BIENVENIDOS

PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

miércoles, 30 de julio de 2014

DE ENCONOS,CORONELES,GENERALES Y GENERALISIMOS .

Por Carlos Báez
El artículo del periodista español Roberto Perez sobre el Coronel Rey D´Harcourt y el hecho que después de muerto su cadáver Franco lo desterrara por más de 30 años de su pueblo, nos trae a la memoria los últimos años del General dominicano Juan Tomás Díaz y el dictador Trujillo.
Aunque en tiempos, hechos, escenarios diferentes y finales distintos, el caso de estos dos militares tiene una cierta similitud, pues nunca fueron perdonados por quienes habían sido sus comandantes en jefe, los dictadores y Generalísimos Francisco Franco y Rafael Leónidas Trujillo.
En el caso de Rey D´acourt su condena incluso llego más allá de su propia muerte. Franco jamás le perdono que el Coronel pusiera su rubrica para la capitulación de Teruel en 1938, aún sabiendo que había pasado muchos días con su ejército haciendo la resistencia y pasando toda suerte de calamidades por el cerco de las huestes Republicanas. "Rey D'Harcourt entendió que nada se podía hacer y que perseverar en la resistencia ante la superioridad de quienes les cercaban no iba más que a multiplicar el derramamiento de sangre. Y finalmente firmó la rendición" Roberto Peres. Luego de un año de cautiverio fue fusilado por los Republicanos junto a más de cuarenta personas que fueron asesinadas ese día cerca de un pueblito de Francia. El dictador Español no excusó a Domingo Rey D'Harcourt ni después de muerto y sus restos fueron desterrados a un lugar donde la familia del militar no podía verlo. Esperaron hasta 1972, para esto, pasaron 30 años para que Franco concediera el permiso de trasladar los restos hasta la ciudad que sus familiares le solicitaban. Al General Juan Tomás Díaz el dictador Trujillo no le perdono varias cosas. Una de ellas fue su actuación con la gente de la expedición del 14 de junio de 1959. Les dio comida, cigarrillos y les mando a quitar las esposas .Igualmente amonesto a un oficial que vio que le dio una pescozada a uno de los del grupo . Trujillo no le perdono que los trato demasiado bien : "Díaz hablo con nosotros de una manera bastante afable". “Usted no tenga temor ninguno. Yo los voy a presentar”. “Nos llevó a Constanza. Allí estaba la gente de la Legión Extranjera. Entre ella, unos cubanos. Vimos a José María Salas Cañizales, al Coronel Chez "El Ungaro", Miguelito "El Niño". Un cubano que era unos de los asesinos más connotados de Cuba. Luego llegamos al Cuartel de Constanza. Allí Juan Tomás cambió de vehículo y nos llevó en un Mercedes hasta cerca de la pista de aterrizaje donde nos recogería un avión. Hasta allí habíamos estado con las manos sueltas sin atar. Entonces se nos acercaron gente de la Legión en una actitud peligrosa. Se molesto y se los hizo saber "Juan Tomás tuvo unas palabras fuertes con ellos: ustedes son una pila de pendejos, los quieren matar aquí mansitos y no se atrevieron ir a buscarlos a la montaña". Palabras textuales de el sobreviviente a los hechos de 1959, Comandante Delio Gómez Ochoa, en una entrevista hecha por Raúl Pérez Peña al Listín Diario muchos años después. “Esta actuación humana y profesional ante prisioneros de guerra, seguro que fue delatada por tumba polvos y chivatos que se encontraban ahí. Igualmente su actitud posterior a esos hechos, por todo lo que pasaba en el país. "Estaba física y mentalmente destruido" Chana Díaz, su esposa. "Cuando Mayobanex Vargas, otro de los sobrevivientes de aquella gesta se entregó, El general Díaz le ordenó acercarse para hablarle. Vargas sintió temor, luego sorpresa, porque el General lo invitó a sentarse sólo con él debajo de un árbol y preguntó por el estado de salud de sus compañeros de guerrilla. La entrevista terminó cuando le dijo: Ya ustedes están listos. A los que vinieron en barco los liquidaron. Al igual que al grupo de Jimenes Moya. En el momento en que decía la suerte de los compañeros de expedición (Mayobanex) tuvo la impresión de que el General Díaz se iba poniendo triste”. Libro Constanza, Maimón y Estero Hondo, Anselmo Brache.
De todo esto Trujillo se tuvo que haber enterado y no se lo perdono, como tampoco que familiares de él se asilaran en la Embajada de Brasil en 1960. El General Juan Tomas Díaz fue cancelado, pero Juan Tomás tenía también su encono con Trujillo, no por esto, si no por todo las barbaridades que pasaban, venía desde 1958 conformando fuerzas para enfrentar la dictadura. En medio de los hechos del 14 de junio en que casi doscientos hombres en su mayoría jóvenes perdieron la vida, no sin antes vejarlos y torturarlos. " ya contaba con una brigada y media a su favor, pero consideraba, que con esas fuerzas pírricas, era un suicidio enfrentarse a Trujillo" Conversación privada con Tomas Báez Díaz,luego de los hechos del 14 de junio de 1959. Las muertes de alrededor de doscientos hombres en esa contienda desigual, le indignaron y desmoralizaron, es de imaginar su encono con la cruel matanza de los “Panfleteros” de Santiago, los de la rebelión de los sargentos, lo de las Hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz. El resultado fue que el 30 de mayo de 1961, Juan Tomas Díaz fue uno de los artífices de la conjura que terminó con la vida del Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo y esto dio al traste con la férrea dictadura que por 30 años sufrió la República Dominicana. Díaz, junto a Antonio de la Maza, otro de los principales conjurados, murieron peleando y enfrentados a tiros a los sicarios de Trujillo. Los cadáveres de ambos, como los de muchisimos más, nunca aparecieron .Sus familiares no tienen dónde ir a rezarles, ni prenderles unas velas. Siete meses después del ajusticiamiento, al igual que como quiso el Generalísimo Franco con el cadáver del Coronel D'Harcourt, el del Generalisimo Trujillo fue desterrado.
Luego de estar en la cajuela de un carro, dar muchas vueltas por múltiples lados, finalmente fue desterrado a otro país,y así estuvo por años en el cementerio Pierre Lachaise de París, hasta que fue trasladado al de Almudena en Madrid y luego al del Pardo en la misma ciudad, donde también reposan los restos de Carmen Polo, esposa del Generalisimo Francisco Franco. Cincuenta años después sus familiares como parte de un proyecto político que intentan y que incluía, e incluye tergiversación, revisionismo peyorativo de la historia, museo y rescate de bienes, intentaron que sus restos volvieran a su país de origen, pero su petición no tuvo éxito a nivel legal. Desde hace mucho tiempo ya, y hoy a cincuenta y siete años del ajusticiamiento del tirano, a los expedicionarios del 14 de junio se les considera “La Raza inmortal” y a la gente del 30 de mayo se les cataloga de Héroes.
Hoy se debate en España sacar a Franco del Valle de los Caídos y aun no se sabe cual sera su paradero.

¡La patria! ¿Cuál patria?

Por ROSARIO ESPINAL rosares[@]hotmail.com
La República Dominicana es un país de patriotismo muy distorsionado. Juan Pablo Duarte, inspirador de la independencia, fue desterrado y murió en el exilio. El infortunio recayó también sobre sus principales acompañantes en la gesta independentista. A todos los eliminaron en nombre del bienestar de la patria. Luego, Pedro Santana, Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Rafael Leonidas Trujillo y Joaquín Balaguer (todos tiranos o tiranitos) se erigieron en “guardianes” de la patria, incluso para anexarla. En la Era de Trujillo, quienes hablaban de libertad iban al exilio o a la cárcel, y quienes luchaban por la libertad eran asesinados en nombre de la patria. Después de 1975, Balaguer bajó la represión y amplió la corrupción y el clientelismo. Todavía vivimos en esa patria, donde ahora, para colmo, abunda la delincuencia de todo tipo que consigue más adeptos cada día. Pero amamos esta patria, el barrio que nos vio crecer, el sol picante, o el mar azul retinto que se expande hasta el infinito. Como amantes de esta patria, muchas veces confundimos la gimnasia con la magnesia, y en eso andamos. La Sentencia TC 168-13, emitida por el Tribunal Constitucional, desató lo peor de nuestra patria. De un plumazo, el Tribunal quiso eliminar todo derecho de nacionalidad a miles de seres humanos nacidos y criados en territorio dominicano, cuyo pecado es ser hijos de inmigrantes indocumentados. Por ser pobres, negros y marginados, los que concibieron esa Sentencia creyeron que todos nos quedaríamos callados; y si alguna duda cabía, ahí estarían los “guardianes” de la patria para declarar traidor al que discrepara. Que quede claro, el propósito de la Sentencia 168-13 fue ilegalizar a todos los nacidos en territorio dominicano hijos de inmigrantes indocumentados, aun tuvieran acta de nacimiento emitida por el propio Estado Dominicano; y la inmensa mayoría es de origen haitiano. Como he escrito muchas veces, en República Dominicana hay una gran cantidad de inmigrantes indocumentados haitianos porque los gobiernos dominicanos permitieron su entrada para la explotación laboral en plantaciones de azúcar, arroz, café, guineo y plátanos, en la construcción de edificios, calles, túneles, elevados, y también, el Metro de Santo Domingo. De esa mano de obra barata se han beneficiado muchos empresarios y el gobierno sin mirar las consecuencias sociales problemáticas. Ahí está la raíz del problema. La Ley 169-14 y su reglamento han hecho un poco de justicia ante la injusticia de la Sentencia 168-13, al reconocer la validez del registro civil de los descendientes de inmigrantes indocumentados nacidos en territorio dominicano que tenían acta de nacimiento, y abrir un mecanismo temporal para que los sin papeles nacidos aquí puedan registrarse como extranjeros y posteriormente solicitar la nacionalidad. Pero los “guardianes” de la patria insisten en la fabulación. Dicen que vendrán autobuses llenos de haitianos a solicitar la nacionalidad dominicana, que llegó la fusión. Nada de eso. La Ley 169-14 abre una ventanilla de 90 días para que los nacidos y criados en este país de padres indocumentados tengan la posibilidad de regularizar su estatus civil. El riesgo de la Ley 169-14 no es la fusión de la isla, sino que muchos descendientes de inmigrantes indocumentados nacidos y criados en República Dominicana, no puedan registrarse en 90 días porque viven sumidos en la pobreza. En esta disputa sobre la Sentencia 168-13, lo que ha quedado claro es que para los “guardianes” de la patria, el poder, los puestos, las papeletas y la política del miedo tienen supremacía sobre la patria de derechos. Así ha ocurrido siempre desde que desterraron a Juan Pablo Duarte, supuestamente, por ser un traidor de la patria.

Julia Álvarez, el relato de la capacidad humana de resistencia frente a la opresión

Homenaje de Barack Obama en la Casa Blanca a la obra literaria de Julia Álvarez que explora temas de la identidad, la familia y las diferencias culturales, y el profundo amor a la libertad. EL HOMENAJE DE OBAMA Reconocimiento de Barack Obama a la personalidad, la obra literaria y el coraje de Julia Álvarez en el acto, en la Sala Este de la Casa Blanca, al que asistió también Michelle Obama, de la entrega de las Medallas Nacionales de las Artes y Humanidades. De forma muy especial y brillante -en una generación que cuenta hoy con Junot García-, Julia Álvarez representa con fuerza la pertenencia a dos mundo, Estados Unidos y el Caribe, la República Dominicana. "Cuando me preguntan qué me convirtió en una escritora, apunto a la impactante experiencia de venir", dijo Julia Álvarez. "Sin entender el idioma, tuve que prestar mucha atención a cada palabra, un gran entrenamiento para un escritor. También descubrí el acogedor mundo de la imaginación y los libros", escribió como confesión íntima de su experiencia. En una obra extensa, destacan How the García Girls Lost Their Accents (De cómo las Chicas García perdieron su acento); A Wedding in Haiti (Una boda en Haití); y, sobre todo, In the Time of the Butterflies (En el tiempo de las mariposas). En esta última obra, Julia Álvarez narra la vida de las tres hermanas Mirabal durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y su decisión de asumir un compromiso político. Fueron perseguidas y encarceladas. Su familia sufrió las represalias del Servicio de Inteligencia Militar. Finalmente Trujillo decidió su asesinato. En el acto en la Casa Blanca -en el que también fueron galardonados la cantante Linda Ronstadt y el fundador de DreamWorks, Jeffrey Katzenberg-, Barack Obama destacó de forma especial la personalidad de Julia Álvarez. "En poesía y en prosa, Julia Álvarez explora temas de la identidad, la familia y las diferencias culturales. Ilustra la complejidad de navegar entre dos mundos y revela la capacidad humana para la resistencia frente a la opresión", dijo Barack Obama. Julia Álvarez -poetisa, novelista, y ensayista- nació en Nueva York. A los tres meses se trasladó a la República Dominicana y a los diez años regresó a los Estados Unidos, donde actualmente reside. En el tiempo de las mariposas -excelente novela llevada al cine- trazó con enorme fuerza literaria lo que significó la saga de las Hermanas Mirabal. Mario Vargas Llosa, en La fiesta del chivo, retrató ese cruel momento político. Las nuevas dictadura en el Caribe y Centroamérica no son hoy militares sino las del crimen organizado, la infiltración de los narcos y la extorsión y el poder de las maras. Precisamente nunca como hasta ahora -asunto destacado por Hechos de Hoy- surgió una emigración masiva de menores a Estados Unidos para huir del cáncer de estas lacras.

martes, 29 de julio de 2014

Sopla viento trujillista

Por FRANKLIN GUTIÉRREZ fralgu[@]gmail.com Hace ya un buen tiempo que Luis Ramfis Domínguez Trujillo, hijo de Angelita Trujillo y nieto del dictador RefaelLeonidas Trujillo Molina, exhibe en eventos públicos y privados su interés de revivir el trujillismo en la República Dominicana. Ahora acaba de hacer público la constitución de una agrupación denominada Movimiento Esperanza Nacional, la cual, según él, agrupará a “dominicanos preocupados por el porvenir de nuestra abatida nación, que debe ser dirigida nuevamente hacia la restauración económica y el bienestar del pueblo, mediante la disciplina y transparencia en la administración pública”. Sobra decir que el Sr. Domínguez Trujillo no está ofertando nada diferente a las propuestas de otros políticos que han aspirado o han dirigido la República Dominicana. Pero su facilidad expresiva y su conocimiento de ciertos capítulos de la historia criolla, que él cuenta acorde con sus objetivos y acomoda a su manera, están obrando a favor. A tal extremo que muchas de sus declaraciones públicas y escritos en la prensa dominicana y estadounidense están persuadiendo a sectores de la sociedad dominicana que ven en el retorno de la Era del Jefe la posibilidad de erradicar la descomposición social que hoy corroe al pueblo dominicano. Obviando que el Sr. Domínguez Trujillo es de nacionalidad norteamericana, lo que le impediría gobernar un territorio foráneo y, además, la existencia de leyes que castigan la propagación del trujillismo en territorio quisqueyano, él, como hombre pensante nacido, criado y educado en un sistema democrático, tiene derecho absoluto a volar y soñar hasta donde sus alas y su imaginación se lo permitan. Los sueños, como bien escribió el prolífico dramaturgo español Calderón de la Barca, sueños son. No basta con despotricar contra el Sr. Domínguez Trujillo señalándole que la sangre manchada del abuelo que corre por sus venas lo haría actuar repugnantemente como éste. Eso es fanatismo político extemporáneo. El asunto es más profundo, los dominicanos no debemos olvidar que los pueblos jamás deben sepultar su memoria histórica ni permitir bajo ninguna circunstancia el retorno de un régimen oprobioso que sometió a un pueblo completo a las más humillantes y nauseabundas vejaciones. Por la inalienabilidad que trae consigo el derecho de expresión que le asiste a cada ser humano, permitámosle al Sr. Domínguez Trujillo caminar libremente por donde mejor le plazca, pero hagamos que su voz tenga la misma audiencia que Segismundo, ese monologuista calderoniano que cuando se percató de que nadie lo escuchaba, gritó: “Ay, mísero de mí”.

sábado, 26 de julio de 2014

Anécdotas del Dictador Trujillo



Este cuadro titulado "Merengue", por su autor Jose Vela Zanetti; provoco una iracunda reacción del Dictador Trujillo, y por supuesto, el exilio del pintor.

"Quien le dijo a usted que los haitianos bailan merengue !Carajo?; esa gente baila Ga Ga!!; le increspo el Tirano.

-- !Ese cuadro no es de haitianos, Generalísimo!

--!y quién le dijo a usted que nosotros somos prietos?

!imaginen en la difícil situación a que se vio sometido uno de los pintores mejor cotizado que haya pisado tierra dominicana.

Es una de las tantas anécdotas de Trujillo, que ponen los pelos de punta.

Acá debajo reseñamos la historia que nos comentara un querido amigo acerca de esto:

"Esa anécdota se la comenté una tarde al extinto presidente Balaguer; y me dijo: que el exquisito pintor salió sudando de pies a cabeza!! Totalmente aturdido; y como caminando sobre el aire!!" O.V.

"La vida de cualquier ser humano dependía del estado de ánimo del hombre más poderoso de la historia dominicana" JB

"todos los que servimos cerca de Trujillo, sabíamos que en cualquier momento; corríamos el riesgo de poner el pescuezo, al servicio del régimen". JB

Arquitectos en la era de la T


    Por Jose del Castillo
Mercado Modelo
L a Era de la T se caracterizó por una dinámica extraordinaria de la construcción, originada en su primera fase por la urgente necesidad de reconstruir la ciudad de Santo Domingo desde sus escombros, devastada tras el paso del ciclón de San Zenón en 1930 -motivo escogido por los alabarderos del nuevo régimen para auspiciar en 1936 el cambio de su denominación por la de Ciudad Trujillo. Pero además, sus décadas posteriores vieron erigirse múltiples proyectos de carreteras, caminos vecinales, puentes, puertos, parques, planteles escolares, hospitales, mercados públicos, mataderos, edificios administrativos nacionales, provinciales y municipales, hoteles y centros recreativos, fortalezas militares y recintos policiales. Las mansiones del "Ilustre Jefe" y su familia, monumentos conmemorativos, la Ciudad Universitaria, la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, la Feria Ganadera, así como los emblemáticos locales del "glorioso" Partido Dominicano, una verdadera maquinaria de control político, socialización ideológica y movilización popular.
Aparte, funcionó la dinámica privada en el levantamiento de residencias, comercios, industrias y empresas de servicio, en las cuales también participaría T y sus asociados con grandes tajadas, en algunos casos monopolizando sectores de la economía. Junto a la infraestructura que se multiplicaba por la geografía nacional articulándola, se iban tejiendo las redes del Estado Benefactor que su pupilo más ilustrado y eficaz ampliaría posteriormente en sus 22 años de hegemonía política. Durante otro ciclo gubernativo que abriría las puertas del poder a la imaginación creativa de arquitectos soñadores y a la efectividad operativa de ingenieros experimentados. En la Era de T, el arquitecto formado en París Henry Gazon Bona (una personalidad multifacética que dominaba con gracia la música y las artes plásticas), el ingeniero industrial mecánico italiano Guido D'Alessandro, el ingeniero arquitecto Humberto Ruíz Castillo, los hermanos Leo y Marcial Pou Ricart, los tres últimos egresados de Bélgica, se destacarían en la realización de importantes edificaciones institucionales.
Henry Gazón -cuyo padre George Louis, galo codueño del Hotel Francés, lotificó en los años 20 terrenos que bordean la Ave Francia y llegan hasta la Galván- levantó un conjunto de obras propias en ese sector que marcan claramente su estética. La sin igual Casa Vapor que mira con su proa hacia el Este, enclavada sobre el farallón en la Francia con Dr. Delgado, navegando sobre la silueta de las olas ondulantes que forman la cerca de la marquesina. Su residencia compartida con Evangelina Cabral Pellerano y su descendencia Henry y las mellizas Jocelyn y Marcelle, frente a la cual nos situábamos los muchachos del barrio simplemente a soñar. Contiguo el taller oficina que luego ocuparían los arquitectos e ingenieros Reid Cabral. Y sobre la Galván un edificio residencial de concreto armado de dos plantas en el cual vivió la familia Schotborgh.
De su talento salió el diseño del hermoso Mercado Modelo de la Mella, el Matadero Industrial, cuarteles policiales, los letreros comerciales de neón de la calle El Conde en 1940, el Hotel Matum y el Monumento a la Paz de Trujillo en Santiago. El local principal del Partido Dominicano en el Malecón (junto al Ing. Rafael Bonnelly, hoy sede del Ministerio de Cultura) y otros recintos similares en las provincias. Internado Sagrado Corazón, Colegio Musical, Hotel, Residencia Campestre Borinquen de RLTM, en San Cristóbal. La mansión de T en Elías Piña, la de Cucusa Álvarez Sánchez en Pasteur con Santiago. Su interés por la plástica quedó plasmado en tres murales realizados por él en el Parque Infantil Ramfis. Como otros profesionales que participaban en las obras del régimen, fue asimilado al Ejército Nacional con rango de mayor. En los 50, Gazón cayó en desgracia con T y se radicó en Estados Unidos, continuando su carrera. Nacido en 1909, falleció en 1983 en Montreal.
Guido D'Alessandro (1895-1954) vino al país en 1927 y casó tres años más tarde con Carmen Tavárez Mayer - hija de Isabel Mayer, influyente figura política del régimen, era hermana paterna de Manolo Tavárez Justo y madre de Armando, Yuyo, Niní, Aldo, Carmen. Había hecho carrera militar en Italia y fue incorporado al EN como capitán, formando la Compañía de Zapadores, en la que destacarían oficiales como Ramón A. Caro Brito y Manuel A. Diprés, la cual tomó a su cargo la ejecución de un programa de edificaciones militares. Así, D'Alessandro aparece ligado a la construcción de las fortalezas de Monte Cristi y San Cristóbal, el Hospital Militar Dr. Marión, un Edificio Escolar en San Cristóbal y a la ejecución de los planos del Mercado Modelo. Diseña, ya con rango de mayor, la residencia del coronel Héctor B. Trujillo M. en la avenida George Washington, otra a éste, ya general, en la Dr. Báez 6, en 1940. Asimismo la del teniente coronel Charles McLaughlin en la Dr. Delgado, quien sería el suegro de Héctor Bienvenido al éste matrimoniarse con su hija Alma.
En cuanto a instalaciones industriales, figurarían en su haber la fábrica de aceites de la Sociedad Industrial Dominicana, Sacos y Cordelería, en la Máximo Gómez, la Fábrica Nacional de Vidrio en San Cristóbal, todas operaciones que llevaban el sello de la T. Otras edificaciones institucionales serían la Corte de Apelación de S. Cristóbal y el Palacio Nacional, una pieza magistral erigida en la colina de San Carlos sobre los cimientos de lo que fuera Receptoría General y luego Mansión Presidencial. La villa preferida de T, en su Hacienda Fundación, la Casa de Caoba, es obra en la que concurrió el ingeniero D'Alessandro.
Como una cruel paradoja que él no vivió para sufrirla -pero sí sus familiares y los que fuimos sus amigos de barrio-, su hijo Aldo perdió la vida en el centro de torturas de La 40, mientras Yuyo -concuñado de Ramfis- escapaba de las garras criminales disfrazado de turista en un crucero italiano que hizo escala en el puerto del Ozama. Un ser humano extraordinario que quise como a un hermano mayor, fundador junto a su tío Manolo, Leandro Guzmán y las hermanas Minerva y María Teresa Mirabal, del movimiento clandestino 14 de Junio, y líder generoso del socialcristianismo criollo.
Los hermanos Leo (1905-76) y Marcial (1908-65) Pou Ricart, ambos egresados como arquitectos ingenieros de la Escuela de San Lucas en Bélgica, formaron una dupla que descolló ya individual o en pareja, ya asociados a otros profesionales como Samuel Conde e Ignacio Guerra, como sucediera para construir el Instituto Agrícola Nacional de San Cristóbal. O con ingeniero Virgilio Pérez Bernal para el Edificio del Congreso en el complejo de la Feria de la Paz, en cuya conceptualización participaron. Un su bitácora figuran la Facultad de Odontología de la Ciudad Universitaria, el Hospital Dr. Morgan, el Hospital Antituberculoso, el Instituto de Señoritas Salomé Ureña de la Padre Billini y su anexo, la Normal de Varones Presidente Trujillo (Liceo Juan Pablo Duarte) y el Estadio de Béisbol Profesional adjunto. En Santiago, el rediseño del antiguo Manicomio para la Escuela Normal y el Palacio de la Gobernación, en asociación con el ingeniero Mario Penzo.
Diseño urbanístico y ejecución de obras en Jimaní. El Mercado de San Juan de la Maguana. Las oficinas de Correos, Telégrafo y Obras Públicas de S. Cristóbal. Remodelación de la Cámara de Diputados y del Parque Independencia. Edificio de la Secretaría de Agricultura en la México, primera de tres unidades gemelas, en una de las cuales -haciendo esquina con la 30 de Marzo- operaría el temible y siniestro SIM en las postrimerías del régimen.
Un amplio inventario de residencias completa su quehacer. Como el chalet de la señorita Urania Montás en la Dr. Delgado, el de Altagracia Ozema González en la 30 de Marzo y el de la Sta. Elvira Barletta G. en la José Contreras. La casa de la familia Saviñón Trujillo en la Calle 7 (hoy Rafael Augusto Sánchez de Naco), ocupada por el Colegio Luis Muñoz Rivera. Las residencias del coronel Leyba Pou en la Pasteur y del general Federico Fiallo en la avenida Independencia, quien fuera jefe del Ejército y de la Policía, suicidándose allí ante la inminencia de la llegada de una turba vengadora movilizada tras la salida de los T.
Otros arquitectos e ingenieros contribuyeron en esta etapa, cuya huella quedó estampada en Santo Domingo y otras ciudades, como Ruíz Castillo, Trene Pérez Garrido, Alexis Licairac, motivo de próximas entregas. Antes de cerrar, una fe de errata registrada en la columna anterior. Por error en la lectura de la firma del arquitecto Juan Bautista del Toro Andújar (1892-1953), quien se identificaba en los planos de sus proyectos firmando en cursivas J.B.Toro A., que en su grafía se confunde con las empleadas por el arquitecto José Antonio Caro Álvarez (J.A. Caro A.), obras del primero fueron adjudicadas por quien esto escribe al segundo. No así figura en el inventario de la monumental Arquitectura Dominicana 1906-1950, libro en dos tomos del ingeniero Enrique Penson Paulus, que me ha servido de fuente. Así, la Farmacia Caridad, el Edificio de Raúl Navarro, la casa de Abigaíl Coiscou, la de Miguel Ruíz en la Santomé, y el Edificio de Duarte con Fco. Henríquez C, deben restarse a Caro y sumarse a Toro. Este último construyó, además, la casa de comercio levantada en 1934 en la Avenida Capotillo (Mella), propiedad del señor José Bosch, quien traía manteca desde el Cibao para su venta, empleada entonces en la cocina criolla. Era el padre de Juan Bosch y sus hermanos. Un hombre de trabajo, como tantos peninsulares que dejaron sus huesos en esta tierra.

viernes, 25 de julio de 2014

Guerras bestiales

Por SEGUNDO IMBERT BRUGAL
Recorriendo parajes y aldeas, paisajes de ignorancia y hambre, las guerrillas africanas cortan manos, cabezas, despedazan, arrasan, y violan. Degustan barbarie en nombre de líderes, dogmas, y nacionalismos. Da lo mismo. Son actos de una espantosa y rotunda animalidad.
Cuando se mezcla analfabetismo, desesperanza y fundamentalismo, el resultado es un coctel tenebroso capaz de entorpecer cualquier intento civilizador, de regresarnos al Neanderthal. Rellenar cerebros huecos con ideales deformados es crear fieras devoradoras de enemigos.
Ahora bien, si vemos similar comportamiento en personas educadas, miembros élite del más eficiente y sofisticado ejército del planeta, el israelí, resulta difícil comprender el desafuero. Quedé estupefacto y confundido con las imágenes atroces de dos soldados de ese ejército golpeando desenfrenadamente a un adolescente, y arrastrando prisioneros por las calles de Palestina.
Tanto ensañamiento y tanto sadismo en jóvenes poliglotas, y de excelente formación académica, nos pone a pensar en la bestia. Esa que llevamos dentro. Esa que suele escaparse con demasiada frecuencia en cualquier hábitat del “homo sapiens-sapiens”; la que al menor descuido manda al carajo al “sapiens”, y se suelta exhibiendo sus peores instintos animales.
Israel es paradigma de organización, democracia, cultura, ciencia, amor filial y generosidad internacional. He convivido con judíos toda mi vida, aprendiendo de esa inteligencia y laboriosidad que les caracteriza. He sido testigo de una solidaridad comunitaria sin límites para con los suyos; sus millonarios contribuyen con enorme sumas de dinero dirigidas a lograr la excelencia en sus hospitales e instituciones académicas, beneficiando al pueblo de Israel y a sus descendientes. No puedo dejar de admirarlos, aunque de un tiempo acá me vengan confundiendo.
¿Qué les ha sucedido últimamente? Me desconsuela pensar que lleguen a confundirlos con desaforados y prehistóricos jihadistas, de esos que conocen de un solo libro, y no lo entienden. Mucho menos con la Gestapo. Haber sufrido persecuciones, expulsiones, expropiaciones, discriminaciones, exterminios masivos, para finalmente encontrar la “tierra prometida” y convertirla en una nación capaz de hacer florecer el desierto, no es cualquier cosa. Merecen la paz.
Sin embargo, entre ellos también campean los extremistas de la Tora, radicales prejuiciados, fundamentalistas de sus credos; de los que no aceptan diferencias ni negociaciones. Se sienten escogidos por Dios con carácter de exclusividad, igual que musulmanes y católicos. Y en su tiempo Hitler. En ambos lados de la frontera, esos grupos ortodoxos saben confundir feligreses haciéndoles creerse dueños absolutos de la verdad, con derecho a destrozar, torturar, y matar, a “incrédulos” o a “gentiles”.
En nombre de Alá y de Dios, los combatientes de Hamas y de Israel se apalean inmisericordes. No se diferencia ya de las guerillas africanas ni del Talibán. Están inmersos en una guerra santa infinita, salvaje, que parece no aceptar intentos pacifistas ni conciliadores. Se están convirtiendo en hordas de fanáticos.
A pesar de lo que estamos viendo, confío que la mayoría del pueblo judío impondrá su sabiduría. Ellos pueden encerrar a la bestia, volver a sentarse en la mesa de negociaciones; exigiendo respeto sin terquedad, cediendo con generosidad.

Matar el miedo

En el debate público dominicano varias voces apuntalan el miedo como justificación y motor de su accionar político. Se menciona una conspiración internacional contra el país que supuestamente nos obliga a invertir más en educación y a una supuesta fusión con nuestro vecino Haití.
Se motiva la xenofobia y la construcción de un absurdo muro en la frontera.
Igual que cuando Bosch fue presidente y se usaba el miedo al comunismo como arriete contra su política democráctica y de justicia social, hoy muchos usan el miedo a los haitianos y la educación como mecanismo de frenar el gobierno de Danilo Medina. Incluso uno de los aspirantes a ser candidato del PLD coquetea con esas posiciones reaccionarias.
El principal problema de nuestro país es la falta de equidad y en consecuencia el freno al desarrollo real del país.
Ni la demonización de la inversión en educación, ni la xenofofia contra los haitianos, ni la apelación a la “mano dura” contra los pobres que cometen crímenes, ayudará a este país a salir del atraso histórico que carga.
Desde nuestra Independencia una gran mayoría de los que han tenido poder político y económico han buscado mantener la mayoría del pueblo en la miseria y valerse del autoritarismo como ejercicio del poder, y una minoria ha militado por mayor jusitica, equidad y democracia.
No es por tanto algo nuevo. Debemos volver a Bosch cuando al llegar del exilio en 1961 nos enseñó que había que matar el miedo.

De Neruda a la justicia dominicana



 

                                                                                                                             
Por Carlos Báez .
 Dice Neruda en Farewell : "Amo el amor de los marineros que besan y se van un día se acuestan con la muerte en el lecho del mar"
Yo amo las medidas de coerción de un año... de tres meses, amo aún más cuando estas las cambian y la gente se va para su casa.
Amo cuando los jueces anulan un proceso por x o por h y lo comienzan de nuevo desde cero. Amo los jueces interinos, su misión es clara... ser garantístas. Amo lo garantísta de este nuevo sistema de justicia, adoro a sus actores más que a los de Hollywood, pero quiero como Neruda que todo esto un día se acueste con la muerte.

miércoles, 23 de julio de 2014

"Los escritores son incomodos para los dictadores"

Jorge Edwards

Jorge Edwards: El escritor, periodista y diplomático chileno Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931), ha asegurado que "los escritores son incómodos para los escritores porque abren la mente de las personas, no la cierran", lo que es un atributo de la literatura, que "debe abrir las mentes" y en la que "hay pasión". Ampliar foto Así, Edwards se ha mostrado partidario de que la literatura, en todas sus variantes, "no aburra", por lo que afirma que "no excluyo el entretenimiento". De esta forma ha contestado en alusión a su libro 'Persona non grata' (1973), que escribió como fruto de sus experiencias personales como diplomático en Cuba durante la dictadura de Fidel Castro, cuando Salvador Allende era el presidente de Chile. En este sentido, ha recordado que lo escribió después de que se produjera el ingreso en prisión del primer escritor cubano "por un delito de opinión" después de la revolución gracias a la cual Fidel Castro se hizo con el poder en Cuba. De esta forma, ha reconocido que era "una persona incómoda" para el castrismo, aunque el régimen cubano, aclara, "no me nombró como tal". Por el contrario, asegura que hubo una "división" entre los intelectuales, como Octavio Paz o Mario Benedetti. Así se ha pronunciado Edwards —que tiene la doble nacionalidad chilena y española— durante una rueda de prensa celebrada este martes en Santander con motivo de la celebración del encuentro 'Diálogos con Jorge Edwards', durante los Cursos Avanzados de Verano 2014 de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). "he mantenido una fidelidad a la literatura" Pese a haber sido diplomático de carrera doce años y posteriormente en París bajo el mandato del expresidente Sebastián Piñera, Jorge Edwards ha reivindicado su labor como escritor. "He mantenido una fidelidad a la literatura", ha asegurado, al tiempo que ha recordado que el primer relato lo publicó en una revista escolar cuando tenía 12 años. "Soy un viejo escritor chileno y perseverante", ha agregado, al tiempo que ha comentado que la semana que viene viajará a Brasil, a un festival de literatura, donde hablará con el escritor portugués Almeida Faria. Por otro lado, preguntado acerca de los cambios que se están produciendo en Cuba desde la llegada al poder de Raúl Castro, hermano de Fidel Castro, ha comentado que "Cuba sigue siendo una dictadura fuerte", aunque ha matizado que "es evidente que Raúl no es Fidel, son temperamentos diferentes". "Raúl trata de lograr una mayor eficacia económica porque con Castro había una economía loca, funcionaba el trueque. Intenta lograr una economía más moderna, pero manteniendo el control", ha explicado. Asimismo, ha apuntado que "antes se pensaba que la inflación no importaba y ahora se sabe que si la inflación se desboca, se acaba la moneda". En cuanto a las diferencias de los temperamentos entre Raúl y Fidel Castro, Edwards lo ha ejemplificado con una anécdota: "Fidel convocaba a alguien un sábado a las seis de la tarde y lo recibía un domingo a la medianoche. Raúl Castro me convocó un día a las diez y media de la mañana y a las diez y media se abrió la puerta", ha relatado. "escritor clave" de la literatura en español En la rueda de prensa también han estado presentes los escritores Raúl Rivero —disidente cubano— y el español 'Juancho' Armas Marcelo. Este último ha defendido que Jorge Edwards es un "escritor clave" de la literatura en español, con obras como 'Persona non grata' o 'El inútil de la familia', que son, en su opinión, "esplendorosas" para hacer cine. "Se le tiene que reivindicar como uno de los grandes escritores", ha afirmado. Por su parte, Rivero ha denunciado que a Edwards "se le condenó a un ostracismo injusto por decir la verdad sobre Cuba", al tiempo que ha defendido la "vigencia" que tiene 'Persona non grata' en la actualidad porque, ha asegurado, "la situación no ha cambiado". "Es un libro muy importante para la libertad de los escritores", ha apostillado. En este sentido, Armas Marcelo ha comentado que para que una persona tenga enemigos "le vale con decir la verdad, porque sólo con decirla se te viene encima la mitad del mundo".

Ver más en: 
http://www.20minutos.es/noticia/2199629/0/jorge-edwards-escritores-son-incomodos-para-dictadores-porque-abren-mente-personas/#xtor=AD-15&xts=467263

Como dejar el poder

Esto se aplica a la cúpula de Poder de muchos países en todo el mundo.

Ricardo Paz Ballivián

Como dejar el poderLucio Quincio Cincinato vivió en Roma y sus alrededores del 519 a.C. hasta el 439 a.C. Era un patricio que llegó a ser máxima autoridad como cónsul, general de las legiones y hasta dictador durante un breve periodo. En varias oportunidades llegó, sin pretender mucho, a la cúspide del poder y en todas esas oportunidades se retiró lo más pronto que pudo a su vida de agricultor. Su desapego por el poder resultó ser paradigmática y hoy se lo recuerda precisamente como un símbolo del virtuosismo político.
La república romana atravesaba, en los años de Cincinato, momentos difíciles por causa de un inminente ataque de los ecuos y volscos, dos tribus tradicionalmente enemigas de los latinos romanos. Dando se cuenta de la desesperada situación, los cónsules decidieron recurrir a Cincinato.
Un oficial lo encontró arando la tierra y con dificultad logró convencerlo de que aceptara la posición del dictador, un título que le concedió el poder absoluto bajo su control. Al mando de un poderoso ejército se encontró con el enemigo y ganó -según la leyenda- en un solo día. En posesión del botín enorme regresó a Roma, renunció a su hegemonía y regresó a la vida sencilla de un campesino.
No hay muchos Cincinatos a lo largo de la historia. Por raros, uno puede recordarlos con facilidad: George Washington o Nelson Mandela, entre los extranjeros y Víctor Paz entre los nuestros. Líderes indiscutibles que supieron retirarse del poder sin caer en la tentación del mandato vitalicio. Humildes en su grandeza, prefirieron abandonar el ejercicio de la autoridad sobre los demás para refugiarse en la placidez de la vida simple, siempre por supuesto, después de cumplido su deber.
La norma entre los poderosos es más bien la contraria. Una vez en el poder, buscan una y mil maneras para no abandonarlo nunca más. Ahí sí la historia nos da incontables ejemplos y en todas las latitudes. Los autócratas se caracterizan por creerse consagrados por designios divinos y por consiguiente suponen que sus mandatos sólo deben culminar con su muerte. Se autoproclaman indispensables y vitalicios en la función de gobernar e, independientemente de si llegaron al poder por los hechos o los votos, se convencen de mantenerse en el mando más allá de la voluntad del resto de la sociedad.
Esto hace que de tiempo en tiempo se ponga de nuevo en el tapete la vigencia del debate entre democracia y dictadura. Surgen quienes sostienen que las dictaduras son a veces necesarias, como por ejemplo, dicen, para detener el avance de los integrismos islámicos que podrían poner en grave riesgo la estabilidad de la paz mundial. El propio Gadaffi intentó mostrar el levantamiento democrático de los libios como una jugada de Osama Bin Laden.
Obviamente este tipo de razonamiento no es nuevo. Lo usaron siempre los dictadores. Julio César para "detener el avance de los bárbaros y consolidar Roma”, Hitler respecto "el peligro judío” o Pinochet "el riesgo comunista”. Caer en esa trampa resulta suicida para los pueblos.
En Bolivia se han comenzado a escuchar esas voces. De boca de los líderes más característicos hasta de la de los mandos medios salen expresiones como: "no podemos permitir que retorne el neoliberalismo”, "los privatizadores no deben regresar jamás”, "el proceso de cambio no puede ponerse en riesgo”. Toda esa parafernalia con el único objetivo de justificar la presencia perene del actual esquema político.
Si esas voces tuvieran eco y se convirtieran en la consigna principal de acción política de los mandamases del momento, Bolivia, a muy corto plazo, podría volver a verse inmersa en una severa crisis política debido a esos afanes monopólicos y la vocación autoritaria de sus ponentes.
Bolivia no ha podido resolver la crisis de Estado que vive desde hace más de una década y la posibilidad de hacerlo sólo puede estar en el ejercicio y profundización de la democracia, o sea el ejercicio del poder popular mediante el gobierno de las leyes y las instituciones. Hay quien debe saber que ha llegado la hora para dejar el poder.

Ricardo Paz Ballivián es sociólogo, presidente ejecutivo del Centro


Boliviano de Gerencia Política.

lunes, 21 de julio de 2014

Trujillo: La lección ignorada


Digitelpress, redacción Europa en español, 21 de julio de 2014

Luis R. Decamps R. abogado y profesor universitario.
   Por Luis R. Decamps R. (*)
   El origen de la tiranía -sin importar época, naturaleza política, signo ideológico o carácter civil o militar- ha sido un lugar común en la historia de la humanidad: cierto contexto circunstancial en el que la ineficiencia gubernamental y el irrespeto generalizado por la regla de derecho, habitualmente patentes en un perifoneo sectario y repetitivo de que se bordea el abismo social o existe amenaza de “disolución” de la nación, generan e imponen en importantes y decisivos núcleos de la población el clamor por un gobierno “fuerte” o “de mano dura”.
   La entronización de la tiranía que durante treinta años encabezó Rafael Leónidas Trujillo Molina en la República Dominicana, aunque algunos lo quieren olvidar y otros intenten no darse por enterados, se cimentó con exactitud casi matemática en esas premisas históricas: tras seis años de gobierno del general Horacio Vásquez (desde el 12 de julio de 1924 hasta el 3 de marzo de 1930) -imputado por la oposición de ineficiente, corrupto y excesivamente débil-, en el país había una virtual campaña de opinión en procura de un “hombre” que impusiera el “orden” y reorientara “el rumbo torcido de la república”.
   Tal campaña, impulsada desde liderazgos emergentes y periódicos de la capital y de Santiago, no sólo fue respaldada por una influyente franja de la intelectualidad dominicana que adversaba al gobierno -la vinculada a los pensadores denominados “pesimistas” que albergaban serias dudas sobre la integridad de la nación dominicana y la viabilidad en democracia de su Estado- sino que también encontró eco en varios de los viejos aparatos políticos clientelares ávidos de prebendas y canonjías estatales, incluyendo a una parte del propio horacismo.
Rafael Molina Trujillo.
Rafael Molina Trujillo.
   En adición a los aludidos cuestionamientos que se le hacían a la administración de Vásquez -sin olvidar los focales contra el adefesio histórico de 1928 que se denominó “La prolongación”-, hay que consignar otros hechos fundamentales: el mandatario no era propiamente un demócrata y un civilista; era un caudillo tradicional de la montonera que, desmovilizado política y militarmente por el régimen de ocupación militar estadounidense (1916-1924), resultó electo en unas elecciones tuteladas por el poder extranjero y estableció una administración con los ancestrales vicios del presidencialismo nacional, especialmente el personalismo, el clientelismo, la corrupción y la intolerancia frente a las opiniones críticas.
   (En el caso específico de los intelectuales, acaso convenga recordar algunos de los más connotados dentro de los que fueron perseguidos, humillados, agredidos o encarcelados por el gobierno “democrático” de Vásquez en razón de sus críticas a éste, al “anillo palaciego” o a sus ejecutorias políticas y económicas: Américo Lugo, Rafael Estrella Ureña, Luis C. del Castillo, Arístides Fiallo Cabral, Tomas Hernández Franco, Ulises Heureaux hijo, Emilio García Godoy, Osvaldo Bazil, Gustavo A. Mejía, Noel Henriquez y Manuel A. Peña Batlle).
   Aunque Trujillo, en su calidad de jefe del Ejército, contaba en la capital un grupo de simpatizantes y aduladores (entre ellos Rafael Vidal Torres, un culto y habilidoso periodista que guardaba prisión por delito común bajo la autoridad de aquel, y que sería algo así como su mentor político) que le hacían el coro en sus disimuladas actividades conspirativas contra Vásquez, el llamado “Movimiento Cívico” del 23 de febrero de 1930 que derrocó a éste se originó en Santiago de los Caballeros y estuvo dirigido por el abogado e intelectual Rafael Estrella Ureña, líder del pequeño pero ruidoso Partido Republicano y admirador de Eugenio María de Hostos, José Enrique Rodó y Benito Mussolini.
   El “Movimiento Cívico”, pantomima “revolucionaria” con la cual se disfrazó el golpe de Estado realmente ejecutado por Trujillo traicionando la confianza del anciano y enfermo presidente de la república, fue respaldado por gran parte de las nuevas generaciones del país y, muy especialmente, por los intelectuales, uno de los cuales (el poeta, narrador y ensayista Tomás Hernández Franco, autor de esa hermosa pieza poética que se titula “Yelidá”) luego llegaría a publicar un librito apologético en la que lo calificó como “La revolución más bella de América”.
   Los líderes del “Movimiento Cívico” legalizaron la acción golpista contra Vásquez a través de una maniobra constitucional que puso a Estrella Ureña al frente de la cosa pública (se juramentó el 3 de marzo de 1930), y éste, siempre actuando en coordinación con el jefe del Ejército (que era el real depositario del poder), convocó las elecciones de 16 de mayo, para cuyas incidencias se formaron dos grandes coaliciones políticas: la Alianza Nacional Progresista, que postuló a Federico Velásquez a la presidencia y a Ángel Morales a la vicepresidencia; y la Confederación de Partidos, que presentó las candidaturas de Trujillo y Estrella Ureña.
   El 10 de abril de 1930 se puso en vigor la nueva ley electoral, que entre otras cosas autorizaba al Congreso Nacional a designar una Junta Central Electoral, integrada por un presidente y dos vocales con sus respectivos sustitutos (para un total de seis miembros), que debía dirigir el proceso comicial. Como presidente fue nombrado el licenciado Domingo Estrada.
La nueva ley electoral también disponía el acuartelamiento del ejército durante la campaña y su colocación bajo el mando de las autoridades electorales, al tiempo que autorizaba el porte de armas de fuego, pero aunque la junta electoral trató de hacer cumplir tales mandatos le resultó imposible: Trujillo no sólo no acuarteló las tropas sino que desarmó a los ciudadanos -incluyendo a figuras públicas y funcionarios legislativos- que no le eran políticamente afectos.
   La campaña electoral se desarrolló en un ambiente de violencia, pánico y ausencia de arbitraje: los aliancistas fueron fueron objeto de persecuciones o encarcelamientos en todo el país, los militares apoyaron abiertamente a la Confederación y reprimían por doquier, y bandas de facinerosos sembraban el terror ente los simpatizantes de la oposición.
   El presidente Estrella Ureña públicamente se pronunció contra los desmanes de sus copartidarios, instruyó a sus subalternos civiles y militares para que respetaran los derechos de los aliancistas y, en una decisión que aparentaba ir en esta misma dirección, renunció el 21 de abril y le dio paso al gobierno provisional de Jacinto B, Peynado, quien se instaló al día siguiente.
   El 23 de abril de 1930 los siguientes intelectuales y profesionales emitieron una declaración pública respaldando las candidaturas de Trujillo y Estrella Ureña: Ulises Heureaux hijo, Arquímedes Cruz Álvarez, Manuel de Jesús Galván, Emilio A. Morel, Jaime Vidal Velásquez, Manuel Morillo, Leoncio Ramos, J. Enrique Hernández, Francisco Benzo, J. Rafael Bordas, Francisco Espaillat de la Mota, Ernesto Paradas, Luis A. Weber, Francisco Sanabia hijo, Opinio Álvarez Mainardi, René B. Lluberes, Juan Valdéz Sánchez, Pedro Rosell, J. Marino Incháustegui, Alberto Font Bernard, Mario A. Acevedo, Carlos T. Sención, Jacinto T. Pérez, Cesar Dargan, Juan A. Bravo, F. Garcia y Garcia, Andrés Avelino Lora, Luis E. Saladín, Rafael Zorrilla, Juan Ramírez, Manuel Llanes, A. de Lima, Barón Pichardo, F. A. Rodríguez, Jaime Sánchez, Juan A. Padilla hijo,
Mario E. Guerra y Diego Henríquez.
   En el “manifiesto” que dirigió al país el 24 de abril para anunciar formalmente que había decidido aceptar la candidatura presidencial por la Confederación, Trujillo dijo lo siguiente: “No hay peligro en seguirme, porque en ningún momento la investidura con que pueda favorecerme el resultado de los comicios de mayo, servirá para tiranizar la voluntad popular a la cual sirvo en este momento y a la que serviré lealmente en el porvenir”.
   Sin embargo, la atmósfera política eran tan turbia que los miembros de la junta electoral sólo permanecieron en sus cargos varias semanas: entre el 1ro. y el 7 de mayo, el presidente y la mayoría de los miembros y los suplentes renunciaron, y pese a que según la ley electoral debían ser reemplazados por el Congreso Nacional, el presidente Peynado, bajo el alegato de que sólo faltaban diez días para las elecciones y no había tiempo para “tecnicismos”, emitió el decreto número 1292 en virtud del cual nombró una nueva junta encabezada por el licenciado Roberto Despradel, reconocido partidario de la Confederación.
   Finalmente, el 15 de mayo la Alianza Nacional Progresista se retiró de la contienda en el entendido de que no existían condiciones ni garantías para una elección libre y democrática, y la Confederación de Partidos la “ganó” al día siguiente sin contrincante alguno.
   Conforme a las informaciones ofrecidas por la junta electoral, la abstención había ascendido al 45.32, pues de 412 mil 931 votantes hábiles, sufragaron 225 mil 796, mientras que 187 mil 135 no lo hicieron. La candidatura Trujillo-Estrella obtuvo 223 mil 926 votos, y mil 870 fueron emitidos “en contra”. Es decir, la fórmula oficialista “ganò” con el 99 cierto de los votos. Las elecciones fueron consideradas “amañadas” por los aliancistas, que sostuvieron que no votó mas del 25 por ciento de la población electoral.
   Trujillo y Estrella Ureña se juramentaron el 16 de agosto de ese año de 1930, y pronto el estilo pedestre, autoritario y excluyente del primero colisionó con el del segundo: virtualmente despojado de toda autoridad, en agosto de 1931 éste solicita permiso para viajar al exterior y en los hechos resigna la vicepresidencia de la república desde Cuba (el Congreso, por su parte, lo destituiría en diciembre del mismo año), lugar donde se establece y trabaja para organizar una expedición revolucionaria desde el puerto de Mariel que no llega a tomar cuerpo debido a que las autoridades de la isla que le habían prometido ayuda se ven imposibilitadas de hacerlo por influencia de Fulgencio Batista, desde entonces aliado de Trujillo y beneficiario de sus sobornos.
   Estrella Ureña, gran orador que gozaba de considerable ascendencia en el Cibao (y entre los jóvenes y la intelectualidad), no era exactamente un dirigente democrático (de fuerte carácter, tenía fama de vehemente y levantisco), pero tampoco un político de talante delincuencial o criminal, y habiendo sido el principal ideólogo y promotor del “Movimiento Cívico” en virtud de sus propias aspiraciones de mando y en alianza estratégica con Trujillo (creía que los Estados Unidos objetarían una eventual candidatura de éste y que a la postre él sería el candidato presidencial), fue la primera gran víctima de la megalomanía y el espíritu cerril del caporal de San Cristóbal.
   De 1930 a 1940 Trujillo se dedicaría, a través de sus esbirros, a una fría labor de liquidación de sus opositores. Entre sus víctimas más relevantes se pueden citar los siguientes: el dirigente horacista y poeta Virgilio Martínez Reyna, junto a su esposa Altagracia Almánzar, en estado de gestación; el general Alberto Larancuent Ramírez, reconocido adversario capitaleño con liderazgo en el Este; el general mocano Cipriano Bencosme y parte de su familia, a quienes inclusive incautó sus grandes propiedades rurales; el opositor Sergio Bencosme en Nueva York, confundido por al verdugo actuante con el doctor Ángel Morales; el general Desiderio Arias, líder político y militar de la Línea Noroeste; y la familia Perozo, treinta y tres de cuyos miembros fueron asesinados por su filiación antitrujillista.
   Igualmente, Trujillo clausuró la prensa libre (solo permitiendo la salida de publicaciones afectas a su régimen), disolvió los partidos políticos (formando un partido único, el Dominicano) y persiguió, silenció, compró u obligó a exiliarse a los intelectuales críticos, muchos de los cuales habían hecho campaña pública clamando por la aparición del “hombre” que aplicara “mano dura” para “reencauzar los destinos de la república”, fueron firmantes del documento de apoyo a su candidatura (el que se menciona en uno de los párrafos que preceden) o, cuando menos, exhibieron abiertas simpatías por la fórmula electoral de la Confederación.
   La suerte del dominicano común que ingenuamente creyó en las promesas de Trujillo fue aún peor: tres décadas de miseria, opresión, indignidad, abusos y delaciones; la liquidación de la escuela hostosiana, que creaba individuos libres y reflexivos; la conversión de Trujillo y sus corifeos en dueños de las tierras y el aparato productivo en general del país; y un Estado todopoderoso, personalista y policial que no permitía el menor resquicio de opinión no controlada… Sólo una minoría insignificante de chupamedias, empleados y beneficiarios de Trujillo lo amaba y lo respetaba. El resto del país simplemente le temía… Y por ello, cuando su régimen cayó definitivamente, la gente salió a las calles no sólo a celebrar sino también a destruir todo lo que le recordaba al tirano y su oprobiosa “era”.
   La moraleja es simple: una cosa es llamar al diablo y otra verlo llegar… Y es una pena, una verdadera pena que, debido a las precariedades educativas y culturales que nos acogotan como sociedad, haya tanta gente que ignore esa importante lección de nuestra Historia y esté invocando o defendiendo al tirano con argumentos definitivamente pedestres y rastreros.
   (*) El autor es abogado y profesor universitario
   lrdecampsr@hotmail.com

El atentado contra Hitler no debe caer en el olvido en Alemania

Este domingo se cumplen 70 años del intento de asesinato al Führer


El presidente alemán, Joachim Gauck, durante el homenaje a los héroes de la Operación Walkiria en su 70 aniversario. / WOLFGANG KUMM (EFE)
La bomba que debía matar al Führer y cambiar el curso de la guerra pesaba 975 gramos, estaba escondida en un maletín de cuero y estalló a las 12.42 horas del 20 de julio de 1944 en la sala de conferencias del fortificado centro de operaciones para el frente oriental, Wolfschanze. La bomba mató a cuatro oficiales y solo dos personas de las 24 que se encontraban en la sala lograron salir casi indemnes. Una de ellas eraAdolf Hitler.
70 años después, Alemania volvió a rendir homenaje este domingo a los héroes de la Operación Walkiria, un grupo de oficiales aristócratas que conspiró para matar a Hitler. Ellos quisieron acabar con la guerra en el frente occidental, formar un nuevo gobierno y buscar una alianza con los aliados occidentales para acabar con el comunismo. Durante años, fueron tratados como “traidores” por el país que surgió de las ruinas. Pero el nuevo aniversario, y a pesar del interesado gesto de las máximas autoridades del país de resaltar la memoria de los oficiales que pagaron con su vida la osadía de acabar con la vida de Hitler, dejó al desnudo un nuevo fenómeno que fue ignorado en los actos oficiales.
Según una encuesta realizada por el prestigioso Instituto de Demoscopia de Allensbach, solo un 45% de los alemanes mayores de 16 años fueron capaces de responder afirmativamente a una pregunta capital de la agitada y trágica historia del país: “¿Sabe usted lo que ocurrió el 20 de julio de 1944?”. Peor aún, el estudio dado a conocer por el instituto demoscópico descubrió que las generaciones jóvenes desconocen lo que sucedió hace 70 años en Wolfschanze.
La ignorancia de los jóvenes alemanes no es gratuita. Según Emil Müller, un joven de 19 años que terminó la enseñanza media en una de las mejores escuelas de Berlín, la hazaña trágica del conde Claus Schenk von Stauffenberg, encargado de colocar la bomba, y sus aliados nunca fue un tema en las clases de historia contemporánea. “Debo ser el único de mi clase que conoce la hazaña del conde. Me la contó una amiga que es su bisnieta”, dijo el joven a EL PAÍS.
“Alguien ha intentado asesinarme”, dijo el Führer a su ayuda de cámara mientras se sacudía los escombros, aquel 20 de julio de 1944. “¡Mein Führer, usted vive, usted vive!”, exclamó el mariscal Wilhelm Keitel cuando vio salir al dictador. Casi cinco horas después de haber dejado la bomba, el conde von Stauffenberg llegó a las puertas de la sede del alto mando de la Wehrmacht en Berlín, convencido de que Hitler había muerto.
El aristócrata y otros tres oficiales fueron fusilados esa noche en el patio del edificio, que ahora es sede del Ministerio de Defensa, donde debían haber puesto en marcha el último capítulo de la legendaria Operación Walkiria. “¡Larga vida a nuestra sagrada patria Alemania”, gritó el conde antes de ser acribillado por las balas.
El desinterés que existe en Alemania por la gesta de los autores de la operación Walkiria también fue resaltado por Anjte Völlmner, exvicepresidenta del Bundestag y militante distinguida de los Verdes, quien recordó que después del atentado fallido 180 personas fueron ejecutadas. “Muchos alemanes tienen dificultades para recordar el nombre de, al menos, cinco personas”, dijo.
La amnesia colectiva tiene raíces profundas. Durante años, Alemania tuvo dificultades para rendir homenaje a las personas que pagaron con sus vidas la osadía de intentar acabar con la vida del Führer. Los familiares de las víctimas, por ejemplo, vivieron confrontados durante años con el reproche de ser los hijos y las viudas de un grupo de “traidores”. Hasta casi finales del siglo XX predominó en el país la convicción de que el atentado había sido planificado por un grupo de aristócratas que habían apoyado a Hitler cuando se inició la guerra y que solo deseaban continuar la contienda contra el Ejército Rojo de Stalin.
Los entretelones de la hazaña trágica y la amnesia colectiva de Alemania no fueron aspectos fueron resaltados este domingo en el acto oficial que se realizó en el edificio donde hace 70 años el conde von Stauffenberg fue fusilado. Los oradores, entre ellos, el presidente de Alemania, Joachim Gauck, prefirieron honrar la memoria de los héroes trágicos, para resaltar que en la época más oscura que haya vivido el país también hubo personas que decidieron, como recordó el presidente, “ser valientes y no ser cómplices cuando los demás están equivocados”.
“El 20 de julio nos recuerda lo que queremos y podemos: permanecer valientes a favor de nuestros valores. No convertirnos en cómplices cuando otros cometen injusticias”, sentenció Gauck en el acto oficial, en el que no estuvo presente la canciller Angela Merkel, que abandonó Berlín para iniciar sus vacaciones estivales
.

EL MERENGUE Y TRUJILLO

  • AQUÍ

CUENTO SOBRE LA DICTADURA DE TRUJILLO

COMUNICACION Y PRENSA EN LA DICTADURA DE TRUJILLO

POESIA EN LA DICTADURA