Falleció recientemente el ciudadano norteamericano Lorenzo Berry, conocido como Wimpy, quien jugó un papel importante en la conspiración para ajusticiar al dictador Rafael Trujillo el 30 de mayo de 1961.
Sobre su participación en ese histórico hecho solo ofreció declaraciones para la prensa años después al economista Bernardo Vega, las cuales fueron publicadas en este diario en el 2009.
Su deceso fue comunicado mediante esquela por sus hijos Lorenzo (Lonnie) y Jefrey berry. Ocurrió en Miami, Florida el día 28 de enero pasado. La esposa de Berry, que murió hace algunos meses, era dominicana y ambos residían en Santo Domingo cuando los acontecimientos de 1961.
Él operaba un pequeño supermercado en la avenida Bolívar, donde coincidían algunos de los hombres que luego se convirtieron en héroes del tiranicidio. Allí supo del deseo de salir de Trujillo que motorizaba Antonio de la Maza.
En su testimonio a Bernardo Vega, Wimpy, quien era piloto de profesión, contó que en algún momento previo a mayo de 1960 el ex vicealmirante Tomás E. Cortiñas lo invitó a su casa.
El motivo de la reunión era presentarle a Angel Severo Cabral. Allí se discutió sobre la mejor forma de salir de Trujillo. La respuesta de Wimpy fue decir que preguntaría sobre eso a la embajada norteamericana pues era amigo del embajador Joseph Farland, quien luego le expresó que Trujillo y Castro debían desaparecer.
La esposa de Wimpy también participó en el propósito de poner fin a la dictadura. Tras el tiranicidio, Berry fue interrogado por el Servicio de Inteligencia Militar, entidad represiva de la tiranía. Su condición de ciudadano estadounidense lo salvó y salió del país el 15 de julio a solicitud de la embajada
Sobre su participación en ese histórico hecho solo ofreció declaraciones para la prensa años después al economista Bernardo Vega, las cuales fueron publicadas en este diario en el 2009.
Su deceso fue comunicado mediante esquela por sus hijos Lorenzo (Lonnie) y Jefrey berry. Ocurrió en Miami, Florida el día 28 de enero pasado. La esposa de Berry, que murió hace algunos meses, era dominicana y ambos residían en Santo Domingo cuando los acontecimientos de 1961.
Él operaba un pequeño supermercado en la avenida Bolívar, donde coincidían algunos de los hombres que luego se convirtieron en héroes del tiranicidio. Allí supo del deseo de salir de Trujillo que motorizaba Antonio de la Maza.
En su testimonio a Bernardo Vega, Wimpy, quien era piloto de profesión, contó que en algún momento previo a mayo de 1960 el ex vicealmirante Tomás E. Cortiñas lo invitó a su casa.
El motivo de la reunión era presentarle a Angel Severo Cabral. Allí se discutió sobre la mejor forma de salir de Trujillo. La respuesta de Wimpy fue decir que preguntaría sobre eso a la embajada norteamericana pues era amigo del embajador Joseph Farland, quien luego le expresó que Trujillo y Castro debían desaparecer.
La esposa de Wimpy también participó en el propósito de poner fin a la dictadura. Tras el tiranicidio, Berry fue interrogado por el Servicio de Inteligencia Militar, entidad represiva de la tiranía. Su condición de ciudadano estadounidense lo salvó y salió del país el 15 de julio a solicitud de la embajada
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