Para negociar se necesitan dos #Venezuela

Tal Cual / La lucha social y las iniciativas políticas son las que pueden obligar a que se concrete. Mejor si se produce cuando antes, porque cualquiera sea el desenlace del conflicto, siempre tendrá que efectuarse una negociación En medio del ambiente crispado que vive nuestro país por una crisis de múltiples facetas simultáneas, en medio de una rebelión popular contra la ruptura del hilo constitucional y el empeño de perpetuarse en el poder de una camarilla que ha perdido el favor popular, insistimos, parafraseando a Mafalda, que negociación no es una mala palabra. Es una necesidad que más temprano o más tarde se nos presentará como imperativa.

Hasta en los conflictos más cruentos, incluso más que este que por más de 100 días hemos vivido y sufrido, que nos desgarra ante la insensibilidad de quienes se dicen nuestros gobernantes que sólo saben de represión, en la que ya más de un centenar de compatriotas les han arrebatado la vida, cientos de ciudadanos han sido privados de libertad arbitrariamente, donde la violación de los derechos humanos ha escalado a niveles inimaginables, que acrecienta las heridas sociales entre venezolanos, hay que empeñarse en construir espacio para negociación.

El gobierno se ha empeñado en su maniobra de una constituyente fraudulenta, una operación temeraria que pretende que una minoría se imponga a la inmensa mayoría de la población que exige cambio por el terror que los inquilinos del poder le tienen a la expresión popular mediante una elección universal, directa y secreta, sabiendo que han perdido el apoyo popular que una vez tuvieron.

Cuando estamos escribiendo estas líneas no sabemos si van a atreverse a detener su despropósito. Si persisten sólo lograrán por más intimidación y manipulación de la que ya han mostrado un resultado precario, lo saben, aunque lo traten de esconder con triquiñuelas y avasallamiento comunicacional. No podrán ocultarlo a la opinión nacional e internacional. Lo intentaron sin éxito Pérez Jiménez y Fujimori, entre otros. Y ya conocemos el desenlace.

A la negociación no se llega porque los contrincantes lo desean sino porque se le impone como ineludible. Porque cada vez son mayores las fracturas del bloque en el poder, unas abiertas, otras con sordina. Porque no logra disuadir la resistencia popular por más represión e intimidación que ensaya. Porque cada vez se queda sin opciones y pone a dudar a quienes lo sostienen, cuyos costos se elevan exponencialmente.

Una negociación tiene reglas y requisitos para que pueda prosperar. No supone detener la presión popular, la requiere para que se imponga para reducir los costos que sufre la gente. También para quienes están de salida encuentren cómo retirarse sin retaliaciones injustificadas.

Reiteramos: nuestra prioridad es la gente y sus problemas. Que tengan alimentación, medicinas, empleo y seguridad. El juicio a los responsables tendrá su tiempo, con el debido proceso, sin retaliación ni olvido, pero primero hay que abrirle espacio para tras una negociación se instale una nueva conducción política con un modelo de gestión que atienda las necesidades desatendidas, en primer lugar a los más vulnerables y afectados por un proyecto político que fracasó rotundamente.

A los que satanizan la negociación habría que recordarles que ella no supone detener la presión social, todo lo contrario. En el velorio de Pompeyo Márquez, su hija Luz me contó esta historia: un día llegó Pompeyo con dos vietnamitas que habían participado en la mesa de negociación con EEUU. Esto le contaron: Los gringos bombardeando, nosotros luchando y negociando.

Para negociar se necesitan dos, pero la lucha social y las iniciativas políticas son las que pueden obligar a que se concrete. Mejor si se produce cuando antes, porque cualquiera sea el desenlace del conflicto, siempre tendrá que efectuarse una negociación. Todavía, a pesar de las heridas sociales, estamos a tiempo de ayudar a la salida que queremos: constitucional y electoral. Encontrar la ruta para que sea el soberano que se pronuncie para abrir el camino al cambio de rumbo para un país en que quepamos todos en nuestra diversidad.

alberto.lovera@gmail.com 

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Con Información de Tal Cual

http://entornointeligente.com/articulo/10378507/Para-negociar-se-necesitan-dos-28072017