Orlando Peñalosa
Fue la dictadura de Juan Vicente Gómez la más larga y cruel que sufrió Venezuela en toda su historia.
Se instaló por 27 años y mediante el poder político y militar mantuvo un férreo control sobre los opositores y colaboradores sin perder nunca el mando que duró hasta 1935 cuando murió. Si un gobierno llega a esa edad, uno termina por creer que no se acabará nunca.
Se instaló por 27 años y mediante el poder político y militar mantuvo un férreo control sobre los opositores y colaboradores sin perder nunca el mando que duró hasta 1935 cuando murió. Si un gobierno llega a esa edad, uno termina por creer que no se acabará nunca.
Los venezolanos, como más tarde los españoles con respecto a Francisco Franco, llegaron a pensar que Gómez era inmortal o que aún muerto seguiría gobernando. Por eso, cuando se anunció oficialmente el deceso del caudillo de La Mulera aquel 17 de diciembre, no se sabía cómo pensarlo.
Marcos Pérez Jiménez se extendió desde el 2 de diciembre de 1952 cuando fue nombrado Presidente provisional de la República y luego Presidente Constitucional en el año 1953 hasta el 23 de enero de 1958, fecha en la que huyó al ser depuesto por un golpe en el que estuvieron involucrados el pueblo, los partidos políticos y las Fuerzas Armadas.
El general Juan Domingo Perón había iniciado su segundo mandado en Argentina el 4 de Junio de 1952 y finalizó abruptamente en 1955 derrocado en septiembre de ese mismo año.
En las elecciones de 1973 ganó con el más del 62 por ciento de los votos comenzando su corta y poco aclamada tercera presidencia, pero falleció el primero de julio de 1974, dejando a cargo a su esposa María Estela Martínez, conocida popularmente como Isabelita o Isabel Perón, convirtiéndose en la primera Vicepresidente mujer de su país con 42 años, quien más tarde sería derrocada por la junta militar.
El recién creado “User” uruguayo compara a Perón con Adolf Hitler, Iosif Stalin, Benito Mussolini, Fulgencio Batista y demás dictadores del mundo.
Los dictadores también pueden llegar al poder siendo elegidos en votaciones populares, designados por un partido único o jerarquía dominante de cualquier signo, o heredar el poder tras el fallecimiento del pariente que lo ostentaba.
En años recientes, diversas dictaduras, de origen interno como externo, han caído o se han tambaleado en el mundo cuando se les ha enfrentado una población desafiante y movilizada.
Aunque a menudo se les ve como firmemente afianzadas e inexpugnables, algunas de ellas demostraron ser incapaces de soportar el desafío concertado del pueblo en lo político, lo económico y lo social, es decir, pobreza, hambre, criminalidad e ineficiencia burocrática, que han sido frecuentemente la herencia de regímenes brutales.
Un dictador es una persona que se apropia del poder sin permitir que el pueblo participe en decisiones, ejerciéndolo a la fuerza y violentamente. Impone sus normas y leyes y se pierde la libertad de expresión.
El pueblo de Venezuela, que ha sufrido durante casi 20 años serias desesperaciones, desapareció el domingo 6 de diciembre y ha sido sustituido por otro. Los comicios parlamentarios marcaron el comienzo de una nueva etapa que cristalizará con el referéndum revocatorio, el cual aterroriza a los mandantes de turno, aplastando esta otra dictadura que inició el “comandante eterno”.
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