BIENVENIDOS

PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

martes, 26 de noviembre de 2013

LO POSITIVO DE LA DICTADURA DE TRUJILLO


 Por José Carlos Nazario .
Ayer leí un comentario en Facebook que proponía ver las luces de la dictadura trujillista. Siempre me pareció que en los libros de texto se expone muy claramente la totalidad de los factores de análisis de este oscuro período. Esto, en franco desequilibrio con los abordajes a otros períodos de gobierno que a juzgar por los libros de historia fueron solo puntos negativos. Pero la intención tras el pedido, no pretende conocer los datos, sino abrir un debate sobre esas supuestas bonanzas. El comentario pretendía presentar el régimen trujillista como una realidad fruto de la necesidad de concentrar el poder que estaba disperso en caudillajes regionales. A Trujillo daba el mérito de ser el primero en la historia dominicana en hacer esto (lo cual es falso,
porque fue durante el gobierno de Mon Cáceres que se logró el poder central y la estructura estatal en nuestro país). Aquí dejo mi respuesta, mi posición, sobre el particular: El mito de que en la dictadura de Trujillo el país era un paraíso es el fruto, entre otros factores, de la ignorancia legada por este mismo proceso y su continuación sangrienta (los 12 años de Balaguer). La supuesta bonanza económica era hija de la coyuntura regional (crisis y guerra mundiales hacían una buena combinación -incluso Haití logró pagar su deuda externa al mismo tiempo que nosotros-) y los frutos de la misma iban a parar al accionista mayoritario de TODAS las empresas dominicanas (estatales y privadas): Rafael L. Trujillo. La necesidad de institucionalizar no abre espacio ni justifica las atrocidades cometidas por un psicótico delincuente desde su juventud. Trujillo no concentró el poder para construir una república, no desarrolló el Estado. Constituyó un monopolio particular en el cual su voluntad era la ley. Cabe señalar que, a pesar de la insistente tesis de que el actual estado de cosas ofrece razones para justificar el trujillismo, es verificable que Trujillo logra el poder gracias a la acumulación dolosa de capitales. La martillada corrupción de hoy, es hija de la de ayer. Ahí están los hechos. Ahí están los muertos, los desaparecidos, los torturados, las mujeres violadas. Ahí está el supuesto orden de una sociedad envilecida hasta el desgarro. De una sociedad acostumbrada a la dádiva temerosa. De una sociedad instrumentalizada. ¿Acaso no era Trujillo la nacionalización de esos caudillos montoneros que, a través del delito, reclamaban su tajada? Trujillo no es la superación de la montonera, es su instauración y su institucionalización. Y con ello, la instalación de la cultura del despojo y el abuso que antes fue práctica aislada y sus serviles intelectuales afianzaron en nuestra psiquis. Quien propone ver las luces de un una noche que duró 31 años no tiene madre. Porque en la época no había una sola mujer o adolescente fuera del peligro de ser ultrajada por el dictador. O peor, de ser servida a este por la degradación de sus padres o cónyuges. Quien propone ver las luces de esa sombra alargada que fue el trujillato es un cínico. No hay espacio para evaluaciones 'objetivas' cuando la vida humana y todo lo que ella supone penden de la voluntad de una sola persona. Más si esta persona es un delincuente (violador, asesino y ladrón). El falso positivo del horror trujillista lo desmiente el mismo trujillismo. Que necesitó del control, eliminación o neutralización sistematizada de todo tipo de ejercicio libre para permanecer 31 años en el poder. Utilizar la corrupción de la actualidad como punta de lanza para justificar o defender la dictadura de Trujillo es ignorancia. ¿Acaso no es la herencia autoritaria que perpetuó la dictadura (y a la que esta dio sentido) la que sostiene el abuso de poder, la prevaricación y el dolo del presente? Cuando una persona propone evaluar aspectos positivos de gobiernos dictatoriales, promueve un modelo político. Y ese modelo político convierte la vida humana en un accesorio. Quien llama a evaluar, sin considerar el peso de lo que representa un régimen sangriento y abusivo, promueve el todo indignante que representa dicho período histórico. Yo les dejo estas ideas y la propuesta de ir a mirar de cerca las verdades históricas de este y otros períodos tenebrosos el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, en la Ciudad Colonial.

lunes, 25 de noviembre de 2013

LA DECISIÓN A MATAR LAS HERMANAS MIRABAL

EL ASESINATO
 
El Homicidio de las Hermanas Mirabal





Existían varias circunstancias que podían haber contribuido a la decisión de Trujillo a matar las hermanas Mirabal. Ella respresentaban un peligro para su régimen porque eran bien-conocidas y admiradas en todas partes del país. No importaba cuántas veces Trujillo las arrestaba ni cuántas de sus propiedades y posesiones él confiscaba; Minerva, Patria y Maria Teresa se negaban a dejar su misión de restaurar la democracia y las libertades civiles a la nación. Se sabía que a Trujillo, un hombre casado, le gustaba seducir a las muchachas jóvenes y mantenía a sus varias amantes en sus mansiones por todo el país. En la celebración de 1949 en San Cristóbal, Trujillo falló en su esfuerzo a seducir a Minerva. En su libro Tres Heroínas y un Tírano, Miguel A. García habla de esta conversación entre Minerva y el dictador mientras que bailaban:
TRUJILLO: ¿Ustéd está de acuerdo con mi línea política?MINERVA: No me interesa la política.
TRUJILLO: ¿Y si yo le mando a mis súbditos para que la conquisten?
MINERVA: ¿Y si yo conquisto a sus súbditos?

El asesinato de las hermanas Mirabal

Fuente :abc.es

El asesinato de las hermanas Mirabal
Minerva, Patria y Maria Teresa, las hermanas Mirabal
Actualizado Miércoles , 23-12-09 a las 19 : 42
El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se encontraron en el fondo de un acantilado en la costa de la República Dominicana. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa como un trágico accidente por Trujillo, el dictador dominicano que dio la orden de acabar con ellas, contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis meses después, con el asesinato del caudillo.
En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el municipio más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal.
Estas mujeres, que habían mostrado un interés muy temprano por los estudios, dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida por las condecoraciones.
El mismo hombre, protagonista de uno de los más acusados cultos a la personalidad del siglo XX, que arrebató casi toda la fortuna a su familia cuando llegó al poder. Convencidas «Las Mariposas» –así era conocidas entre sus compañeros de lucha– de que Trujillo llevaría al país a un auténtico caos, decidieron formar el grupo de oposición«Agrupación Política 14 de Junio».
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron encarceladas y torturadas en no pocas ocasiones, a pesar de los cual decidieron continuar luchando con el único objetivo de acabar con la dictadura.
El asesinato de las hermanas Mirabal
Leónidas Trujillo saludando a Franco durante su visita a España en 1954
Cuando «El Chivo» comprobó que la cárcel no era suficiente para detener aquella actividad clandestina, a la que cada día se iban uniendo más adeptos, decidió acabar con ellas. Eran los últimos años de la década de los 50, en los que se estaba despertando una fuerte inquietud social en toda América Latina, con la caída de varios dictadores y el triunfo de Fidel Castro.
Las hermanas Mirabal habían comentado a sus maridos, en una visita a la cárcel donde se encontraban recluidos, los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un «accidente», como se denominaba entonces a la manera que utilizaba el régimen de ordenar la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de ocultar el crimen.
Uno de los esposos, Manolo, sugirió que debían acabar con los viajes y marcharse a Puerto Plata para evitar el paso por las carreteras, pero ya era tarde: la orden de asesinar a las hermanas ya había sido dada.
Cinco miembros del Servicio de Inteligencia Militar detuvieron el jeep en el que regresaban de la prisión, las introdujeron a empujones en un coche y las llevaron a un lugar previamente escogido, cerca de La Cumbre.
Eran aproximadamente las 19:30. Allí las mataron a golpes y colocaron sus cadáveres en el jeep, antes de arrojarlo por el precipicio.
Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, lo contaría más tarde: «Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas […] Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran liquidado a todos».
La informacion dada del hecho fue la siguiente :
“en un accidente que se presume ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo placa J-19488, y cayó unos 50 metros, deteniéndose en la margen del río Guazumal”.
La realidad fue que estas damas fueron eliminadas a garrotazos y palos .
Este vil asesinato fue la gota que lleno el vaso de la Dictadura Trujillista
 Así salió publicado en la prensa al otro díala reseña de "accidente " .La informacion dada del hecho fue la siguiente :

“Trujilo le manda a Ciriaco de La Rosa, uno de sus criminales y esbirros más desalmados, como refuerzo para ejecutar la orden. Aun así, no la cumplieron en la primera acechanza. Y cuando Trujillo les reclamó, alegaron, con razón que en ese viaje fueron con niños"






Trujillo ordenó que mataran a las Mirabal aunque viajaran con sus niños
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. Acento.com.do/Archivo
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Porfirio Rodríguez, nieto del revolucionario antitrujillista Juan Rodríguez e hijo del revolucionario de la Raza Inmortal José Horacio Rodríguez, respondió este miércoles indignado las afirmaciones de Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, nieto del dictador, de que no fue Rafael Leónidas Trujillo quien ordenó asesinar a las hermanas Mirabal.
Porfirio Rodríguez afirmó que no sólo el dictador dio la orden para matar a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, sino que expresó que aunque viajaran con sus niños debían ser asesinadas junto con ellos.
En un extenso comentario agregado debajo de la entrevista que Acento.com.do hizo al nieto del dictador Trujillo con motivo del 51 aniversario del ajusticiamiento, Rodríguez expresa su indignación por las afirmaciones del hijo de Angelita Trujillo, y sostiene que hasta el profesor Euclides Gutiérrez Félix, admirador y nostálgico de la dictadura, ha argumentado que nadie se atrevía a dar esa orden (de matar a las Mirabal), que no fuera el mismo generalísimo en persona.
A continuación la respuesta de Porfirio Rodríguez a Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, nieto del dictador.
“Da vergüenza ajena ver a este nieto de Trujillo ufanarse sonriente porque, en el grado de abyección, cobardía y adulación a que Trujillo degradó parte del país, hubo hombres que le ofrecieron sus hijas o sus esposas al déspota. “Eso sólo es un ejemplo de la denigración en que se vivía y de las aberraciones a que el tirano llevo al país.
"Trujillo ordenó que hasta si iban con niños los mataran y los tiraran también, pues se supone que sería un accidente"
“¿Como puede decir que Trujillo era un nacionalista, si su carrera militar la inició poniéndose a las órdenes de un ejército invasor, bajo la bota del ejército yanki al que sirvió vilmente, persiguiendo a los patriotas que resistían, ellos sí con nacionalismo, a la funesta invasión norteamericana del 16 al 24?.
“Ofende la inteligencia de los dominicanos al pretender decir que su abuelo no fue que ordenó asesinar a las hermanas Mirabal. ¡¡Por Dios!! “Es que hay que ser cínico y temerario para insinuar tal disparate (o hijos o nietos del asesino que tienen que vivir con esa vergüenza y estigma, que tienen que engañar y distorsionar para tener que conciliar sus conciencias).
“Hay que ver el contexto en que Trujillo ordena ese horrendo crimen. Noviembre del 60. En julio había fracasado el atentado de asesinar al presidente Betancourt de Venezuela por parte de Trujillo. La OEA (incluyendo el gobierno yanki) le impuso sanciones económicas y diplomáticas totales a Trujillo y su régimen por ese atentado, desde agosto del 60.
“Trujillo tuvo que hacer renunciar a su hermano Negro y coloca a Balaguer como presidente títere.
“La mayoría de los trujillistas, viendo el bloqueo de la OEA y la posición de los norteamericanos veían que ya a Trujillo le quedaba poco.
“Las cárceles seguían con jóvenes presos y la resistencia interna crecía. Los calieses le informaban a Trujillo de la resistencia, y la simpatía que generaban las hermanas Mirabal, a las que no les perdía la vigilancia.
Ordena trasladar los esposos (de las Mirabal), presos en La Victoria, a Puerto Plata. Y ordena al SIM asesinarlas cuando vayan a visitar sus esposos.
El propio Alicinio Peña Rivera, jefe del SIM de Santiago le dijo a Trujillo: “Jefe yo no tengo personal suficiente y capaz de matar a esas dos mujeres” (la orden original era contra Minerva y María Teresa).
“Trujilo le manda a Ciriaco de La Rosa, uno de sus criminales y esbirros más desalmados, como refuerzo para ejecutar la orden. Aun así, no la cumplieron en la primera acechanza. Y cuando Trujillo les reclamó, alegaron, con razón que en ese viaje fueron con niños.
“Después Trujillo ordenó que hasta si iban con niños los mataran y los tiraran también, pues se supone que sería un accidente.
“Finalmente, en la ocasión que ocurrió, las acompañó su hermana mayor Patria y, al igual que el compañero Rufino de la Cruz, a todos los mataron a garrotazos y simularon el accidente.
“El propio Euclides Gutiérrez, admirador y nostálgico de la dictadura, y que no desaprovecha cuanta oportunidad o resquicio encuentra para alabar algo de Trujillo, ha afirmado que decir que no fue Trujillo que ordenó y supervisó la ejecución de ese crimen es un disparate. Que aquí nadie tenía la autoridad de movilizar al SIM, coto cerrado bajo sus estrictas órdenes, para llevar a cabo un crimen tan horrendo y de tanta implicación política.
“Ramfito se la pasa diciendo que la dictadura tuvo luces y sombras.... Eso lo tiene este gobierno y el de Hipólito (por cierto su primo, por los Domínguez y trujillista nostálgico confeso).
“La era de Trujillo tuvo muchas más sombras que luces.. Es más, fue una LARGA NOCHE OSCURA QUE DURO 31 AÑOS y que hoy 30 de Mayo, Día de la Libertad, aunque tenemos muchas lacras e injusticias que superar, no podemos olvidar”.
Porfirio Rodríguez

CUANDO LAS MARIPOSAS NO VOLARON






En honor al martirilogio de las hermanas Mirabal, 
Autor : TONY PINA



Obligadas a punta de pistola a desmontarse del jeep Land Rover en el que regresaban a Salcedo por cinco matones que bloquearon el paso de la antigua carretera Duarte, con un carro “cepillo” atravesado en el puente Marapicá, las víctimas fueron metidas a empujones a una casa de adobe y caoba situada en las inmediaciones de La Cumbre.Allí, un día como hoy, hace 51 años, aguardaba a los matones el capitán Alicinio Peña Rivera para asegurarse que esta vez se cumpliera el macabro plan de asesinar a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal y de Rufino de la Cruz, no sólo un chofer, sino un amigo solidario de la familia, consciente del riesgo que asumía.

Ciriaco de la Rosa, quien llegó a Santiago una semana antes para coordinar el crimen, asignó una víctima por cada uno de los cuatro matones, tras recibir la orden del exterminio impartida por Peña Rivera, a la sazón jefe en el Cibao del Servicio de Inteligencia Militar (SIM).

A palos y con pañuelos apretados al cuello para apagar los quejidos, se consumó la matanza.

Luego, tiran los cadáveres al jeep que fue empujado al precipicio, mientras, en la prisa de la impunidad, los asesinos huyeron del entorno cómplice.

“Dos días después, en la página 9 del diario El Caribe, el periodista Domingo Saint Hilaire hijo, escribíaa desde Santiago una crónica con el lead de una pirámide construida con retorcidos datos policiales: “El conductor de un jeep y tres hermanas que viajaban como pasajeras murieron, al precipitarse el vehículo por un abismo de 50 metros de profundidad, en la vía que enlaza la carretera de Luperón con la autopista Duarte”. (El Caribe, página 9 del 27 de noviembre de 1960).

Cuando se celebró el juicio a los asesinos, en junio de 1962, De la Rosa, parado ante el juez Osvaldo Soto, quien conoció el expediente instrumentado por el fiscal del Distrito Nacional, Rafael Valera Benítez, confesó fríamente: “Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que se llevara una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Valerio eligió la más alta (Minerva); yo elegí a la más bajita y gordita (Patria), y Malleta, al chofer, Rufino de la Cruz. Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera para que avisara si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse”.

En esa ocasión en que declaró al tribunal, sin que en su ceño se advirtiera señal de arrepentimiento, acaso sí de satisfacción, el confeso asesino relató que se dirigió a Peña Rivera con la siguiente expresión: “Señor, misión cumplida”.

En su libro “Trujillo y yo” (página 68), Jhonny Abbes García, que en ese entonces no dirigía el SIM porque estaba al frente de las agresiones contra la jerarquía católica, refiere que el general José René Román Fernández (Pupo), secretario de las Fuerzas Armadas, instruyó al mayor de la Marina, Candito Torres Tejada, titular interino del SIM, para que asumiera personalmente la operación. l

Acciones previas a los asesinatos

El 18 de mayo de 1960, Minerva y María Teresa fueron juzgadas y condenadas a tres años de prisión por “atentar contra la seguridad del Estado”. En el mismo juicio fueron condenados Manolo Tavárez Justo y Leandro Guzmán, esposos de Minerva y María Teresa. Los cuatro comenzaron a purgar sus condenas en la cárcel de La Victoria, pero el 9 de agosto, en un gesto extraño de la dictadura, las dos hermanas fueron puestas en libertad.

A finales de ese mes, Manolo y Leandro fueron trasladados a la cárcel de Salcedo, aunque no habían transcurrido dos semanas cuando se les confinó en la cárcel de Puerto Plata, alegándose que el régimen había descubierto un arsenal de armas en manos de dirigentes del Movimiento Revolucionario 14 de Junio.

En realidad, el plan criminal contra las hermanas Mirabal había sido puesto en marcha. Se buscaba eliminarlas en una de las visitas a sus maridos, plan que se frustró el 18 y el 22 de noviembre porque en ambas ocasiones los esbirros argumentaron que las Mirabal andaban en compañía de niños. De ahí que el propio Peña Rivera supervisara el fiel cumplimiento del plan.

CIRIACO DE LA ROSA
Jefe del grupo de matones

Ciriaco de la Rosa llegó a Santiago en un “cepillo” del SIM el 15 de noviembre y ese mismo día constató a Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio, Néstor Antonio Pérez y Emilio Estrada Malleta, de origen cubano, para llevar a cabo los asesinatos.
Evelio Hernández: "Trujillo ordenó matar a las Mirabal"
Copiado de diariolibre

Dijo que fue testigo de excepción de la orden que terminó con las tres hermanas
SANTO DOMINGO. El comandante constitucionalista Evelio Hernández reafirmó que Rafael L. Trujillo Molina ordenó a Johnny Abbes García dar muerte a las hermanas Mirabal. Con su afirmación contradice la versión de Angelita Trujillo, en el sentido de que Luis Amiama Tió, uno de los ajusticiadores del tirano, y Segundo Imbert Barreras habían tenido participación en la planificación y ejecución de ese crimen.

En una carta enviada a este diario, Hernández explica que fue testigo de excepción de la orden de ejecutar a las Mirabal por ser parte de la XII Compañía del Ejército Nacional, ubicada en San Cristóbal y donde existía un sistema de radio para la comunicación que recibía las instrucciones y órdenes confidenciales que daban los altos mandos de las Fuerzas Armadas.

Hernández narra que el 25 de noviembre de 1960 se encontraba en la unidad de radio junto al sargento mayor Darío Piña cuando "entre las doce y doce y media (del día) llamaban insistentemente al capitán Alicinio Peña Rivera, quien estaba de puesto en Santiago, y se le preguntó: "Cuántos cocos tiene hoy la mata de cocos de Puerto Plata, y éste contestó: cuatro. Y la orden que siguió a la respuesta fue un tajante: túmbelos los cuatro".

Al día siguiente, agrega Hernández, "la noticia de la muerte de tres de las hermanas Mirabal y del chofer del vehículo que las transportaba, Rufino de la Cruz, consternaba a toda la sociedad dominicana".

"Inmediatamente concatené lo escuchado en la radio con la muerte de las tres heroínas y el chofer (pues era coherente que éstos fueran los cuatro cocos)", detalla Hernández.

Otra prueba de su planteamiento es una conversación que sostuvo años más tarde con Porfirio Dante Castillo (Popi), subjefe de la Marina de Guerra, en la que participó también Ramón Montes Arache. Según la versión de Hernández, Popi les contó que Johnny Abbes le propuso una noche en una fiesta de la Marina, la eliminación física de Minerva Mirabal, por el nivel de agitación que mantenía en el Cibao central, pero él le respondió que no "mataba mujeres".

Sostiene que ante la negativa de Popi, Abbes cambió de estrategia y gestionó que nombraran al capitán Basilio Camilio, un hombre de su confianza, como gobernador de Salcedo, tierra de las Mirabal.

En su versión de los hechos, Hernández indica que "después de tomar posesión y de unos meses en el cargo, por mandato de Abbes, Basilio Camilio aprovechó otro encuentro con 'El Jefe' para reiterarle que si no hacía algo con Minerva Mirabal no se garantizaba el Cibao Central, a lo que Trujillo contestó: 'Hagan lo que sea'". 
“Trujillo era un asesino político”
Euclides Gutierrez no esconde por sus comentarios y exposiciones su admiración por la figura de Trujillo,sin embargo es justo y desapasionado cuando analiza el caso del asesinato de las hermanas Mirabal .Del blog de José Peguero recogimos esta información,  que a su vez él toma como fuente de opiniones vertidas por el abogado y politico en un programa de la emisora Z101.
 Publicado en Noticias y más.. - Por José Peguero  
El Martes, marzo 2nd, 2010
“Trujillo era un asesino político”, que rompió todos los límites de la prudencia, aseguró hoy el historiador, Euclides Gutiérrez Félix, al referirse en El Gobierno de la Tarde, de la Z101, a las afirmaciones que hace Angelita Trujillo en su libro “Trujillo, mi padre”.
Gutiérrez Félix rechazó la afirmación de que el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, a fines de 1960, fue ordenado por Luis Amiama Tió, uno de los conspiradores para matar al dictador dominicano, al entonces secretario de las Fuerzas Armadas,José René – Pupo – Román. 
Aseguró que un crimen de esa naturaleza sólo podía hacerse en el país con el conocimiento y apoyo del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Dijo que la afirmación de la hija más pequeña del dictador es descabellada y consideró que “no se ha conocido un absurdo mayor” en torno a la historia dominicana.
Fuente: z101digital.com

Quién dio la orden de matar a las Mirabal fue Trujillo, según Joaquín Balaguer

Por Aquiles Julián


“Trujillo  utilizó la simulación hasta para engañar a sus propios hijos”.
            Joaquín Balaguer

El crimen de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz a manos de sicarios del Servicio de Inteligencia Militar, SIM, ocurrió el 25 de noviembre del 1960 mientras Joaquín Balaguer fungía de presidente títere de la tiranía.
Balaguer había asumido la indecorosa posición el 3 de agosto de 1960, en una jugarreta destinada a aparentar una liberalización del país, tras las sanciones impuestas por la OEA a nuestra república debido al atentado a la vida del presidente venezolano Rómulo Betancourt.
Frente al intento renovado de los nostálgicos de la tiranía por confundir y engañar a dominicanos ingenuos que desconocen la verdad histórica, queriendo atribuir la responsabilidad de ordenar el crimen a uno de sus ajusticiadores: el Lic. Luis Amiama Tió, calumnia que aparece formalmente registrada en el libelo “Trujillo, Mi Padre en Mis Memorias”, que firma su hija Angelita Trujillo, es oportuno recurrir a un testimonio muy oportuno, el del presidente títere en ejercicio para cuando sucedió la tragedia.
Calumniar, mentir y desinformar son viejos recursos trujillistas en que todos los serviles a aquella satrapía pulieron sus dotes.
De hecho, Balaguer mismo se llevó montones de secretos a la tumba, porque era cómplice de muchas de las inconductas de aquel régimen. Pero hubo ocasiones en que quiso deslindar responsabilidades.
Como este crimen horrendo aconteció bajo su presidencia nominal, buscó aclarar con esa particular tesitura suya de dar a entender y señalar indicios, propia de quien elude incriminarse más de la cuenta.

EL LIBRO PENDIENTE DE BALAGUER

Balaguer mismo dejó un libro que todavía no ve la luz, aunque anticipó algunos capítulos en su obra “La Palabra Encadenada”: es su libro sobre la tiranía trujillista.
Balaguer mandó que ese libro se publicara, si es que alguna vez ve la luz, veinte años después de su muerte, es decir, a partir del 2022.
Sin embargo, publicó algunos capítulos. Esas páginas son un verdadero retrato más que de Trujillo de la profunda distorsión moral del propio Balaguer, atrapado en la colaboración servil a un criminal frente al cual padecía tanto atracción como repulsión. Y esa doblez permea cada palabra, cada adjetivo.
Triste destino de quienes venden, como él, su alma al diablo literalmente.
El libro que previsiblemente se publicará será un monumento a la inmoralidad de una intelectualidad que arrojó valores, principios, cordura y decencia tras puestos, canonjías y migajas, y que no vacilaron en convertirse en calieses y sicarios.
Balaguer se emplea a fondo para mostrar que su abyección no fue exclusiva, que fue común a muchas otras figuras que luego quisieron venderse como decentes, impolutas, sanas.
Por ejemplo, un párrafo sirve para mostrar a su cofrade, el historiador Emilio Rodríguez Demorizi, en su papel de calié.
Hablando sobre la Carta Pastoral que la iglesia católica hizo leer en las iglesias el 25 de diciembre de 1959 y que encendió la irá de Trujillo y marcó el comienzo de su descalabro total, Balaguer, que era un maestro de las inferencias y las connotaciones, que empleaba con suma meticulosidad las palabras, escribe: “La primera noticia se la dio por teléfono (a Trujillo, AJ), Virgilio Álvarez Pina, quien a su vez la obtuvo de boca de Emilio Rodríguez Demorizi” (La Palabra Encadenada, Pág. 310).
Ese “la obtuvo de boca de Emilio Rodríguez Demorizi” señala a aquel como calié del régimen, algo  que todo funcionario de la Era lo era, pues era una precondición para tener una posición pública el ser calié. No hubo nadie en la administración pública que no lo fuera, incluyendo al propio Balaguer.

BALAGUER, DE PUÑO Y LETRA, SEÑALA A TRUJILLO COMO MANDANTE DEL CRIMEN

Personalidad tortuosa y amiga de la teatralidad y el disimulo, Trujillo gustaba de jugar con la inteligencia de los demás y mantenía una farsa continua.
Balaguer lo pinta en una frase concisa: “Fingía a toda hora y en todas las ocasiones”.
Entonces, nos cuenta el asunto que nos interesa: la responsabilidad de Trujillo en aquel crimen inmundo.
Leamos a Balaguer:
“Sus simulaciones eran muchas veces cínicas. Cuando las hermanas Mirabal fueron asesinadas y se hizo pública la especie de que habían perecido en un accidente en la carretera Luperón, Trujillo llamó a su residencia de Fundación al mayor Cándido Torres, encargado en esos momentos de los Servicios de Seguridad. “¿Qué hay de nuevo?” , le preguntó con aire despreocupado. Cuando el interpelado empezaba a informarle sobre las últimas novedades del departamento a su cargo, Trujillo lo interrumpió  para decirle: “Y no sabe usted que las hermanas Mirabal han sufrido un accidente y que es posible que ese crimen se achaque al Servicio de Inteligencia, como ocurre cada vez que muere alguien señalado por el rumor público como enemigo del Gobierno? Váyase seguido y adopte las medidas que sean de lugar para que ese acontecimiento casual no se tome como pretexto para un escándalo”. El Mayor Torres salió de allí confundido. La muerte de las hermanas Mirabal había sido largamente elaborada. La orden había llegado hasta el Servicio de Seguridad, pero los mismos sabuesos que se habían formado en esa escuela de crímenes habían retrocedido ante esa monstruosidad. Johnny Abbes García, cerebro diabólico que introdujo en el presidio de “La Cuarenta” los sistemas de tortura más odiosos, escurrió el bulto a semejante iniquidad y precipitó con ese fin el viaje que hizo a fines de 1960 a Chevoslovaquia y a otros países situados tras la Cortina de Hierro. El Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, general José Román Fernández, a través de quien fue transmitida la orden, tuvo que hacer uso de toda su autoridad para que se cumpliera el hecho horrendo. Una vez consumada la iniquidad, sin duda el más repugnante de los crímenes realizados durante la Era de Trujillo, el responsable del hecho se presentaba ante sus propios esbirros como un ser inocente que había sido abrumado por la noticia. Algunos días después, pasando frente al precipicio en que las tres hermanas fueron victimizadas, Trujillo hizo detener su automóvil para decir a su acompañante, el señor Virgilio Álvarez Pina: “Aquí fue donde murieron las hermanas Mirabal. Qué Dios las tenga en gloria” (La Palabra Encadenada, Págs.316-318).
La narración de Balaguer muestra claramente quién ordenó el crimen: el propio Trujillo, al que llama “el responsable del hecho”. Si alguien sabía eso, era Balaguer, en cuya presidencia aconteció el crimen.

UN LAPSUS LINGUAE DE TRUJILLO

Sigmund Freud describió en su libro “Psicopatología de la vida cotidiana” el lapsus linguae, el error involuntario al hablar que ponía en evidencia una verdad que el individuo hablante intentaba reprimir y ocultar.
El lapsus linguae, el resbalón de lengua, declara inconscientemente aquello que el perpetrante persigue ocultar. Su habla lo traiciona.
Y Trujillo, en el relato de Balaguer, incurre en uno.
Cuando le dice al Mayor Cándido Torres, mismo que había cursado la orden para asesinar a las Mirabal que provenía de él, de Trujillo: “¿Y no sabe usted que las hermanas Mirabal han sufrido un accidente y que es posible que ese crimense achaque al Servicio de Inteligencia, como ocurre cada vez que muere alguien señalado por el rumor público como enemigo del Gobierno?”, Trujillo se denuncia a sí mismo al calificar de crimen lo que él mismo antes tildaba de accidente.
Su inconsciente lo traicionó.
Balaguer recogió y preservó la conversación para la posteridad.
Y puso en ella la evidencia de la culpabilidad del propio Trujillo en el crimen, pese a su teatralidad y a su simulación.
Quería que se supiera bien quién era el responsable, de forma que esa sangre no le salpicara, algo que él no podía impedir porque era una de las principales figuras del régimen que asesinó a las Mirabal y la sangre de esas mártires también a él lo embarra.

UN ESTADO ASESINO Y DE ASESINOS

La tiranía trujillista instaló un Estado asesino, integrado por asesinos y servidores de asesinos.
Nadie escapó a esas responsabilidades.
El mismo Balaguer, cómplice de Trujillo y presidente nominal por entonces del país, escribe que “La muerte de las hermanas Mirabal había sido largamente elaborada”...

DEL ARTICULO  REVISIONISMO HISTORICO Y TRUJILLO
Por Carlos Báez 

"Trujillo se inicio en el poder con el crimen de una mujer la esposa de Martínez Reyna estando embarazada , con su gente mató miles por razones políticas ,torturó ,desapareció ,”accidento”   y colmó de terror a todos los que no le amaban con fé y devoción en 31 años.Por ultimo para coronar su “maravillosa”  administración, terminó su régimen así como comenzó: eliminando mujeres ,con el crimen horrible de las hermanas Mirabal que cada 25 de Noviembre cumple un año mas de triste  recordación .Inspirado en esto se creó en 1999 el día internacional de la no violencia contra la mujer.

Contrario a las mentiras que han dicho últimamente sobre este horrendo ,atroz y  desafortunado hecho  como parte de la revisión  peyorativa de la historia particular de la familia del dictador ,su pariente , amigo y colaborador de toda una vida Don Virgilio Alvarez Pina  (Don Cucho )dice en relación a este vulgar asesinato  en la pagina 151 de sus memorias  : “Trujillo se refería a esto como un acontecimiento ajeno a su voluntad, pero los que le rodeábamos sabíamos que ordenes de esa naturaleza no podían provenir de ninguna autoridad inferior al arbitro nacional y mucho menos producirse sin su consentimiento expreso”


¿Qué fue de los asesinos de las Hermanas Mirabal?

 Eva Alvarez

 El 27 de junio de 1962, comenzó el juicio contra los asesinos de las Hermanas Mirabal. Después de más de treinta sesiones, el 25 de noviembre de ese mismo año la Cámara Penal Nacional dominicana condenó a Manuel Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta y Ramón Emilio Rojas Lora a 30 años de prisión y trabajos públicos y a Ciriaco de la Rosa, Néstor Antonio Pérez Terrero, Víctor Alicinio Peña Rivera y Cándido Torres Tejada (prófugo) a 20 años de prisión y trabajos públicos.

Montes Arache puso en libertad a Peña Rivera
Durante la Revolución de 1965, el ex jefe de la marina de guerra y por aquel entonces militar constitucionalista Manuel Ramón Montes Arache tuvo a bien poner en libertad a Peña Rivera. Ex jefe del SIM en el Cibao, hubiera salido de la República Dominicana tras el ajusticiamiento del tirano con los Trujillo de no haber sido detenido por el general Pedro Ramón Rodríguez Echavarría. Pocos meses después, el resto de los asesinos serían puestos en libertad por el entonces coronel Neit R. Nivar Seijas. Ninguno de los asesinos de las heroínas de Salcedo cumplió más que cuatro años de prisión.
¿Qué ocurrió, tras su puesta en libertad, con los asesinos de las Mirabal?
Asesinos de las Hermanas Mirabal durante el juicio
Victor Alicinio Peña Rivera: Gracias a sus contactos militares, logró escapar hasta Puerto Rico. Más tarde se radicó en Estados Unidos, concretamente en Miami. Se dedicó a vivir de las rentas dictatoriales, escribiendo sobre Trujillo y el play-boy y maltratador de mujeres Porfirio Rubirosa. Llegó incluso a volver a la República Dominicana, presumiendo de su conciencia tranquila y categoría de mandado, ofreciendo entrevistas a todo el que lo quisiera escuchar. Sus víctimas y el pueblo solidario reaccionaron con coraje y abandonó el país con protección y trato de favor. Murió de cáncer en Puerto Rico durante el año 2001.
Ciriaco de la Rosa: Se mudó a Lawrence con Estrada Malleta, ludópata al igual que él, terminando a mal por líos de juego. Siendo entrevistado, mantuvo la actitud victimista del juicio, dando a entender que él no tuvo otro remendio que actuar según órdenes. Lo que olvidó este mentiroso patológico, fue mencionar otros de sus funestos crímenes, como los de Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza, por poner alguno entre tantos ejemplos. Sus hijos también lo calificaron de excelentísimo padre y sus vecinos destacaron que siempre saludaba. Murió en el mismo Lawrence durante 2002. 
Candito Torres: Fue el único que nunca entró en prisión. Salió de República Dominicana con los Trujillo, no siendo nunca extraditado. No me consta que haya muerto en La Vega, como por ahí he llegado a leer, inclinándome más por la opción de que aún vive en Estados Unidos.
Cruz Valerio: No he logrado averiguar nada de él, pero al igual que Ciriaco de la Rosa y otros demonios de la dictadura trujillista se cambiaron el nombre; probablemente éste hiciera lo mismo.
Estrada Malleta: Tras su pelea con Ciriaco de la Rosa, se trasladó a vivir a Miami. Cubano de Batista -lo que comunmente conocemos como gusano-, también modificó su identidad a posteriori. Se comenta que pudo morir en los últimos años, noticia no confirmada.
Rojas Lora: Continuó viviendo en República Dominicana. Pese a las murmuraciones, nadie se atrevió a hacerle nada. No le dio buena vida a su familia, dejándolos llenos de problemas y sin un centavo. Murió a consecuencia de una caída en el barrio de Los Mina, uno de los más pobres y conflictivos de Santo Domingo, hace algunos años.
Pérez Terrero: No sé mucho de su vida, lo único que me consta es que ya murió.
Lo que me pasma es que nadie tuviera las agallas de volver a enjuiciarlos -consecuencias de que aún muchas manos manchadas de sangre permanezcan en posiciones privilegiadas-, de devolverlos a la cárcel -de donde nunca debieron salir-, ó de hacerles probar directamente de su propia medicina.



Minou pide desterrar el trujillismo a 50 años  de los asesinatos de su madre y tías  
 Autor: Miguel Cruz Tejada


NUEVA YORK._ Minou Tavarez Mirabal, hija de Minerva Mirabal Reyes y diputada por el PLD pide al país desterrar para siempre el trujillismo del que dice, algunos proyectos políticos quieren resucitar.










La hija de Minerva Mirabal, una de las heroínas que hace 50 años fue asesinada junto a sus hermanas Patria, María Teresa y el chofer Rufino de la Cruz por órdenes directas del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina (Chapita), pidió anoche al pueblo dominicano desterrar para siempre el trujillismo y dijo que en cada rinconcito del país, mucha gente aún con sus pocos recursos, han rendido homenaje a las víctimas, con lo que les están diciendo “no” aquellos que quieren que haya un retroceso.
Minou, que es diputada del PLD hizo el pedido en un mensaje telefónico que envió anoche a compañeras y compañeros de su partido durante la celebración del acto “Mariposas Inolvidables”, señalando que los tienen proyectos políticos con los que ansían la vuelta a la tiranía y queriendo promover un trujillismo que fue exterminado cuando fue ajusticiado el tirano en 1961.
“Tenemos que enterrar ese capítulo del 30 de mayo del 61 y terminar de eliminarlo de la cultura dominicana para dejarlo atrás y sacar esa hoja de nuestra historia, escribiendo la de la patria que soñaron y por la que dieron sus vidas, no sólo las hermanas Mirabal, sino miles de hombres y mujeres dominicanas”, agregó la legisladora.
Exhortó a los dominicanos a unirse en el grito de “no pasarán” y trabajar cada vez más para construir la patria a  las que aspiraron los padres y las madres de las generaciones pos Trujillo y que les fue negada.
“No podemos volver a vivir el atropello, el asesinato, el robo y la falta de posibilidades de expresarse y querer decir lo que piensan, como ocurría en esa época durante la cual, nadie podía estar reunidos como está ustedes ahora”, añadió Minou.
“Las hermanas Mirabal y cientos de hombres y mujeres a través de la historia, han dado sus vidas por amor a una República Dominicana a la que ustedes contribuyen a construir con sus aportes. Estamos luchando por un país mejor cada día y en el que las mujeres tengamos más participación y podamos contribuir a la democracia”, precisó.
Indicó que ese es el mensaje y el legado más importante que se puede  recibir de su madre Minerva, Patria y María Teresa y que es reconocido en todos los rincones del mundo”.
Dijo que el ejemplo de las heroínas, debe servir para que las mujeres dominicanas y del mundo, se sumen al activismo político para fortalecer la democracia.
La legisladora oficialista expresó que en estos días de conmemoración de medio siglo de la democracia dominicana, ese episodio de la historia, no debe repetirse nunca jamás, para que ningún dominicano y dominicana, no vuelva a sufrir la falta de derechos, libertad de expresión, trabajar por lo quieran.
En su página de Facebook, la diputada peledeísta escribió el pasado domingo que “y es también gritar que nunca estuvieron ellas tan vivas como lo están hoy, en este pequeño segundo en que se convierten cincuenta años de ausencia, cuando la democracia, la libertad y el amor siguen siendo, como siempre, al igual que el de ellas, nuestro propio y actualísimo reto!”

domingo, 24 de noviembre de 2013

LAS HERMANAS MIRABAL .LA TRISTE HISTORIA DE UN DESALMADO Y SU INTOLERANCIA

Cada 25 de noviembre en memoria de las hermanas Mirabal vía la resolución 50/134 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el día 17 de diciembre de 1999, se celebra anualmente "El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer" (o DIEVCM),  

 LA DECISIÓN A MATAR LAS HERMANAS MIRABAL

EL ASESINATO
 





El asesinato de las hermanas Mirabal

El Homicidio de las Hermanas Mirabal
Existían varias circunstancias que podían haber contribuido a la decisión de Trujillo a matar las hermanas Mirabal. Ella respresentaban un peligro para su régimen porque eran bien-conocidas y admiradas en todas partes del país. No importaba cuántas veces Trujillo las arrestaba ni cuántas de sus propiedades y posesiones él confiscaba; Minerva, Patria y Maria Teresa se negaban a dejar su misión de restaurar la democracia y las libertades civiles a la nación. Se sabía que a Trujillo, un hombre casado, le gustaba seducir a las muchachas jóvenes y mantenía a sus varias amantes en sus mansiones por todo el país. En la celebración de 1949 en San Cristóbal, Trujillo falló en su esfuerzo a seducir a Minerva. En su libro Tres Heroínas y un Tírano, Miguel A. García habla de esta conversación entre Minerva y el dictador mientras que bailaban:
TRUJILLO: ¿Ustéd está de acuerdo con mi línea política?MINERVA: No me interesa la política.
TRUJILLO: ¿Y si yo le mando a mis súbditos para que la conquisten?
MINERVA: ¿Y si yo conquisto a sus súbditos?

Fuente :abc.es

El asesinato de las hermanas Mirabal
Minerva, Patria y Maria Teresa, las hermanas Mirabal
Actualizado Miércoles , 23-12-09 a las 19 : 42
El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se encontraron en el fondo de un acantilado en la costa de la República Dominicana. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa como un trágico accidente por Trujillo, el dictador dominicano que dio la orden de acabar con ellas, contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis meses después, con el asesinato del caudillo.
En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el municipio más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal.
Estas mujeres, que habían mostrado un interés muy temprano por los estudios, dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida por las condecoraciones.
El mismo hombre, protagonista de uno de los más acusados cultos a la personalidad del siglo XX, que arrebató casi toda la fortuna a su familia cuando llegó al poder. Convencidas «Las Mariposas» –así era conocidas entre sus compañeros de lucha– de que Trujillo llevaría al país a un auténtico caos, decidieron formar el grupo de oposición«Agrupación Política 14 de Junio».
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron encarceladas y torturadas en no pocas ocasiones, a pesar de los cual decidieron continuar luchando con el único objetivo de acabar con la dictadura.
El asesinato de las hermanas Mirabal
Leónidas Trujillo saludando a Franco durante su visita a España en 1954
Cuando «El Chivo» comprobó que la cárcel no era suficiente para detener aquella actividad clandestina, a la que cada día se iban uniendo más adeptos, decidió acabar con ellas. Eran los últimos años de la década de los 50, en los que se estaba despertando una fuerte inquietud social en toda América Latina, con la caída de varios dictadores y el triunfo de Fidel Castro.
Las hermanas Mirabal habían comentado a sus maridos, en una visita a la cárcel donde se encontraban recluidos, los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un «accidente», como se denominaba entonces a la manera que utilizaba el régimen de ordenar la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de ocultar el crimen.
Uno de los esposos, Manolo, sugirió que debían acabar con los viajes y marcharse a Puerto Plata para evitar el paso por las carreteras, pero ya era tarde: la orden de asesinar a las hermanas ya había sido dada.
Cinco miembros del Servicio de Inteligencia Militar detuvieron el jeep en el que regresaban de la prisión, las introdujeron a empujones en un coche y las llevaron a un lugar previamente escogido, cerca de La Cumbre.
Eran aproximadamente las 19:30. Allí las mataron a golpes y colocaron sus cadáveres en el jeep, antes de arrojarlo por el precipicio.
Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, lo contaría más tarde: «Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas […] Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran liquidado a todos

viernes, 22 de noviembre de 2013

Hace 52 años: la rebelión de los pilotos


Por FEDERICO MARCOS DIDIEZ
Hace 52 años, seis miembros de la Fuerza Aérea Dominicana impidieron que José Arismendi (Petán) y Héctor Bienvenido Trujillo Molina retornaran al poder y restauraran el régimen que por 31 años encabezara su hermano, el dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Este acto de coraje, patriotismo y valentía, fue encabezado por el comandante de la base aérea de Santiago de los Caballeros de ese entonces, el general Pedro Rafael Rodríguez Echavarría (Chava),  y los oficiales superiores Pedro Santiago Rodríguez Echavarría (Chaguito), sub-jefe técnico; Federico Fernández Smester, Rafael Hernández Beato, jefe de mantenimiento de los aviones en la Base Aérea de Santiago; Nelton González Pomares, director de operaciones; Andrés Rodríguez Méndez, comandante de la base de Barahona; Raymundo Polanco Alegría, comandante del Escuadrón Caza Ramfis; Ismael Emilio R. Román Carbuccia, enlace Santiago-San Isidro y Manuel Durán Guzmán.
Estos evitaron el complot ideado por Petán y Ramfis Trujillo para derrocar a Joaquín Balaguer de la presidencia de la república, plan este que se realizaría justamente el 19 de noviembre de 1961. Esta acción que fue determinante para iniciar la democracia y poner fin a los meses sangrientos luego de dar muerte al tirano evitando un río de sangre y acelerar la salida de familia Trujillo hacia extranjero.
Fue a finales de junio de 1961 que el Curita, apodo del teniente coronel piloto Durán Guzmán, comenzó a hilar con cautela, los primeros pasos de una conspiración memorable, contactando en primera instancia a sus amigos más cercanos, seguro de que se estaba jugando con su carrera de piloto, y tal vez con su vida. En conversaciones sostenidas, la primera vez que le habló a su compañero y comandante de Escuadrón, el teniente coronel piloto Nelton González Pomares.
Estas conversaciones destaparon el deseo de libertad y siguieron hablando con otros compañeros y le plantearon el escenario al teniente coronel piloto Raimundo Polanco Alegría, comandante del Grupo de Caza Ramfis, arriesgando su pellejo, además también al coronel piloto Pedro Rodríguez Echavarría “Chaguito” sub jefe técnico, muy amigo estos dos y de toda la familia Trujillo.
Con mucha evasiva, burlando los servicios de inteligencia, Polanco y Rodríguez Echavarría fueron abordados, con su aceptación, se realizaron reuniones dentro de los carros para no despertar sospechas, así inicio la orden de operaciones. Polanco Alegría acepto de inmediato, pero “Chaguito” le manifestó que solo aceptaría si su hermano, el general Rafael Rodríguez Echavarría, Comandante de la Base de Santiago, entraba en el asunto también.
Al norte del país, en la casa del Comandante de la Base de Santiago se produjo la primera conversación entre los dos oficiales. Sentados, el general Echavarría oyó los argumentos, se para y les dice que entraba, solo si era el jefe del movimiento, y que solo se actuaría después que Ramfis dejara el país y que lo más importante era evitar la matanza de gente inocente, se iniciaría el movimiento de los aviones bajo cualquier pretexto, estos solo debían atacar los residuos de la tiranía. El grupo de pilotos, coincidían con las ideas del general Echavarría, el cual tenía mucha información y le había tomado el pulso a la situación desde Santiago.
Esto ocurrió un día después que Ramfis asesinó en Hacienda María a seis de los ajusticiadores de su padre, a los héroes Roberto Pastoriza, Luís Manuel Cáceres (Tunti), Rafael Estrella Sadhalá, Wáscar Tejada y  Modesto Díaz y luego marcharse del país por vía marítima.
EL PLAN
El plan de los Trujillo consistía en destituir al presidente Balaguer y el asesinato de los principales líderes de todos los movimientos antitrujillistas tales como la Unión Cívica y el 14 de Junio conjuntamente con la dispersión de los aviones situados en la Base de San Isidro a otros lugares del interior del país. Esta última acción correspondía al general Fernando Sánchez (Tunti) y los pilotos la desobedecieron cumpliendo así al mandato del general Pedro Rafael Rodríguez Echavarríay en vez de dispersar los aviones a distintos puntos del país, los aterrizaron en la base aérea de Santiago.
Balaguer encabezaba la lista de los dirigentes políticos que iban a ser asesinados en todo el país. Todo esto fue planeado la noche del 18 de noviembre en la Base Aérea de San Isidro por Petán Trujillo, el jefe de la Fuerza Aérea, Tunti Sánchez, y los jefes regionales del temido Servicio de Inteligencia Militar (SIM), incluyendo a Víctor Alicinio Peña Rivera, quien mataría los políticos y antitrujillistas del Cibao.
Del escritorio de Peña Rivera, jefe del SIM en el norte, sacaron la lista de las personas a eliminar, que incluía a militares sospechosos de ser desleales. La historia reconoce esta macabra acción como "la Noche de San Bartolomé", la que perseguía asesinar a los más sobresalientes políticos opuestos al régimen trujillista.
El general Pedro Rafael Rodríguez Echavarría como comandante de la base aérea de Santiago, obtuvo el apoyo unánime de todos sus subordinados para poder gestar su acción patriótica con éxito obteniendo también el apoyo del agregado militar de los Estados Unidos en el país, coronel Edward Simmons, quien aseguró el respaldo de los aviones estacionados dentro de los navíos de su país que estaban en aguas de la capital.
El general Rodríguez Echavarría tenía un mando efectivo, liderazgo entre los pilotos, prestigio y relaciones con los diferentes jefes de las fuerzas armadas y sobre todo, conexiones políticas importantes, inclusive en la incipiente oposición.
Preparando el escenario, cuando el teniente coronel piloto Santiago Rodríguez Echavarría “Chaguito” despegó de San Isidro en un avión C-46, a las 6:30 de la mañana, con el pretexto de llevar gomas de aviones para Santiago, el general Rodríguez Echavarría “Chavá”, ordenó el inicio de los ataques. Ya en el aire le anuncio a su hermano por la radio que había decolado sin novedad. Desde antes, más o menos a las 5:30 de la mañana, se iniciaron los despegues de aeronaves para efectuar el movimiento planificado.
LOS ATAQUES
Serían cerca de las 8:00, cuando se iniciaron los primeros ataques a San Isidro. La orden especificaba era no disparar a los edificios. Por tal motivo, el teniente coronel piloto González Pomares y su ala, el mayor Ramírez Gómez, dirigieron cohetes y cañones hacia el “Batallón Blindado AMD”, tomando en cuenta la prioridad de ataque de estos.
El esquema de la operación se basaba en la disuasión. Otro elemento de aviones, integrado por el teniente coronel piloto Fernández Smester y el capitán piloto Dipp Medina atacó la unidad de artillería del Ejército. Otras aeronaves dispararon a la Jefatura del Ejército situada en lo que es hoy la Base Naval 27 de febrero, entonces 18 de Diciembre.
Todos los aviones fueron llevados con motivo de un supuesto ejercicio a diferentes puntos del país. La mayoría de los aviones AT- 6 fueron concentrados en el aeródromo de Consuelo. Justamente a las 8 de la mañana de aquel 19 de noviembre que era domingo, la artillería y la escuadra de tanqueros de la Base Aérea de San Isidro fueron bombardeadas al igual que el puente de La Vega para así evitar que los equipos militares ubicados allí llegaran hasta Santiago y el regimiento de Valverde. Petán Trujillo llegó a disparar con una metralleta a los aviones que bombardeaban. Otras instalaciones militares que siguieron leales a Trujillo como las fortalezas Mao y Puerto Plata.
Una escuadrilla de Mustang P-51D, liderados por el teniente coronel piloto Malagón Montesano, e integrada por el mayor piloto Ortega Piñeyro, el segundo teniente piloto Mena y Mena  y el segundo teniente piloto Viñals Cabrera, atacaron con bombas y cohetes la artillería de la Base Aérea. 
La capital inundada de falsos rumores, el general Echavarría “Chavá”, llamaba por teléfono a los generales del ejército, dándoles un “ultimátum” ordenándoles que los cañones de sus armas pesadas tenían que apuntar visiblemente para el suelo. Las oleadas de ataques se sucedían, desde y hacia Santiago, donde los aviones eran reabastecidos de combustibles y armas, por un equipo de técnicos al mando del teniente Hernández Beato apodado “El Maco”.
Los pilotos, segundos tenientes pilotos Morales Bobadilla, Guzmán Pérez, Acosta Paulino, Julito Sánchez, Rodríguez Conde,  y Rojas Nolasco. Los mayores pilotos Sánchez Pérez, Martínez Polanco, Martínez Rincón, Marino Polanco Tovar y el capitán Rodríguez Núñez y muchos otros, realizaron otras actividades dentro de la operación aérea. La mayoría de los aviones AT-6 Texan, piloteados por los oficiales más nuevos, fueron concentrados en el aeródromo de Consuelo, bajo el mando del segundo teniente Hernández Díaz.
Una patrulla de reconocimiento sobrevoló la fortaleza de Mao para verificar si el general Rodríguez Reyes del ejército, había cumplido las exigencias de “Chava”. En un primer pasaje a baja altura, se confirmó todo, todavía la bandera del generalísimo y los tanques no estaban, solo se oyó el fuego de armas ligeras impactó sin consecuencias al avión de reconocimiento, por tal motivo se ordeno al teniente coronel piloto González Pomares atacar a Mao.  
Cuando los aviones sobrevolaron la fortaleza de la Ciudad de Mao, se derramo fuego sobre el campamento, obligando a su comandante a deponer su actitud, lo mismo pasó en Puerto Plata, con general Dujarric del ejército, quien no acató las advertencias de “Chava”, recibiendo un ataque con los mismos resultados. 
Por otro lado, más al sur, la Base Aérea de Barahona no operó. El general de brigada piloto Rodríguez Méndez enviado por avión a esa zona, no pudo tomar el mando, porque fue hecho preso por el comandante en ese momento Luis Beuchamps. El teniente coronel piloto Polanco Alegría junto al general Rodríguez, intervino disuadiendo a las tropas, ya que los pilotos no podían emprender vuelos con esa situación.
El General Tunty Sánchez, llega a San Isidro, a media mañana, impartiendo de inmediato ordenes a la base de Barahona para atacar a Santiago. La orden de Tunti Sánchez cayó en el vacío, pues la llamada fue recibida por el teniente coronel piloto Polanco Alegría, que la distorsiono, desconectando el teléfono, haciéndole creer a Beuchamps, que el asunto se resolvería.   
Por otro lado, los pilotos de la escuadrilla de Vampiros MK, apostados en “Punta Caucedo”, eran el mayor piloto Nerys Abréu y los primeros tenientes pilotos, Percival Peña,  Bodden López. También, los segundos tenientes pilotos De la Rosa Pimentel y Ramón Andrés Peralta, liderados por el teniente coronel piloto Folch Pérez.
Estos fueron obligados por los mayores Acevedo Burgos y Rodríguez Colón del ejército a no acercarse a los aviones, amenazados por el emplazamiento de dos ametralladoras calibre .50, colocadas frente a ellos para evitar que despegaran. Finalmente, estos recibieron la orden de volar a San Isidro, despegando cada cinco minutos con la orden de que tenían que aproximarse a la Base con el tren a la vista, para que no fueran abatidos por el fuego antiaéreo preparado para esto.
Dos bombarderos livianos Liberator B-26 sobrevolaron la Base y se dirigieron a bombardear la sede del CEFA, problemas técnicos impidieron este ataque. Cuando se propago el rumor de que los blindados se dirigían a Santiago, el general Echavarría “Chavá”  le ordenó al teniente coronel piloto Malagón Montesano piloto de un Mustang P-51D, la destrucción del Puente sobre el río Yuna, misión realizada sin resultado esperado.
El general Rodríguez Echavarría al ver esta situación, exigió que los tanques retornaran a la base y que fueran colocados en la cabecera de la pista 21, dispersos y sin tripulación, para ser avistados por las patrullas aéreas de reconocimiento. Al mediodía, se detuvieron los ataques y “Chavá” comenzó a negociar con el presidente Balaguer, bajo la divisa de la salida de todos los Trujillo y sus secuaces.
 “Chaguito” sería mandado en helicóptero a Palacio a negociar, en ese ínterin a solicitud el general Félix Hermida, fue nombrado Jefe de Estado Mayor interino de la AMD como una de las exigencias de Rodríguez Echavarría para el cese al fuego. Joaquín Balaguer accedió a las peticiones y nombró posteriormente a Rodríguez Echavarría como  Secretario de las Fuerzas Armadas. 
El presidente Balaguer agradeció la acción al general Rodríguez Echavarría. Luego, Balaguer se comunicó con el coronel Hernando Ramírez en la Base Aérea de San Isidro y le pidió que llevara al Palacio al general Tunti Sánchez y a Petán, quienes no opusieron resistencia.
HUIDA
 Los remanentes del trujillismo, bajo esa presión y ataques, decidieron irse a pesar de que la intención de Negro y Petan Trujillo era asesinar a Balaguer y otros que representaban un obstáculo que interfiriera con sus planes de quedarse con el poder cerrando el capitulo sombrío de una dictadura que parecía no terminar, con pretensiones de continuidad de opresión por parte de sus tentáculos que absorbieron por más de treinta años la paciencia y tranquilidad de los dominicanos.
Como una paradoja del destino, estos pilotos le dieron fin a la dictadura, se convirtieron en el verdugo de la tiranía, tomando la base de la Aviación Militar Dominicana como centro de acopio del poderío más temido y primero dentro de nuestras Fuerzas Armadas. La Base Aérea Presidente Trujillo como se le llamaba entonces, constituía la base del poder militar para enfrentar las amenazas de continuidad, siendo la AMD, una torre de control donde se concentró todo el mando militar, contando con la mejor infantería, artillería, blindados y aviones de combate,  poderío combinado único para esa época.
De no haber sido por ese levantamiento militar que encabezó el comandante de la base aérea de Santiago, el general piloto Pedro Rafael Rodríguez Echavarría, quien dirigió el alzamiento militar que expulsó del país a la familia Trujillo y frustró el golpe que sería encabezado por los hermanos Héctor Bienvenido y José Arismendi Trujillo Molina, la dictadura trujillista habría retornado a sus conocidos métodos de represión sangrienta, y habría convertido el país en un montón de cadáveres de dirigentes opositores.
Estos militares, en vez de tomar el poder político, apoyaron a Balaguer para que sacara a los Trujillo del país cuya acción fue determinante para
considerar el inicio de la democracia en el país, evitando que desapareciera la clase política opositora al régimen trujillista. Es por esto que Debemos reconocer a esos héroes anónimos que con sus iniciativas nos dieron la libertad apostando a un mejor porvenir.
El 17 de octubre del 2012, Radhamés Ramos García, diputado por la provincia La Vega sometió un proyecto de ley que declara el 19 de noviembre como Día Nacional del Renacer de la democracia Dominicana en honor al Complot de los Pilotos de la Base Aérea de Santiago.

EL MERENGUE Y TRUJILLO

  • AQUÍ

CUENTO SOBRE LA DICTADURA DE TRUJILLO

COMUNICACION Y PRENSA EN LA DICTADURA DE TRUJILLO

POESIA EN LA DICTADURA