Santo Domingo.-Con cabal conocimiento del proceso de transición de la dictadura Trujillista hasta el presente, el novelistaAndrés L. Mateo sostiene que la sociedad dominicana no se ha podido desvincular del autoritarismo, lo que representa una herencia del régimen.
“En 200 y algo de años de vida republicana que tenemos, aquí no ha habido 30 años de verdadero ejercicio de la democracia.
El resto es autoritarismo, dictadura enmascarada o continuidad en el poder”, detalla el catedrático.
Mateo, quien hizo sus estudios superiores en la Universidad de La Habana, Cuba, especifica que el autoritarismo es un símbolo distintivo del poder.
Mateo, quien hizo sus estudios superiores en la Universidad de La Habana, Cuba, especifica que el autoritarismo es un símbolo distintivo del poder.
“La tradición autoritaria es tan tentadora que aquí cualquiera que se encarama en el poder a los cuatro años ya se considera un predestinado y piensa que sin él el país se hunde y a lo que aspira es a la vocación de eternidad, y esa es la desgracia del país”, consideró.
En ese orden, señaló que la República Dominicana vive una democracia que calificó como formal y no verdadera.
“Democracia no es que te dejen votar, militar en un partido político ni hacer ejercicio del criterio.
“Democracia no es que te dejen votar, militar en un partido político ni hacer ejercicio del criterio.
La democracia supone muchos otros elementos que en la República Dominicana no aparecen todavía”, se lamentó mientras hacía su reflexión.
La real democracia
De acuerdo a la concepción de Mateo, para llegar a una verdadera democracia el país debe tener instituciones sólidas en las que se deje de lado la ineficiencia de las diversas entidades que son básicas para establecer un Estado de derecho.
Ante esto lamentó que pese a existir instituciones de derechos básicos, como salud pública y el sistema de justicia, las mismas sean “inoperantes”.
“Todo lo que constituye los elementos de funcionamiento institucional de la República Dominicana están prácticamente colapsados”, concluyó.
El escritor indica que esto es resultado del poder político acumulado en todos los estamentos del Estado.
Sistema educativo
Tras haber dedicado más de 30 años a la educación, el catedrático considera que el sistema educativo dominicano está en crisis y requiere de profundos cambios para mejorar los resultados desalentadores que se tienen.
Mateo, quien además es poeta y filólogo a nivel doctoral, lamentó que en las diversas mediciones internacionales el país quede en los últimos lugares cuando es comparado con otras naciones de la región.
“El 4 % a lo único que puede aspirar es a poner el sistema educativo en una situación de desempeño, de ahí en adelante tendremos que empezar a transformar toda la conducta de entrada al sistema, toda la malla curricular docente e ir conformando lo que podría ser una elevación de la autoestima educativa”, explicó.
En ese sentido, manifestó que no existe revolución educativa, ya que esta es procesual y siempre es el resultado de una larga maduración.
“Los resultados de los sistemas educativos se recuperan en el orden social a largo plazo y por lo tanto las revoluciones educativas no existen”, dijo.
El especialista en la materia criticó que se hable de revolución cuando según sus datos más del 84 % de los niños pobres está fuera de la educación preescolar, que es una etapa crucial para el aprendizaje.
El escritor resaltó que a diferencia del país en otras naciones las partidas presupuestarias destinadas a la educación son vista como una inversión y no un gasto, ya que se tiene bien clara su importancia.
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