Fuente entornointeligente.com
Opinion y Noticias / View Comments Lo primero a resaltar es que ser presidente en democracia debe ser la antítesis de un dictador, pues es obligante respetar la soberanía (decisión del pueblo), institucionalidad
(leyes y competencias de los órganos del Estado) y la insustituible autonomía de las regiones (estados y municipios), es allí donde la democracia obtiene su éxito. Lo contrario, es decir, el irrespeto a la soberanía, a las instituciones y la violación de las autonomías regionales es un producto distintivo de las dictaduras. La constitución de nuestra república es extraordinaria en lo social (lamentablemente aún no ha sido puesta en práctica). En lo político tiene una grave tara que responde a nuestro lóbrego pasado de dictaduras y regímenes militarezcos, sobredimensiona la figura del Presidente, acorazándolo con las funciones vertebrales del Estado, lo hace un súper poder. El artículo 226 (CRBV) lo corona como"Jefe de Estado? cuando solo debería ser Jefe de Gobierno, pues en democracia el"Jefe de Estado? debe ser el pueblo a través de su soberanía y órganos de Estado temerosos y obedientes a ella. Parece poca cosa pero no lo es, hace nuestra democracia muy susceptible a megalómanos, a caudillos, a dictadores que se escudan en la brevedad del voto. Fue vergonzoso ver a Chávez sentado en sus programas televisivos y observar como pasaba revista a los gobernadores y alcaldes, mismos que tenían que salir corriendo cuando eran convocados, mismos que tenían que ponerse de pie cuando los nombraba, a quienes les temblaba la voz cuando le otorgaban la palabra. Ello fue grotesco, en democracia un concejal, un alcalde, un gobernador, un diputado y el presidente tienen el mismo valor jerárquico ¡Léase muy bien! ninguno manda sobre el otro, cada uno tiene su ámbito de competencia definido taxativamente en la constitución. En todo caso, es la Asamblea Nacional como cuerpo colegiado, en afinidad al Artículo 187 (CRBV), quien sí puede (y debe) exigir al presidente explicaciones, memoria y cuenta? controlarlo pues, lo propio los Consejos Legislativos y Cámaras Municipales en su respectivo ámbitos. Esta tara en nuestra constitución, el sobredimensionamiento presidencial, nos ha engendrado este país de averno, no es casual que el único órgano (la Asamblea Nacional) encargado de contrarrestar al Presidente ha sido minimizado cavernariamente, ha sido ignorado, con pretensiones de disolverlo, porque él mismo en un acto quijotesco quiso incorporar a 3 diputados electos por la soberanía del pueblo de Amazonas y proclamados por la autoridad competente, 3 diputados que fueron enajenados de sus cargos por el TSJ en un acto contravenido hasta los tuétanos con el debido proceso, porque con ellos se puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente que pondría fin a este oscurantismo patrio ¿Es justo eso? ¿Quién está en desacato a la constitución: la Asamblea Nacional o el TSJ? Asimismo, los planes de la nación deben incorporar/considerar los planes regionales y locales ¡No al revés! Los planes de la nación son macros ¡No deben ser imposiciones! nadie conoce mejor sus debilidades y fortalezas que las propias regiones/municipios. Así, hay que racionalizar y democratizar esa percepción de"plan de la nación?, para un demócrata es sencillo, para un dictador ese plan es una herramienta para la arbitrariedad, la coacción. Otro comportamiento dictatorial es el irrespeto a la disidencia, no puede ser posible que mientras dure una cadena presidencial haya que taparles los ojos y oídos a los niños para evitar aprendan modelaje negativo, insultos e improperios. Un verdadero demócrata concilia con sus detractores, llega a acuerdos útiles al país, sin desmedro de nadie. ¡Los gobernantes llegan hasta donde el pueblo lo permita! ojalá la hora del pueblo exigente y democrático finalmente haya llegado, dejando para el olvido este ignominioso oscurantismo de dictadores escudados en debilidades constitucionales. @leandrotango
No hay comentarios:
Publicar un comentario