjudicación de nuevas armas a sus seguidores. La mayor parte de las armas entregadas posteriormente poseían algún tipo de imperfección. Antes de finalizar la entrevista, Trujillo le pidió a Desiderio que le presentara a su gente, algunos de los cuales estaban rotundamente opuestos al nuevo pacto entre ambos. Al salir de la casa, Trujillo tuvo un cálido altercado con Salomón Haddad, el Turquito, comerciante y notable miembro del séquito de Arias, quien acusó a Trujillo de ser un traidor.
De acuerdo con algunos testigos de la época, varios de los integrantes del séquito del caudillo, como el propio Haddad, Pin Villamán, Francisco Morillo, se ofrecieron para liquidar a Trujillo, pero Arias era un hombre fiel a la palabra empeñada e incapaz de cometer cualquier acto de perfidia. De acuerdo con el contenido de un escrito de Papito Rivera, el señor Máximo Ares García (Pasito), miembro del Partido liberal, luego de la entrevista de Arias con Trujillo, logró entrevistarse con el caudillo liniero, en la residencia de Salomón Haddad de Mao, para indagar sobre los resultados del encuentro. El legendario guerrillero liniero le reiteró los términos con los cuales se había dirigido a Trujillo:
“Yo no soy su enemigo. Me brindé a darle colaboración a su gobierno, pensando que su gobierno iba a seguir la tradición de respeto hacia la ciudadanía que la República Dominicana había consagrado durante muchos años, pero en su gobierno se están cometiendo una serie de crímenes y yo no puedo permitir que mi nombre se involucre en los crímenes y atropellos que se están cometiendo [...] Esa es la circunstancia que me mantiene un poco alejado de usted [...] Yo no retornaré a la capital de la República”
Al finalizar el encuentro, Trujillo y Arias recorrieron a pie las calles de Mao, aprovechando que en ese momento se efectuaban las fiestas Patronales de la común y luego se trasladaron a la
glorieta del parque de Mao, donde se dieron un abrazo público para simbolizar el fin de las hostilidades entre ambos.
Allí estuvieron presentes el secretario de Arias, Dr. Federico Rojas, quien calificó el abrazo de Arias y Trujillo como «el abrazo de todo Mao» y afirmó que el general Arias no era capaz de pronunciar un discurso brillante pero sí de movilizar una región. Estas palabras, según afirman algunas personas presentes en el acto, al parecer no resultaron del agrado del dictador.
Una vez pronunciados los discursos de rigor, la comitiva se trasladó al club Quisqueya a tomar champagne, luego de lo cual retornaron a la residencia de Hernández para compartir un almuerzo dispuesto para la ocasión. Además de los personajes principales, participaron el Dr. federico Rojas, el Lic. Jacinto B. Peynado, Rafael Brache, Juan I. Rodríguez Jimenes, Juan Tomás Ligthgow, Max Henríquez Ureña y el diputado Manuel Evertz. Al concluir, Arias despidió a toda su gente a trabajar, algunos de los cuales mostraron su disgusto por la actitud sumisa del caudillo. Como resultado del encuentro con Trujillo, el General declaró lo siguiente: “… es necesario que el pueblo sepa que no hay bases ni convenios entre el Honorable Presidente de la República y yo. Nuestra entrevista fue la de dos buenos y viejos amigos en que se tocaron diversos tópicos que no dudo redundarán en beneficio de la reconstrucción nacional, en la cual el Honorable Presidente está vivamente interesado, a tal punto que recabó de mi humilde persona mi opinión y colaboración, la cual gustoso y como ineludible de patrio- tismo le ofrecí incondicionalmente”.
Poco tiempo después de esta memorable entrevista, circuló insistentemente el rumor en Mao de que Trujillo eliminaría al caudillo noroestano. Esto provocó naturalmente la intranquilidad del general manigüero. Lo más probable es que dicho rumor procediera de las propias esferas del poder, es decir que se tratara de una treta del trujillismo para liquidar al carismático líder, quien en realidad no estaba en condiciones de emprender nuevas acciones guerrilleras debido al virtual deterioro físico que padecía, no obstante poseer menos de sesenta años. De acuerdo con informaciones orales que obtuvimos, por mediación de un tercero, Trujillo trató de sobornar al general Carlitos Daniel para que asesinara al general Arias, proposición que este rechazó rotundamente. Privadamente, Daniel afirmó que no tiraba un solo tiro contra Arias.
Los datos que aparece en este escrito, fue cedido a EL NACIONAL por el historiador y catedrático universitario Rafael Darío Herrera Rodríguez.

Partido Dominicano y partido único


Por EDDY OLIVARES ORTEGA
Su lema era “Rectitud, Libertad, Trabajo y Moralidad”, cuatro palabras escogidas con el único propósito de que sus iniciales coincidieran con las de los nombres y apellidos de su fundador y dueño, Rafael Leónidas Trujillo Molina. Esta fue, sin lugar a dudas, una de las primeras señales del culto a la personalidad que caracterizaría a la dictadura.
El general había alcanzado el poder con el apoyo de varios partidos, a quienes el 24 de abril del 1930, desde Montecristi les prometió en su primer manifiesto polític “No hay peligro en seguirme, porque en ningún momento la investidura con que pueda favorecerme el resultado de los comicios de Mayo, servirá para tiranizar la voluntad popular a la cual sirvo en este momento y a la que serviré lealmente en el porvenir”.
Debido a que nunca creyó en esos aliados de coyuntura, el referido documento no fue más que la promesa de campaña de un demagogo militar en busca de la presidencia. Desde el principio de su gobierno quedó configurada la dictadura que siempre planificó instaurar. Consciente de que hasta las más crueles de las dictaduras utilizan los partidos políticos para mantenerse en el poder con algún grado de legitimidad, el 2 de agosto de 1931, un año después de ascender al poder, fundó su Partido Dominicano.
Según narra Max Uribe, el partido fue conformado con voluntarios que no habían pertenecido a los partidos políticos y adeptos procedentes de las antiguas agrupaciones políticas, las cuales, de esa manera, fueron poco a poco eclipsándose hasta quedar completamente disueltas.
Con la inscripción y aprobación del Partido Dominicano por parte de la Junta Central Electoral, el 11 de marzo de 1932, quedó establecido un sistema de partido único totalitario.
Como producto de ello, en el 1942 la República Dominicana tuvo el privilegio de ser apenas el segundo país de Latinoamérica en que se constitucionalizaron los partidos políticos, después de Uruguay que lo había hecho en el año 1934.
En el año 1942, con el propósito de dar una sensación de apertura democrática bipartidista, fue creado el Partido Trujillista que al igual que el Partido Dominicano postuló a la presidencia al dictador Trujillo. En las siguientes elecciones celebradas el 16 de mayo de 1947, con la intención de acallar las críticas de la comunidad internacional, Trujillo montó una farsa electoral, al formar dos partidos más para competir con el Partido Dominicano, a los cuales bautizó como Nacional Democrático y Nacional Laborista. Los candidatos escogidos para hacer el papel de opositores fueron los servidores del régimen, Rafael Espaillat y Francisco Pratts Ramírez. Entre los dos obtuvieron el diez por ciento de los votos válidos emitidos frente al noventa por ciento de Trujillo.
El Partido Dominicano monopolizó durante treinta años la política dominicana y sirvió como aparato de control de la sociedad al servicio de la dictadura.
Para su financiamiento se les descontaba a los empleados públicos el diez por ciento de sus salarios. Pero, la gran riqueza acumulada al momento de su disolución en el 1961, provino directamente de los fondos del Estado. La construcción de sus principales palacios en el Distrito Nacional y 80 edificios en todo el territorio nacional, es una prueba de ello.

viernes, 28 de marzo de 2014

Hoy se cumplen 41 años del vil asesinato de Gregorio García Castro

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ACTUALIDAD

41 años de la muerte de Garcia castro

Juan María Arias Sánchez murió en la cárcel, pero los demás están libres como si nada hubiese ocurrido, debido a una sentencia clandestina, dictada el 20 de octubre de 1980, sin constituir un tribunal, sin juicio oral, público y contradictorio y sin publicidad, en franca violación al debido proceso.



Hoy se cumplen 41 años del vil asesinato de Gregorio García Castro
Gregorio García CastroArchivo/Acento.com.do

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un día como hoy, hace 41 años, fue asesinado en la calle Las Mercedes, de la ciudad colonial, el periodista Gregorio García Castro. Ejecutivo del diario Ultima Hora, columnista y crítico de la gestión del presidente Joaquín Balaguer, Goyito fue víctima de la intolerancia política de la época.
La siguiente es una carta de Aldo García Sánchez, amigo de la familia de Goyito, quien recuerda algunos de los artículos del periodista asesinado:
Señor Fausto Rosario Adames
Director de Acento.com.do
Santo Domingo
Distinguido Fausto Rosario Adames
Después de saludarle cordialmente, escribo estas líneas, porque no quiero que hoy pase desapercibido el asesinato al periodista Gregorio García Castro –Goyito–, quien fue asesinado un día como hoy, pero en 1973. Goyito se opuso a la reelección del dictador Joaquín Balaguer –declarado por nuestro vergonzoso Congreso Nacional como el «Padre de la Democracia Dominicana»–. Así mismo, criticó duramente al gobierno en su columna diaria titulada “En Un Tris” en Última Hora y censuró los asesinatos de Otto Morales, Homero Hernández, Amín Abel Hasbún, Guido Gil Díaz, Andrés Ramos Peguero y Maximiliano Gómez Horacio –El Moreno–.
Un ejemplo de su brillantez periodística, lo podemos encontrar en tres artículos de su columna “En Un Tris”, dedicados al tema de Francisco Alberto Caamaño Deñó. Dijo que quienes celebran la muerte de Caamaño como un triunfo, lo hacen por ignorancia política, poco importa que se haya erradicado ese foco guerrillero, lo que importa es como impacta el foco en la sociedad, y el impacto que tuvo el asesinato de Caamaño fue notorio.
También dijo que es malintencionado, por parte de los voceros que critican que se lamente la muerte de Caamaño y no la de los soldados. Expresó  que «humanamente, la muerte de un héroe y de un simple juandelpueblo es igual, pero su repercusión social no es la misma. Decía José Martí que así como las montañas rematan en picos, los pueblos rematan en hombres. La sociedad es como una colmena, en donde el hombre vale por su ubicación, no por las libras que tenga su cuerpo».
Además, criticó que los periodistas no tuvieran acceso al lugar donde acaeció el levantamiento guerrero, y sobretodo, dio una lección magistral de responsabilidad periodística, señalando que los periodistas tienen la responsabilidad de informar objetivamente, es decir, descripción inopinada de los hechos y de las versiones de los que participan en los hechos. Lo cual no ocurrió en el caso de Caamaño, generando especulaciones, y peor aún, difundiendo mentiras.
Goyito fue asesinado por el segundo teniente de la Policía Nacional, Juan María Arias Sánchez, y a los cabos José Rafael Pérez Pérez y Milton de la Cruz Lemos, pero el verdadero responsable es Joaquín Balaguer, ese discípulo trujillista que silenció a su oposición y que ganó fraudulentamente, al menos las elecciones de 1990 y 1994, y que hoy consideran «Padre de la Democracia» y es el político mejor valorado, según la encuesta Gallup-HOY de abril de 2013, lo cual se explica únicamente por la falta de memoria histórica del pueblo dominicano y la falta de cuestionamiento del relato oficial.
Juan María Arias Sánchez murió en la cárcel, pero los demás están libres como si nada hubiese ocurrido, debido a una sentencia clandestina, dictada el 20 de octubre de 1980, sin constituir un tribunal, sin juicio oral, público y contradictorio y sin publicidad, en franca violación al debido proceso. En el año 2000, el entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, pidió al Procurador General de la República que emitiera un dictamen para que los jueces de la Suprema Corte de Justicia puedan conocer el recurso de revisión elevado por la parte civil, lo cual hasta el momento no se ha hecho, pero Francisco Domínguez Brito, actual Procurador General de la República, comisionó el 16 de abril de 2013 a los procuradores adjuntos Danissa Cruz, Carmen Díaz Amézquita y Ricardo Taveras para que emitan el dictamen.
Esperemos que pronto se haga justicia, no sólo con él sino con todas las víctimas de la dictadura balaguerista.
Sin otro particular, me despido afectuosamente.
Aldo García Sánchez
Amigo de la familia de Goyito


EL MERENGUE Y TRUJILLO

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CUENTO SOBRE LA DICTADURA DE TRUJILLO

COMUNICACION Y PRENSA EN LA DICTADURA DE TRUJILLO

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