Entre aclamaciones y aplausos recibieron al ex juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, los asistentes al foro enmarcado en la iniciativa “Toda la verdad para toda la justicia”, que se llevó a cabo este viernes en el ex Congreso Nacional.
La actividad organizada por el Partido Socialista (PS) se extendió por sobre las dos horas y contó con la participación de Mónica González, periodista y directora de Ciper Chile, el senador Juan Pablo Letelier; Pablo Veloso, subsecretario del PS; Álvaro Elizalde, ex ministro de Bachelet y candidato a la presidencia del Partido; Luis Maira, académico y director del Grupo de Relaciones Internacionales de América Latina; Nelsón Caucoto, abogado de DDHH; Juan de Dios Parra, Secretario General de la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU) y, por supuesto, Baltasar Garzón.
Durante su exposición, el ex magistrado relató cómo detuvo a Augusto Pinochet en Londres en 1998, habló de la función de la justicia y el deber de los jueces, indicó que los dictadores tienen que ser juzgados en sus países, pues es ahí donde están las víctimas y las pruebas que los inculpan, y criticó el modo en que ha actuado España en materia de Derechos Humanos, agregando que no es un país digno de imitar.
Respecto de la impunidad en la que murió Pinochet, Garzón señaló que aunque es cierto que no hubo juicio, ni tampoco sentencia, estuvo procesado y tuvo un arresto. “Sufrió el procedimiento y solo la muerte evitó que fuese sometido a juicio y sentencia. No es lo que hubiésemos querido, pero hubo una respuesta”, enfatizó.
En tanto, sobre los ex militares que se encuentran recluidos en Punta Peuco, culpables de crímenes en dictadura, explicó que él prefiere no hablar de beneficios carcelarios porque se trata del cumplimiento de la legislación que tiene cada país. Además, comentó que no se puede aplicar una regla general a todos los internos, ya que cada caso debe ser analizado en particular.
Según el ex juez, en Chile sí existe cultura en Derechos Humanos. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya que seguir trabajando por ella, pues “nunca se puede decir que está consumada. Hay que fundamentarla, aumentarla y crearla día a día. No se puede dejar de luchar por el desafío de los DDHH”.
Baltasar Garzón se ha transformado en uno de los jueces más relevantes del mundo. Además de la revisión de las causas que lo ligan a Chile, la detención de Pinochet y el caso Riggs, el ex magistrado también trabajó en asuntos relacionados a la dictadura Argentina, Guantánamo, crímenes del franquismo, la ETA, el narcotráfico y tramas de corrupción, como el famoso caso Gürtel en España.
El escenario de la visita
“En 1997 no había ningún procesado por crímenes de lesa humanidad, mientras que de 1998 al 2000 hubo más de 400”. Fueron las palabras del abogado de la Vicaría de la Solidaridad, Nelsón Caucoto, durante la actividad para referirse al aporte de Baltasar Garzón en la historia chilena. Datos que generan incomodidad en los sectores de derecha más conservadores de la sociedad.
La visita del ex juez no estuvo exenta de opositores. Desde la UDI, solicitaron al Ministerio del Interior prohibir la entrada de Garzón, argumentando que su presencia en Chile constituía una “transgresión a las normas legales y vigentes de nuestro país”. Todo esto debido a la inhabilitación por 11 años en su cargo, generada luego de que se le culpara por escuchas ilegales durante la investigación del caso Gürtel, el cual implica una corrupción dentro del Partido Popular (PP) español.
En relación a la postura de los gremialistas, Baltasar Garzón dijo que no sería una persona de relevancia para ellos si no fuera por su trabajo en el caso del dictador Pinochet. “No creo que la interceptación de comunicaciones a los máximos responsables de una organización criminal que afectó la corrupción de uno de los partidos más importantes de España, que hoy está en el gobierno, sea de mucho interés para este grupo. En todo caso, yo les puedo mandar una copia de la sentencia y de mis argumentos”, sostuvo.
Sobre los dichos de Osvaldo Andrade, diputado socialista que consideró que era un error invitar a un juez que está a favor de Bolivia en la demanda marítima que se desarrolla en La Haya, Garzón declaró que le parece legítimo la apreciación del parlamentario. “Lo respeto, no puedo ser del gusto de todos. Sin embargo, estoy en un país libre y democrático que tiene unas normas que procuro cumplir. A mí me gusta ser educado con las personas que vienen a visitarme”, comentó el jurista, agregando que hay que esperar a que se solucione el asunto en el órgano que corresponde. “Pueblos hermanos que creen tener un derecho deben encontrar un camino común para resolverlo. Creo que la demanda es justa por parte de la ciudadanía, pero también pueden ser legítimas las defensas de los postulados chilenos”, manifestó.
Por su parte, Álvaro Elizalde, candidato a la presidencia del PS, evitó responder a las críticas de Andrade. “Forman parte de la esencia del Partido Socialista nuestro compromiso con los derechos humanos, por eso hemos invitado a un juez, cuya actuación fue fundamental para que se encausara al ex dictador e incluso para que en Chile se empezara hacer un trabajo en materia de justicia que estaba pendiente”, dijo el ex ministro.
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