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SANTO DOMINGO (Rep. Dominicana).-Cientos de estudiantes, personalidades de la vida pública de la provincia San Cristóbal y representantes de varias instituciones se reunieron en Hacienda María, la que fuera casa de Rafael Leonidas Trujillo Molina, para recordar los asesinatos de los ajusticiadores del dictador.
El 18 de noviembre de 1961, Ramfis Trujillo, hijo del dictador, se reunió con unos amigos y personalmente mató a Modesto Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Manuel Cáceres, Tunti Cáceres, Pedro Livio Cedeño, Huascar Tejeda, Salvador Estrella Sadhalá.
La Comisión Permanente de Efemérides Patrias y la alcaldía del municipio San Gregorio de Nigua, la Casa de la Cultura, la Fundación Héroes del 30 de Mayo y Comité Pro-Bienestar de Nigua, organizaron un acto de recordación de los 53 años del crimen de Hacienda María.
Los actos iniciaron con una misa oficiada por el cura párroco José Luis Cedano Ortiz, previo a una ceremonia patriótica. Las notas del Himno Nacional fueron interpretadas por un batallón de músicos del Ejército, bajo la dirección de capitán Juan Francisco Reyes.
Manuel Tejeda, hijo de Huascar Tejeda, tuvo a su cargo la sinopsis histórica de los acontecimientos que sucedieron en el lugar. Calificó el asesinato del grupo como horrendo. “Desde el punto de vista de la familia es un crimen horrendo, ya que desaparecieron los cadáveres e hicieron una simulación de que ellos se escaparon, lo que hace más cruel la situación. Hemos pasado toda una vida de incertidumbre”, dijo.
“La desaparición de los cuerpos es un crimen tan horrendo como el crimen mismo”, lamentó Tejeda, quien definió el asesinato de su padre y sus compañeros ajusticiadores como “una orgía de licor y sangre”.
Mientras, el historiador Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión de Efemérides Patrias, ponderó la valentía de los mártires. “Esas personas, cuyos rostros están ahí, tenían una familia, tenían una vida holgada y sabían que al involucrarse en un acto así, arriesgaban su vida y de sus familias, y aun así no se detuvieron”, señaló.
Balcácer contó que entre el 30 de mayo y el 18 de noviembre “en Santo Domingo se cometieron muchos crímenes horribles que lesionaron para siempre el alma nacional”. “Por eso nos dirigimos especialmente a los estudiantes, porque queremos que no haya olvido, pues la memoria histórica es lo único que fortalece el alma nacional, recordar los grandes momentos del pasado”, añadió.
De su lado, el alcalde de Nigua, Mélido Pérez, y Eduardo Díaz, presidente de la Fundación Héroes del 30 de Mayo, ponderaron el sacrificio de los ajusticiadores del tirano.
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