PANAM POST.- El día de ayer la revista The Economist cuestionó el legado del Che Guevara por medio de la exposición de una campaña llevada adelante por oriundos de su ciudad natal, Rosario. Se trata del think-tank liberal Fundación Bases. Está previsto que en octubre se rinda homenaje a los 50 años del asesinato de este líder socialista, cuya imagen se ha convertido en un logo insigne. En contraposición, la fundación surgida en Rosario busca que sean removidos los monumentos de este personaje tan admirado como odiado.
En la ciudad de Rosario está marcada con una bandera roja el elegante -y nada humilde- bloque de apartamentos donde nació Guevara. Una estatua de bronce de cuatro metros de altura (13 pies) se encuentra en la Plaza Che Guevara. El ayuntamiento financia CELChe, un centro dedicado al estudio de su vida, y celebra la “Semana del Che” alrededor de su cumpleaños en junio. CELChe presentará un concierto para conmemorar el 50 aniversario de su muerte el próximo 9 de octubre.
No todos en Rosario piensan que el socialista, capturado por soldados en Bolivia y asesinado por órdenes del dictador proamericano del país, merece tal reverencia. Fundación Bases, un grupo de reflexión liberal con sede en la ciudad, ha lanzado una petición para persuadir a la intendencia que retire los monumentos. “El mártir fue un asesino”, dice Franco Martín López, director ejecutivo del instituto. Guevara fue el segundo al mando de Fidel Castro, cuya revolución cubana mató a más de 10.000 personas. “Nadie aquí tiene idea de las masacres cometidas durante la revolución”, lamenta López.
Bajo el lema “un asesino no merece tributos estatales”, la Fundación Bases lleva adelante su campaña en varias redes sociales, entre ellas YouTube. Ahí el narrador lee la nota suicida acusatoria de Reinaldo Arenas, un novelista homosexual que murió en 1990 después de sufrir décadas de persecución por parte del gobierno cubano tanto por su preferencia sexual como por su disidencia.
Recordemos que fue el propio Che quien dijo “el trabajo os hará hombres” en alusión a los campos de labor forzada donde los homosexuales cubanos debían “masculinizarse” por medio de tareas forzosas. Bases remarca que Ernesto “El Che” Guevara fue un asesino y lo muestran con sus propias palabras ante la Asamblea General de la ONU en 1964, donde —en representación de Cuba— anunció: “Fusilamientos, sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando, mientras sea necesario”.
Menciona el artículo que es poco probable que persuada al consejo, que ha sido controlado por el Partido Socialista desde 1989. Norberto Galiotti, el secretario del Partido Comunista de Rosario, considera la campaña de la fundación como parte de un esfuerzo pernicioso para borrar al Che de la historia. Sin embargo, el presidente de la nación, que es de centro, Mauricio Macri, después de que asumiera el cargo en 2015, le quitó un retrato del Che colgado en el palacio presidencial por su predecesora populista, Cristina Fernández de Kirchner.
Galiotti sospecha que los liberales tienen envidia del carisma póstumo del Che. “No ves a muchos niños caminando con las camisetas Margaret Thatcher”, observa.
La fundación no espera realmente que los monumentos se bajen, “El verdadero objetivo es crear conciencia sobre el tema e iniciar un debate”. Pero algunos de los aficionados del Che no están interesados en el diálogo. Fundación Bases abandonó los planes de mostrar los videos en pantallas en Rosario porque la firma de publicidad que los operaba estaba “preocupada de que la gente los destruyera”, dice López.
Al respecto, desde PanAm Post contactamos al presidente de la Fundación Bases, Federico Fernández. Respondió a las siguientes preguntas:
¿Cómo crees que influiría sobre la cultura local que se sepan las atrocidades cometidas por el Che?
El Ché es la última figura presentable que tienen la izquierda dura y el comunismo. No hay logros que puedan mostrar de ninguno de los gobiernos comunistas, salvo gigantescos osarios y sistemas carcelarios. La figura de Ché escapa en parte de la crítica generalizada a la criminalidad del comunismo. Al Ché se lo vende como un romántico que murió peleando por sus ideales. Han ido tan lejos que hasta lo comparan con Jesucristo.
Desmontar la falsa mitología que rodea a la figura de Guevara y mostrar su verdadero rostro, el de un asesino y criminal, pondría en crisis lo que el mito Ché intenta sostener. Y lo que intenta sostener es la idea de que el comunismo es una ideología de valientes que quieren defender a los más débiles. Mostrar al Ché como en realidad era, esto es, un adicto a la violencia que describía con gran detalle el acto de fusilar a una persona, deja en evidencia también la criminalidad del sistema de ideas que Guevara quería instaurar.
¿Crees que la visión que se tiene tanto del Che como de los ideales socialistas que sostenía son en parte por la falta de visibilidad de sus abusos?
Absolutamente. Y desde siempre, el comunismo ha encontrado aliados dispuestos a silenciar sus horrendos crímenes. A principios de la década del 30, Walter Duranty, un corresponsal del New York Times, escribió una serie de artículos describiendo a la Rusia soviética que son vergonzosos. Jean Paul Sartre, más adelante en el tiempo, admitiría que sencillamente mintió sobre lo que vio en la URSS. Estos son sólo dos casos de miles de mentiras para cubrir los verdaderos genocidios llevados a cabo por el comunismo donde quiera fue aplicado.
Hay una suerte de pacto de silencio mafioso que rodea a las atrocidades comunistas. Parece que esos muertos, que se extienden de Polonia a Camboya y de Ucrania a Cuba, no cuentan. Cuando fue publicado el “Libro Negro del Comunismo”, un monumental estudio de sus crímenes alrededor del mundo, muchos se escandalizaron de la comparación del comunismo con el nazismo. Incluso llegaron a decir que mientras el nazismo mataba por odio, el comunismo lo hacía “por amor”. Un verdadero disparate.
¿Qué quieren lograr con esta campaña?
Desde hace unos quince años en la ciudad de Rosario comenzó una suerte de culto a Guevara muy enfermizo. Nos parece que la figura del Ché no merece homenajes, mucho menos cuando ellos son estatales. No sólo es un despilfarro del dinero de los que pagan impuestos. También simbólicamente resulta pésimo que desde el estado se glorifique a un homicida.
Por tanto, lo que queremos es que los monumentos en espacios públicos sean retirados. También que los organismos municipales como el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Guevara (CEL Che) sean cerrados. Esperamos que el Consejo Deliberante rosarino tenga el coraje de adoptar estas medidas.
Finalmente, sobre todo con el trabajo de difusión en redes sociales, queremos conscientizar, sobre todo a los chicos jóvenes. Queremos que sepan que cuando usan una remera con la cara del Ché están promoviendo a un asesino.
Artículo publicado originalmente en Panam Post.
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