Impunidad Historica

Excelente articulo de RAFAEL AUGUSTO SANCHEZ HIJO raugusan@gmail.com Somos muchos los seres humanos que no nos conformamos con ver expedientes nuestros o ajenos en los que la justicia no se ha posado. En España existe un valiente juez que ha traspasado las barreras de ultramar buscando culpables que nunca han expiado sus crímenes; persiguió a Pinochet, trató de intervenir en abusos cometidos en Tibet, llevó a la justicia a funcionarios argentinos, intentó investigar a Kissinger. Criticó la guerra en Irak y la cárcel de Guantánamo. En España, en 2001, investigó cuentas en el extranjero del BBVA por supuestos lavados de activos. Lo que el franquismo no podía permitir, era que el honorable Baltazar Garzón investigara 114,000 desapariciones durante la guerra civil y los primeros años de Franco. Aquí necesitamos un Garzón, que investigue miles de crímenes de la tiranía Trujillista y los doce años de Balaguer, entre los que se encuentran Amín Abel, Henry Segarra y Nar-cisazo. Entre los más oscuros de la dictadura, que ahora se pretende enterrar está el de Jean Awad, que en el momento del hecho, aparentemente se utilizó el método acostumbrado: simulación de accidente. Lilian Rodríguez, esposa del doctor Jiménez Guerra, exsubdirector del Hospital Santomé, de San Juan de la Maguana, ha declarado que revisó el cuerpo del fenecido, asegurando que no tenía un solo rasguño. Si es cierto que los otros accidentados fueron enyesados teniendo graves golpes ¿como fué posible que el único que murió no tuviera un solo ras-guño? En nuestro paso por Cancillería en 1969, recibimos de nuestra Embajada en Londres una entrevista hecha por un periódico británico a un supuesto sicario del régimen, donde él explicaba, aunque negaba ser el autor material, que la orden fue impartida por León Esté-vez. En esa entrevista leímos el método que el entrevistado utilizaba para dar cumpli-miento a esas macabras órdenes que recibía de vez en cuando: una aguja debajo de la ore-ja que no dejaba rastro, ron en la garganta para que la victima aparentara embriaguez y empujar el vehículo por algún precipicio. Algo así pudo ocurrirle a Awad. En su programa “Revista 110”, Julio Hazim reveló tener la confidencia de un exoficial del SIM de que, por orden de “Pechito”, había dirigido el asesinato de Awad Canaán. Por otra parte, habría que ver si los testigos privilegiados del hecho están libres de tachas y no mantenían amistad con el principal sospechoso, ya que sus vehementes defensas de la teoría del accidente mueven a suspicacia. Todos estos datos serían bien interesantes para que un Juez como Baltazar Garzón debu-tara. Honestamente, si en España no lo quieren, que nos lo manden para acá, que aquí so-bra trabajo. Quizás él podría decirles a nuestra familia y a muchas familias, donde se en-cuentran los restos de nuestros seres queridos para poder llevarles algunas flores. Ojalá que algún día el borrón y cuenta nueva sea parte del pasado y que todos los críme-nes sean castigados. ¡Fabriquemos un Garzón!