El partido ultranacionalista finés Verdaderos Finlandeses ha inscrito como candidato a las elecciones municipales del próximo abril al pastor protestante negro Joao Bruno Putulukeso, en un intento de lavar su imagen de partido racista de ultraderecha.
Putulukeso, de origen africano, concurre a los comicios locales del 9 de abril por la circunscripción de Vaasa, ciudad de la costa oeste del país nórdico, con el lema "El amor es el arma de la victoria", según puede leerse en la página que le dedica la web del partido. "Quiero que los inmigrantes entiendan que los Verdaderos Finlandeses no son enemigos de los inmigrantes. Los inmigrantes deben obedecer a la ley y las normas, y entonces pueden integrarse en paz", afirma.
En su breve perfil, el candidato de color explica que quiere mejorar las condiciones de los estudiantes extranjeros y que sus prioridades son la familia y el medio ambiente. "La familia debe ser protegida, el matrimonio es cosa del hombre y la mujer", asegura en línea con la postura oficial del partido ultraconservador, que en todo momento se opuso a la ley del matrimonio homosexual que entró ayer en vigor en Finlandia.
Pese a ser prácticamente un desconocido, su afiliación a este partido le ha dado visibilidad y ha causado estupor en las redes sociales del país nórdico, donde algunos le califican ya como "el Hitler negro" por el parecido de su bigote con el del líder nazi.
Los Verdaderos Finlandeses son actualmente uno de los tres socios del Gobierno finés, posición que alcanzaron gracias al impresionante avance logrado en las dos últimas elecciones parlamentarias. El carisma de su líder, el actual ministro de Exteriores, Timo Soini, unido a su programa populista y a las posturas euroescépticas y contra los inmigrantes, calaron en el sector más descontento del electorado finlandés y en los comicios de 2015 los Verdaderos Finlandeses se convirtieron en la segunda fuerza del país.
La llegada del partido al Ejecutivo obligó a Soini a hacer concesiones y suavizar su posición para alejarse de la ultraderecha, lo que incluyó la expulsión del partido de algunos de sus miembros más abiertamente racistas. En un intento de mejorar también su imagen internacional, el partido suprimió de su denominación en inglés el término "verdaderos" por sus connotaciones negativas y pasó a llamarse "Los finlandeses", aunque no modificó el nombre ni en finés ni en sueco, los dos idiomas oficiales del país nórdico.
En apenas dos años de gobierno, los Verdaderos Finlandeses han defraudado a buena parte de su electorado y de sus afiliados, lo que ha provocado el desplome de su apoyo popular en las últimas encuestas, en las que pierden casi la mitad de la intención de voto.
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