La muerte del líder cubano Fidel Castro ha servido para que a mucha gente, tanto en el Perú como afuera, se le caiga la careta de defensores de los derechos humanos y la democracia, para dejar al descubierto su verdadero rostro, ese que nos hace ver que para ellos existen “dos tipos” de dictadores: el bueno, que es aquel que pregona el socialismo y comulga con sus ideas; y el malo, el que es de derecha y abre los mercados, aunque ambos sean igual de tiranos y criminales.
Esa doble moral es la que lleva a esta gente echar lágrimas y flores sobre la tumba de Fidel Castro, uno de los más grandes tiranos que ha parido América Latina y quizá el mundo entero, y a condenar a otros de su misma calaña, pero “de derecha” como Augusto Pinochet y Rafael Leónidas Trujillo; o a Alberto Fujimori, si hablamos de nuestros “progres” locales que por estos días no dejan a alabar al otrora guerrillero de la Sierra Maestra, pese a sus crímenes y comprobados robos.
Un ejemplo de cómo se mide con diferente vara a los dictadores, dependiendo si son amigos de izquierda o enemigos de derecha, han sido las portadas de El País tras la muerte de Pinochet en 2006 y la de Castro. En el primer caso ponen “Murió Pinochet sin responder de sus crímenes ante la justicia”. Ante el segundo hecho, este medio español coloca “Muere Fidel Castro, símbolo del sueño revolucionario”. ¿No se supone que ambos eran un par de tiranos y ladrones de última categoría?
Suscribo lo señalado por el periodista Andrés Oppenheimer a través de un video difundido en las últimas horas, en que cuestiona que algunos presidentes de la región califiquen como “valiente” a Castro, cuando en realidad nunca fue capaz de permitir elecciones libres en 57 años, prensa independiente, partidos políticos distintos al suyo y mandó a fusilar a sus críticos por proponer alternativas opuestas a su trasnochado socialismo. ¿Así se es un “valiente”?
Es una lástima que a estas alturas de nuestra historia, exista gente que aún no tenga claro que una dictadura, venga de donde venga, sea de izquierda, de derecha, de centro o “de todo lo contrario”, es nefasta y debe ser combatida desde todos los frentes. Sea Castro, Maduro, Pinochet, Ortega, Fujimori o quien sea, la falta de democracia y libertades tiene que ser combatida. ¿O es que para la izquierda vale la frase “mata y roba, pero busca la ‘justicia social’”? Ya pues.
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