La misteriosa fuga de Ramfis Trujillo

El autor es comunicador e historiador. Reside en EEUU. (Imagen: Archivos)

Este relato podría parecer el pasaje de una novela o quizás el segmento de una película de acción e intrigas; en verdad tiene que ver con episodios ocurridos a mediados de Noviembre de 1961 en tierra dominicana, como parte del plan de fuga de Rafael L.Trujilllo hijo, (Ramfis) y que en sus mejores días fue la especie de príncipe del trópico, carente del linaje de sangre azul, como es tradición en otras latitudes.

La historiografía no es clara sobre la fuga del hijo mimado del que gobernó con mano de hierro la nación dominicana, mandato en que su familia acumuló una fortuna, de la que nunca se supo el monto, y de la que aun disfrutan sus descendientes la condición de millonarios; han transcurrido cinco décadas del final de esa odisea y los trujillos siguen gastando sin control. Destacadas plumas nacionales y extranjeras atribuyen a Ramfis falta de vocación política, otros lo califican Juan Tenorio, de lo primero tengo mis dudas, de lo segundo sobran las pruebas.

Hay quienes afirman que era torpe en cuestiones de cultura, cosa que nos parece extraña si se revisa el lenguaje de las cartas escritas por Ramfis o se toma en cuenta el valor intelectual de quienes fueron sus tutores en sus días de estudios. Los hechos ocurridos a raíz de la muerte de su padre y la forma que Ramfis partió hacia el exilio quedaron cubiertos de una espesa nube, y aun en nuestros días persisten las dudas y las suspicacias.

Largo seria el relato si tratáramos de exponer la etapa turbulenta en que Ramfis asumió control de todos los cuerpos armados, o sea entre el 2 de Junio y el 18 de Noviembre de 1961 cuando abandonó el país. Todo parece indicar que a su viaje le precedió un plan cuidadosamente orquestado, puesto en marcha con el regreso de sus tíos Petan y Negro Trujillo, ausentes del territorio nacional mediante acuerdo del gobierno de Balaguer y la OEA, a fin de que se levantaran las sanciones impuestas al país, en San José, Costa Rica.

Resulta sorprendente que el 14 de Noviembre de 1961 Ramfis notificó al Presidente Balaguer sobre su renuncia como Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, día en que regresaron Negro y Petan Trujillo, forzados por el acuerdo antes mencionado desde el 5 de Octubre. Otros miembros de la familia Trujillo habían partido, incluso la viuda María Martínez, que se fue en Agosto a Europa, de donde ejercía presión para que Ramfis y el resto abandonaran la isla.

Otro hecho que revive las dudas es, si la cúpula del gobierno y los cuerpos militares y policiales ignoraban el plan de Ramfis, sucede que para esos días fue destapada la sepultura que contenía los restos del jefe, y sacados de la iglesia de San Cristóbal; el periodista Bernard Diedrich afirma en su obra que cuando el sacerdote Mario Fernández pidió una explicación sobre lo ocurrido en su parroquia, el gobernador de la provincia y a las autoridades militares, le dijeron "que no se preocupara". Sacar el cadáver del país era el deseo de la viuda de Trujillo, y para ello confiaba en Ramfis y contaba con Balaguer.

Al parecer, a ejecución del plan de Ramfis fue armado en varias fases, una de ellas era desviar la atención de la opinión general; la prensa anunciaba que el 16 de Noviembre Ramfis y algunos de sus íntimos se enfrentarían en un partido de polo en las cercanías del Hotel El Embajador, en el encuentro se esperaban además a Porfirio Rubirosa y Khalil Hache. Pero quizás el mayor montaje se hizo en torno a los prisioneros acusados de matar a Trujillo. Luego circuló la especie que sobre los prisioneros, el Presidente Balaguer le habría dicho a Ramfis "que le dejara eso resuelto", era una referencia a la masacre con la que se despidió Ramfis matándolos a tiros en una finca cercana al poblado de Haina y con toda seguridad después dio la orden de que los lanzaran al mar desde un helicóptero, como era su costumbre, en un lugar que ellos llamaban "La Piscina".

Pero en todo esto Ramfis no actuó sólo, a la tragicomedia se unieron otros, entre ellos el mayor Américo Dante Minervino, jefe de la cárcel La Victoria, el jefe la Policía Marcos A. Jorge Moreno, ambos dedicaron el día 18 de Noviembre a despachar mensajes y a enviar despachos en un va y ven con el fiscal Fabio Rodríguez, para justificar los traslados y movimientos de los detenidos el día 18 de Noviembre, antes de ejecutar la carnicería que tuvo lugar en la Hacienda María de Nigua.

No se sabe con certeza quienes estaban presentes durante la orgía de sangre, se ha especulado mucho sobre ello, pero no hay que ser genio para sospechar quienes eran, ya que en aquellos días a Ramfis le pisaban los talones el coronel Luis José León Estévez, Fernando A. Sánchez hijo, Gilberto Sánchez Rubirosa, Cesar A. Saillant y el su esbirro favorito de la cárcel del Nueve, el mayor Octavio Balcárcer, esa gente con alta probabilidad fue la que junto a Ramfis apretaron los gatillos para cegar la vida de los conjurados del 30 de Mayo y con ello se colocaron por encima del sistema judicial.

Al día siguiente, o sea el 19 de Noviembre, la prensa anuncia que los prisioneros escaparon, que despojaron de sus armas a los policías que los custodiaban y que los agentes aparecieron muertos en una carretera en la ruta hacia La Victoria. Tres policías asignados a la custodia pagaron con sus vidas, en lo que aparenta fue parte del plan de Ramfis y sus malandrines y nadie les reconoce su sacrificio, que equivale casi al de los que conspiraron para matar a al dictador Trujillo en 1961.

Pero hubo mas, al conocerse la noticia sobre la fuga de Ramfis, el jefe de la unidad aérea de Santiago, íntimo del fugitivo y miembro del Estado Mayor en los días de gloria de Ramfis, que había sido jefe del centro de torturas llamado "Cárcel del Nueve", se pronunció contra los Trujillos y ordenó bombardear la pista de la base aérea de San Isidro, quedando esta parcialmente destruida. Lo sorprendente es que no hubo una respuesta al ataque a pesar ese que era el recinto militar de mejores recursos y estaba equipado con un radar para detectar cualquier ofensiva aérea.

El Presidente Balaguer y el general Ramfis mantuvieron vínculos estrechos desde su regreso apresurado de Francia donde se encontraba al ser emboscado el dictador, hasta la noche de su partida secreta el 18 de Noviembre de 1961. Sin embargo el Dr. Balaguer en sus Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo, dice que desconocía las intenciones de Ramfis respecto a los prisioneros que participaron en la muerte de su padre.

Resulta mas sospechoso aun, que al producirse la salida de Ramfis, el Presidente Balaguer nombró Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas al general Pedro Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, quien hasta esos días había obedecido con lealtad a Ramfis y da la impresión que el general Rodríguez Echavarría era parte de aquel montaje, del que Ramfis y Balaguer eran los guionistas, aunque no se tratara del argumento para una película, pero si parte de la historia del pueblo dominicano.

Autor: José C. Novas