«Las chicas tienen toda la culpa». Esto es lo que piensa acerca de las agresiones sexuales colectivas a mujeres, durante las celebraciones de la pasada nochevieja en Colonia, el imán de la mezquita salafista de esta ciudad, Sami Abu-Yusuf. En una entrevista publicada por el canal ruso de televisión REN TV, el predicador ha declarado que «las mujeres iban por la calle medio desnudas y utilizaban perfumes… no es de extrañar que pasen esas cosas». Abu-Yusuf ha censurado que las mujeres caminen solas por la calle sin compañía de familiares masculinos y ha añadido que «añaden leña al fuego (de la masculinidad) con esas actitudes».
El número de denuncias por agresión presentadas ante la Fiscalía de ascendían el pasado lunes a 821, 359 de ellas de carácter explícitamente sexual. En la ciudad de Hamburgo han sido presentadas también más de 200 denuncias, pero esto no es más que el principio, según los augurios del imán. En su opinión, lo ocurrido «es solo un ensayo general de lo que puede ocurrir en toda Alemania». Advierte además que «hay demasiada tensión en las calles».
El reportaje ha tardado apenas 48 horas en llegar correctamente traducido a Alemania e incendiar las redes sociales. Y el presidente de la comisión parlamentaria de Derechos Humanos, Volker Beck, ha tardado solamente unas horas en anunciar una denuncia contra el imán: «declaraciones de este tipo no las ampara el derecho a la libertad religiosa».
La mezquita de Abu-Yusuf es una vieja conocida de la policía alemana. Ubicada en el distrito de Kalk, en 2004 fue registrada en el marco de una operación anti terrorista tras la que diez personas fueron procesadas por diferentes delitos. Además de reclutar jóvenes para luchar por la yihad en Siria, estas mezquitas salafistas propagan en Alemania ideas machistas contrarias a las leyes y la Constitución de este país. El imán egipcio Abdel Meoz Al Eila, por ejemplo, ha escandalizado a los berlineses predicando en la mezquita Al Nur, en el distrito de Neukoln, que las mujeres deben someterse al capricho de sus esposos y solo pueden aceptar un trabajo o abandonar el hogar si cuentan con el consentimiento de su marido.
La mujer, según Meoz Al Eila, siempre debe buscar la forma de verse hermosa y jamás debe negarse a los requerimientos sexuales. «Como dijo el profeta Mahoma, si un hombre invita a su mujer a la cama y ella se niega y decide dormir, los ángeles la maldecirán hasta que despierte. A La mujer no le está permitido excusarse, ni tampoco puede impedir que su cuerpo sea utilizado para darle placer a su esposo, incluso si está menstruand», fueron las palabras de El Eila. «La mujer debe permanecer en casa y dedicar su tiempo al cuidado de sus hijos y de su hombre», añadió, «debe cocinar, limpiar el piso, ordenar y preocuparse de sus hijos y de su esposo».
El salafismo, un movimiento islámico basado en una interpretación literal del Corán, está en ascenso también en Francia y Gran Bretaña. En Alemania hay actualmente unos 7000 salafistas, según el Ministerio de Interior, casi el doble de los 3800 que se calculaban hace solo cuatro años. El pasado mes de diciembre, la Fiscalía Federal ordenó la detención de un ciudadano alemán convertido al islam y conocido predicador salafista por su colaboración con una organización terrorista extranjera estrechamente vinculada al Estado Islámico.
Sven Lau, de 35 años y detenido en Mönchengladbach, está acusado de haber actuado como brazo en Alemania de Yaish al Muhayirin wal Ansar (YAMWA), activa en Siria, y de haberle prestado apoyo en cuatro casos concretos. Lau, padre de cinco hijos, es conocido en Alemania por haber participado en un grupo radical que se denominó «policía salafista», que patrullaba por las noches la ciudad de Wuppertal llamando la atención a chicas musulmanas que mostraban «conductas inadecuadas». La Audiencia Provincial rechazó sin embargo iniciar un proceso por considerar que «no causaban un efecto intimidatorio».
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