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SANTO DOMINGO. El arquitecto Cristian Martínez Villanueva, quien diseñó y supervisó la construcción de la Plaza de la Bandera, inaugurada en la década de 1970, criticó la instalación de una réplica de la torre Eiffel frente al monumento, una decisión que consideró como “un craso error que nuestro país no se puede dar el lujo de tomarlo a la ligera”.
Argumenta que para que este símbolo tenga la fuerza necesaria, “debe tener una relación profunda con el entorno”.
“Toda esa área circundante debe tener ese ritmo paisajístico donde predomine la horizontalidad, para que nada compita con la simbología del monumento, y eso es precisamente lo que se vulneró”, explicó Martínez en un texto remitido a Diario Libre, quien también es director del Museo del Hombre Dominicano.
Por motivo de la Navidad, el Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste contrató por RD$1,166,886.29 la instalación de una réplica de la torre Eiffel elaborada por el experimentado herrero José Ignacio Morales, conocido como “El Artístico”. Este también fue el responsable de “El reloj del tiempo”, una estructura de acero ubicada en el boulevard de la avenida 27 de Febrero.
Morales tampoco está muy complacido con la localización de la torre -cuya altura rectificó es de 65 pies- que elaboró en 2015 para la entrada de la cerrada discoteca Euro Club del hotel Hispaniola, y vendida al Ayuntamiento por RD$500,000. Sin embargo, la reproducción ha llamado la atención de gente que la ha aprovechado para tomarse fotografías de bodas o por curiosidad.
La Plaza de la Bandera se inauguró con el nombre de Plaza de la Independencia. Fue reinaugurada luego de una remodelación en 1997 como centro de un complejo de edificios públicos que incluye las sedes del Ministerio de Defensa, la Junta Central Electoral, el Instituto de Estabilización de Precios (Inespre), el Instituto Agrario Dominicano (IAD), el Centro de Importación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) y el Tribunal Constitucional.
A continuación el texto enviado por el arquitecto Martínez Villanueva:
EL MEOLLO DEL ASUNTO...
Hace algunos días supe por las redes sociales que en los alrededores de la Plaza de la Bandera y Tumba del Soldado Desconocido se había colocado una réplica (en menor tamaño naturalmente) del símbolo de París, capital de Francia, la torre Eiffel.
Hace algunos días supe por las redes sociales que en los alrededores de la Plaza de la Bandera y Tumba del Soldado Desconocido se había colocado una réplica (en menor tamaño naturalmente) del símbolo de París, capital de Francia, la torre Eiffel.
No se hicieron esperar los comentarios sarcásticos al respeto. Sin dudas que las redes sociales están despiertas y reaccionaron con el humor negro que el caso ameritaba.
Siendo quien escribe el autor de dicho monumento, externo algunas consideraciones que considero de rigor.
EL MONUMENTO..
Representa la dominicanidad. Su planta es la cruz, de nuestra creencia y de nuestra bandera. En su centro un arco se proyecta al cielo simbolizando la unión de todos los dominicanos, y en el centro, a lo alto, nuestra bandera, que dice al viento que somos dominicanos. Pero ahí no termina el asunto. Para que este símbolo tenga la fuerza necesaria debe tener una relación profunda con el entorno, toda esa área circundante debe tener ese ritmo paisajístico donde predomine la horizontalidad, para que nada compita con la simbología del monumento, y eso es precisamente lo que se vulneró.
Representa la dominicanidad. Su planta es la cruz, de nuestra creencia y de nuestra bandera. En su centro un arco se proyecta al cielo simbolizando la unión de todos los dominicanos, y en el centro, a lo alto, nuestra bandera, que dice al viento que somos dominicanos. Pero ahí no termina el asunto. Para que este símbolo tenga la fuerza necesaria debe tener una relación profunda con el entorno, toda esa área circundante debe tener ese ritmo paisajístico donde predomine la horizontalidad, para que nada compita con la simbología del monumento, y eso es precisamente lo que se vulneró.
Se irrespetó, no solo el lugar, se irrespetó la memoria de aquellos que cayeron defendiendo precisamente que no sucedieran hechos como este. Un pueblo que ignora su historia puede peligrosamente cometer los errores del pasado.
No pretendo dar una clase de historia, simplemente recordar que hechos realizados sin intención de dañar o por ignorancia suelen ser más destructivos, en este caso más inconvenientes, que si fuesen hechos adrede. Y, por último y más preocupante: ¿se hizo para quitarlo luego o se piensa dejar “in situ”?
Sea cual sea la idea, el deseo, la intención, aunque sea celebrativa y efímera, es un craso error que nuestro país no se puede dar el lujo de tomarlo a la ligera. Si queremos proyectarnos en el futuro, no caigamos en las trampas del pasado.
El abogado Edwin Espinal, exdirector de la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA), entiende que el emplazamiento de la réplica de la torre Eiffel en un extremo de la Plaza de la Bandera “configuraría una violación al derecho moral de integridad” de Martínez, “en caso de que pueda establecer que su colocación implica una modificación arbitraria, no justificada, de la misma, y que con ella se causa un agravio a la obra o a su mérito profesional”.
“Esos son los hechos a probar en caso de una demanda en daños y perjuicios por violación al derecho moral de integridad de un autor, siguiendo el precedente sentado por la sentencia No. 153 del 11 de mayo de 2011 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia”, dijo Espinal en una nota de prensa.
Destacó que el arquitecto ha señalado que con la colocación de la réplica de la torre Eiffel se vulneró la simbología del monumento. “Es claro que la fuerza de este elemento resulta debilitada si ese ritmo paisajístico se altera”, concluyó.
Fuente: DIARIO LIBRE...
Fotos: Fuente Externa...
Fotos: Fuente Externa...
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