Como fiel seguidor de Hugo Chávez, que estuvo al lado de detestables dictadores como Sadam Hussein y Muamar de Gadafi, ahora no sólo es anfitrión del tirano de Zimbabue, Robert Mugabe, sino que ha invitado al también sátrapa de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a nuestro país, a quien admira al punto de haber anunciado que este cruel tirano quedará como “niño de pecho” ante lo que él se propone hacer contra la oposición democrática venezolana.
La declaración fue hecha por Pablo Medina, dirigente y analista político, quien señaló que las mejores relaciones de este régimen desde hace 17 años han sido con los peores tiranos, comenzando con Fidel Castro y Raúl Castro, quien por espacio de más de 50 años han sometido al pueblo cubano a las peores penurias.
Estos dictadores buscan una hegemonía mundial al punto de utilizar los recursos de sus pueblos para impulsar programas destructivos, como lo está demostrando el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, quien se ha sentido satisfecho al matar con un disparo de cañón a uno de sus ministros y está haciendo pruebas nucleares. Son tipos como estos los que se empeñan en imponer una superioridad militar para tener, en base del hambre, un control absoluto sobre la población.
Vimos recientemente al presidente Nicolás Maduro muy entusiasta al recibir a Mugabe y se nos vino a la memoria las imágenes del 2000 cuando este dictador, que había acabado con el aparato productivo de Zumbabue, había desatado la mayor inflación del mundo en su país, donde las amas de casa iban a los supermercados solamente para ver los estantes vacíos, cuadro que hoy se registra en Venezuela donde también tenemos la inflación más alta del universo en estos momentos y también el aparato productivo destruido.
Esas imágenes de escasez de productos alimenticios y de aseo personal que los medios internacionales dieron a conocer hace 16 años son las mismas que hoy recorren el mundo para atestiguar la miseria que está padeciendo la población venezolana como consecuencia del modelo económico que nos ha impuesto este régimen.
Ahora el dictador de Turquía, que tiene presos a más de 1.600 generales y almirantes, además de realizar una gigantesca purga después del supuesto golpe de Estado del 15 de julio, será invitado especial de Maduro en los próximos días.
No sólo hace alianzas Maduro con los peores dictadores, sino que hace importantes contactos con gobiernos que toleran el narcotráfico como es el de Juan Manuel Santos, cuyo acuerdo con las FARC les brinda a esta fuerza narcoguerrillera las mejores condiciones para seguir operando con el tráfico de la cocaína.
Ese tratado de cierta paz firmado en Cuba -que no es casualidad que se haya hecho en esa isla- garantiza la explotación a gran escala de la coca, señaló Pablo Medina. Y por supuesto, Maduro, que al igual que Chávez apoyó a las FARC, se encuentra muy contento porque Santos es su “pana”.
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