“Lo que tenemos ahora nada tiene que ver con las partidas circuitales”, afirmó Pérez Balladares durante una entrevista en el programa Radar. “Lo que tenemos ahora son nombramientos a cambio de favores”, enfatizó refiriéndose al presunto desembolso de 14 millones de dólares en donaciones y subsidios otorgados por diputados de la Asamblea Nacional entre julio de 2014 y diciembre de 2016, revelado por el diario La Prensa.
Para el exmandatario ese dinero “se usa para comprar votos”. El problema, apunta, es mucho más grande que el Órgano Legislativo. Señala que se trata de un esquema que responde al clientelismo existente en la sociedad. Incluso detalla la práctica del ‘kickback’ en la otorgación de contratos por servicios profesionales.
“Te nombro por mil dólares. Cien son tuyos, novecientos del diputado”, explicó Pérez Balladares. De acuerdo a las publicaciones, se otorgaron 68 millones de dólares entre contratos y donaciones en el período investigado.
Para el expresidente, este modus operandi se puede explicar con matemática sencilla. Manifiesta que el gasto que realizan los diputados durante el proceso de campaña electoral es tan grande que es imposible “recuperarlo” con el salario de diputado. Por esta razón, propone reformas como establecer diputados provinciales o nacionales, que sean escogidos de listas internas cerradas de cada partido político. De esta forma, no estarían atados a circuitos electorales y cada partido podría designar “a sus mejores hombres y mujeres para el cargo”.
Sobre todo, subraya que la labor de los diputados no es resolver problemas comunitarios. “La Asamblea no tiene nada que hacer con resolver problemas que le corresponden a los representantes”, declaró.
Uno de los grandes desafíos es el método de fiscalización para evitar malos manejos en el Órgano Legislativo. Pérez Balladares rechazó de plano una iniciativa de autoregulación, comparándola con “Poner a Alí a cuidad Babá”.
“Hay complicidad porque la inmensa mayoría de diputados lo ha hecho. Es suponer que la ciudadanía somos una partida de tontos. Eso no va a pasar”, enfatizó.
También fue crítico de la labor del contralor General de la República, Federico Humbert, a quien acusó de hacerse “de la vista gorda” influenciado por sus “aspiraciones a la Presidencia”. Tiene, sin embargo, esperanzas que la Corte Suprema de Justicia actúe y ejerza su función como balanza en los poderes del Estado panameño.
Sobre la posibilidad de llamar a una Asamblea Constituyente, dijo que no tiene ningún problema con la idea, pero que no estaría de acuerdo en prorrogar el mandato del actual gobierno de Juan Carlos Varela.
'Noriega no era mi amigo'
Pérez Balladares, quien fue presidente del otrora brazo político de la dictadura militar, el Partido Revolucionario Democrático (PRD), se refirió al legado histórico del exdictador Manuel Antonio Noriega.
“No fue amigo mío, por el contrario. Su gran defecto fue echar para atrás todo el programa democratizador que había diseñado Omar Torrijos”, afirmó. “Fue Noriega quien, con su deseo de seguir mandando, tiró de lado todo el camino para tener una democracia multipartidista a favor del militarismo centralizado. Y eso desembocó en el final que tuvo. Ha pagado, ojalá encuentre la paz”, acotó.
También alertó que los panameños estamos en peligro de repetir la historia. “Caminamos por un camino muy peligroso. Nadie pensaba que Venezuela, luego de haber vivido una dictadura y mantener luego varios gobiernos democráticos se iba a convertir en la Venezuela de hoy. Los panameños no estamos exentos de ese riesgo”, advirtió.
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