PAIS
Martes, 28 de Febrero de 2017
El expresidente Hurtado cree que el correísmo ha retrocedido al país hasta 1950 y lo compara con cuestionadas dictaduras.
Los surcos de su rostro dan un mensaje: el tiempo no se detiene. Ya no es el joven cuyo retrato se encuentra en el Salón Amarillo del Palacio de Carondelet. Sin embargo, el expresidente Osvaldo Hurtado ha dado una batalla intelectual sin cuartel contra lo que considera, según una de sus publicaciones, una dictadura del siglo XXI. Su batalla es con palabras. Hurtado se encuentra esperanzado en la segunda vuelta. Piensa que es la oportunidad de “reconstruir la democracia ecuatoriana”, luego de 10 años de lo que él llama control de las instituciones por parte de un partido. El próximo Presidente asumirá un país en crisis. ¿Perderá su capital político? Tendrá una circunstancia económica muy difícil como consecuencia de la política económica equivocada, estatista y dispendiosa de (Rafael) Correa. En el caso de (Lenín) Moreno, me parece que no está preparado para enfrentar los problemas económicos y sociales. Lasso sí, pero tendrá el reto adicional de llevar adelante la reforma económica que ha ofrecido, para que esta economía estatista sea sustituida por una economía de mercado. El Presidente ha dicho que, si gana Lasso, habrá muerte cruzada y regresará en un año. Esta declaración demuestra otra de sus tantas mentiras, no es que se va a Bélgica y no es que extraña la familia. Continuará presente en la política ecuatoriana y, en el caso de que gane Moreno, será su tutor. En el caso que gane Lasso, vendrá a hacerle la vida imposible. ¿Por qué lo hace? Es un hombre soberbio. Los hombres inteligentes, cultos, las grandes personalidades, tienen un sentido de la modestia y, quienes ejercen funciones públicas en un sistema republicano, tienen austeridad democrática. Correa no es un republicano y tampoco un demócrata, procede como han procedido todos los dictadores africanos y latinoamericanos. Ante el triunfo de PAIS en la Asamblea, ¿volverá la ingobernabilidad? El presidente Barack Obama gobernó Estados Unidos con un Congreso de oposición. La democracia es un Gobierno de las mayorías, pero cuando no hay una mayoría el Presidente tiene que dialogar, negociar, buscar acuerdos. Los ecuatorianos tenemos que abandonar aquella opinión de que el país es estable cuando tenemos un dictador. ¿Le falta al país la corriente de la democracia cristiana? ¡Cómo le agradezco por esa pregunta! Yo he dedicado parte de mi vida pública a la formación de un sistema de partidos y a que la Democracia Popular sea un partido mayoritario. Con todos sus defectos y errores, tenía un sentido de país, de responsabilidad cívica. ¡Cuánta falta hace hoy un partido de esa naturaleza! ¿Es posible que el próximo Presidente rescate la institucionalidad? De los grandes desafíos que tiene es poner fin a la dictadura y restablecer la democracia. Este es un Régimen dictatorial, la Constitución es dictatorial y muchas de las leyes expedidas por Correa han sido para institucionalizar ese sistema. Usted vio el regreso de Ecuador a la democracia en el 79. ¿Cómo sintió que la democracia entre en el correísmo? Bueno, ha sido absolutamente frustrante. No solo por lo que hizo Correa, sino porque algunos partidos auparon ese proceso dictatorial y porque la mayor parte de los ecuatorianos fueron a las urnas y votaron a favor. ¿Cómo se siente ante la segunda vuelta? Se le ofrece hoy al país la oportunidad de ponerle al día en materia económica.
Este era un país atrasado en su pensamiento económico y social. Y Correa lo atrasó más, lo puso en el año 1960 o 1950. Todas las ideas económicas de Correa, son las ideas de la Cepal, son las ideas de los socialistas de mediados de siglo: absolutamente anticuadas. Hoy tenemos la oportunidad, si es que Lasso es elegido, de tener un Gobierno que haga ejercicio de sentido común como ha hecho a su tiempo Chile, o como lo está haciendo hoy Perú.
¿Hace falta un acuerdo entre todos los sectores políticos? Esta no es una transición de una democracia a otra, es de la dictadura a la democracia. Estamos en la misma situación de Chile con Pinochet, o de Alemania o de Italia con el fascismo, y si en estos tres países se juntaron demócratas cristianos, socialdemócratas, socialistas y otros grupos políticos para restablecer la democracia, ¿por qué no hacerlo en Ecuador? (MMD) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario