Lecturas de Diario Libre.
A seis meses del ajusticiamiento del tirano, una voz varonil y vibrante, lanzaba a los cuatro vientos con fuerza convocante una consigna promisoria: “Unión Cívica Nacional te prometió, ¡Navidad con Libertad!” Era un valiente Miñín Soto quien recorría temerario las calles agitadas de Santo Domingo montado en una guagüita anunciadora pregonando la buena nueva, perseguido por efectivos policiales. Recuerdo su figura gallarda enhestada como una bandera de la Patria renacida, haciendo escala en el parque de San Carlos frente al Colmado Bar de Mañiñí, con la guardia pisándole los talones libertarios. Un paro prolongado al cual me sumé costándome la baja del Colegio Don Bosco fue la saeta para desmontar la dictadura.
En su comparecencia el pasado 5 de febrero en el Museo de la Resistencia, el Dr. Federico C. Álvarez, protagonista de primera fila en esos días memorables, rindió testimonio sobre el rol decisivo jugado por UCN. “En el mes de septiembre de 1961, una delegación de la OEA llegó al país para evaluar la situación. Unión Cívica Nacional le hizo saber que mientras Ramfis y Balaguer solicitaban el levantamiento de las sanciones diplomáticas y económicas impuestas al país desde 1960, por el contrario, lo que el pueblo dominicano exigía era que éstas se mantuvieran hasta tanto el régimen existente fuera sustituido por un nuevo gobierno provisional.”
“Con el objeto de fundamentar los planteamientos que formularía en las Naciones Unidas, Balaguer pronunció un discurso en el Congreso Nacional el 24 de agosto, pretendiendo justificar las razones por las cuales se oponía a las presiones de UCN, que reclamaba se formara un gobierno provisional que sustituyera al régimen impuesto por Trujillo. En dicha intervención alegó que la formación de un gobierno provisional, cito, ‘sacaría al país de la legalidad constitucional para establecer un precedente funesto en un instante en que lo que deseamos es que se respete la ley y de que se modelen sobre sus preceptos inquebrantables las instituciones nacionales’.”
“A mediados de septiembre, el Presidente Balaguer viajó a New York para pronunciar su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Solicitó el levantamiento de las sanciones. Antinoe Fiallo y yo, designados por el Comité Central de Unión Cívica, también viajamos a New York en el mismo avión de Pan American. Allí contactamos al dominicano Donatello Herrera, funcionario de la ONU, quien logró que visitáramos a las delegaciones más importantes de Latinoamérica, informándoles sobre la situación real del país. Les suministramos publicaciones, incluyendo los periódicos Unión Cívica, de la capital, y La Verdad, de Santiago, así como fotos y datos de los asesinatos cometidos recientemente. Balaguer también viajó a Washington al igual que nosotros. Sus gestiones en EEUU fracasaron y las sanciones impuestas en San José de Costa Rica se mantendrían. Las perspectivas de Ramfis y su familia de recuperar la bonanza representada por la venta y exportación del azúcar se esfumaron.”
“Ante esta situación, con la seguridad que le infundía el respaldo masivo otorgado por el pueblo dominicano, UCN respondió a la propuesta formulada por Balaguer de formar un gobierno integrado por un gabinete de unidad nacional. Al efecto, el Comité Central redactó una carta pública el 30 de septiembre de 1961 suscrita por sus integrantes, la cual cuestionaba la legalidad constitucional invocada por Balaguer y afirmaba que su argumento carecía de fundamentos, puesto que su gobierno no era la expresión de la voluntad popular. Ya que tanto el surgido de las elecciones de 1957, como los que le precedieron desde 1930, fueron ‘de facto’. Balaguer nunca rebatió este argumento.”
“Además, UCN requirió la emisión de un decreto-ley disponiendo la disolución de las Cámaras Legislativas y la cesación de las funciones de los gobernadores, síndicos y regidores. Este documento constituyó una acción valiente y arriesgada, al tener presente que a la fecha el régimen permanecía incólume, bajo el dominio absoluto de Ramfis Trujillo, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, hijo del tirano. Puede ser reconocido como un auténtico Manifiesto, ya que no solo se limitaba a enumerar las condiciones a ser cumplidas imprescindiblemente con anterioridad a la sustitución del régimen instaurado por la tiranía, sino que también pautó aquellas normas y condiciones que regirían al Gobierno Provisional propuesto, así como la misión que le correspondería.”
“De manera sumaria, Unión Cívica le exigía a Balaguer: 1.Liberación de los presos políticos. 2. Eliminación de la prescripción por causas políticas. 3. Supresión de los grupos represivos ‘Paleros’, Cocuyos de la Cordillera, Jinetes del Este, Legión Extranjera, Reserva Civil y Cuerpo de Reservistas de San Cristóbal. 4. Suprimir privilegios a agrupaciones y partidos políticos, deducciones a los servidores públicos y garantizar libertad de afiliarse a grupos o partidos políticos. 5. Expulsión principales integrantes familia Trujillo, hermanos León Estévez y Jefes de Estado Mayor de la Aviación y la Marina de Guerra. 6. Suprimir Agencia Central de Información y Servicio de Inteligencia Militar y solicitar a OEA una comisión para organizar el cuerpo de Inteligencia necesario para la defensa externa y la seguridad interna. 7. Solicitar a OEA el envío de misiones militares para modernizar Fuerzas Armadas. 8. Renuncia de Jefes de Estado Mayor designados por Balaguer. 9. Suprimir el cargo de Jefe de Estado Mayor General Conjunto de las FFAA, cuyo titular Ramfis Trujillo debería ausentarse del país antes instalación del Gobierno Provisional.”
“Adicionalmente el documento enuncia la forma y condiciones para la integración del Gobierno Provisional, el cual incluiría a Joaquín Balaguer y a cinco personas que reunieran las condiciones previstas, con exclusión de los miembros de agrupaciones políticas o patrióticas y, además, un militar aceptado por lo menos por cuatro de los miembros civiles. El plazo de 30 días para la ejecución de estas condiciones previas no fue logrado. Sin embargo, 90 días después del Manifiesto, el 31 de diciembre de 1961, todas las acciones y medidas requeridas habían sido cumplidas y ejecutadas. El primero de enero de 1962 se integró el Gobierno Provisional propuesto, denominado Consejo de Estado. Todas las instancias del gobierno que existían el 30 de mayo de 1961, fueron liquidadas, originándose un gobierno de transición cuyo principal objetivo consistía en organizar unas elecciones libres que condujeran a la instauración de un gobierno democrático.”
“El Manifiesto también precisó las condiciones y normas que regirían la vida institucional del Consejo de Estado y el ejercicio de su mandato. En efecto, se consignaron 17 normas, entre éstas las siguientes: Asumir las funciones del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. Designar gobernadores, regidores y síndicos. Suprimir la Policía Rural y restablecer la institución de los alcaldes pedáneos. Reorganizar la Judicatura, el Ministerio Público y la Cámara de Cuentas. Designar una comisión técnica para presentar los proyectos de las leyes y reglamentos necesarios para garantizar el proceso electoral previsto. Dejar sin efecto las disposiciones de la Constitución del 2 de diciembre de 1960, con excepción de los artículos expresamente enunciados en el documento. Solicitar a la OEA el levantamiento de las sanciones impuestas a la República Dominicana en la Reunión de Consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores celebrada en 1960 en San José de Costa Rica.”
“En el curso de las negociaciones subsecuentes, el término de la vigencia del Consejo de Estado fue reducido en un año. En lugar de celebrarse las elecciones en diciembre de 1963 y la toma de posesión el 27 de febrero de 1964 del gobierno que resultare electo, ambas fechas fueron fijadas para 1962 y 1963, respectivamente. Finalmente, el documento también incluye 33 disposiciones adicionales que establecían la política que se debería cumplir o servir de orientación al Gobierno Provisional durante su vigencia. Me limito a recordar que muchas de ellas fueron cumplidas mientras otras aún forman parte de los reclamos del pueblo dominicano.”
“Diversos acontecimientos se produjeron después que el Manifiesto de Unión Cívica Nacional llegara a su destino y al conocimiento de Ramfis Trujillo, los jefes militares y demás personeros del régimen. Algunos no fueron previstos. Sin embargo, cada uno contribuyó a que los integrantes del régimen comprendieran que no existía otra solución y se produjera el desenlace establecido en el referido Manifiesto. He aquí algunos de estos acontecimientos en 1961: 1. Inmolación de los Héroes de Mayo ejecutada por Ramfis y sus secuaces y su huida esa misma noche (18/11). 2. Levantamiento militar bajo la dirección del general Rodríguez Echavarría, Comandante de la Aviación en Santiago, bombardeo a la base de San Isidro y deposición de los mandos militares allí radicados (19/11). 3. Salida de la familia Trujillo y los hermanos León Estévez (20/11). 4. Acuerdos entre Balaguer y Rodríguez Echavarría (22/11). 5. Huelga General en el territorio nacional desde finales de noviembre hasta el 10 de diciembre de 1961. 6. Terminación del régimen implantado por Trujillo (31/12).”
El 1ro de enero del 62 se instauró el Consejo de Estado bajo la presidencia de Balaguer, primer vicepresidente, Lic. Rafael F. Bonnelly, segundo vicepresidente, Dr. Nicolás Pichardo, y miembros, Monseñor Pérez Sánchez, Dr. Eduardo Read Barreras, Dr. Fernández Caminero, Antonio Imbert Barrera y Luis Amiama Tió. El 18/1/62 Bonnelly asumió la presidencia del Consejo, entregando a Juan Bosch el 27 de febrero del 63, tras éste ganar las elecciones del 20/12/62.
Así, Unión Cívica Nacional, la patriótica, aun no trasmutada a partido político, prometió y cumplió la consigna que Miñín Soto pregonaba en las calles en medio del paro libertario: Navidad con Libertad.
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