Carlos Baez.
Cada vez que inicia un nuevo
gobierno hay mucho entusiasmo porque se albergan muchas esperanzas, se piensa
que efectivamente las cosas negativas van a mejorar y una lucecita se ve al
final del túnel. Sí, pero no …las cosas no terminan nunca de arreglarse. A
veces van de mal en peor, y en ocasiones todo sigue igual.
Sabemos que gobernar no es tarea
fácil, y en los países latino americanos los intereses, compromisos, el
clientelismo y el populismo son parte medular de las lides políticas, así que
esto merma cualquier atisbo de querer hacer transformaciones radicales,
pensamos que debiera existir más voluntad y decisión para erradicar los males.
Los países necesitan de mejores
perspectivas, y mayores esfuerzos de sus ejecutivos y funcionarios para
componer sus sociedades, estas sobre todo lucen en declive en todos los
aspectos, pareciese ya desde hace mucho tiempo que se perdió la esencia de para
que se va a ocupar un cargo.
Hay países donde no existen ley
de partidos y es indeseable, e indecente que se gaste más en la publicidad de
las campañas para ocupar cualquier curul, o alcaldía, que lo que puede
dar la suma de todos los sueldos que
la persona va a percibir al ocupar la posición, pero sin embargo no obstante se
hace. Se infiere entonces de antemano que la persona no va a ir a legislar, a
hacer un gobierno municipal, o a donde quiera que vaya a trabajar de manera
transparente a favor del pueblo, al menos que esta sea muy rica y a la
vez tenga una personalidad de filántropo, pero de esto no se dice nada, todo lo
envuelve un silencio cómplice y años tras años todo sigue igual. Que lastima.
Pasan los años, gobiernos van,
gobiernos vienen, secretarios, ministros, alcaldes, senadores, diputados,
funcionarios judiciales, jefes militares pasan por ahí, y poco, o nada
varía. A veces pareciese que el Estado es un botín, y las posiciones en el
mismo son simples y viles medios para ir a hacer negocios que obviamente dejan
pingues beneficios a quienes los organizan.
Gobernar debiera ser
administrar de la mejor forma posible un estado, una ciudad, una colectividad,
pero enfocado hacia el bien común. Guiar, o dirigir hacia un destino positivo
aquello que se dirija.
Se habrá olvidado para que se
llega a una posición al Estado?
Se habrá olvidado que el fin de
un partido es llegar al poder para hacer los cambios que requiere la sociedad
para su bien ?
Que busca cada quien en una
posición? El beneficio personal, el de su partido, o el bien generalizado?
A veces pareciese que muchos de
los que van a la administración pública al poco tiempo de estar en un cargo
especifico comenzaran a padecer de Alzheimer, Pareciesen olvidar cuales
son realmente sus atribuciones, y para que el pueblo voto por ellos, o para que
el presidente les nombrara, claro que ha habido también gobernantes que han
sufrido del mismo mal que muchos de sus funcionarios.
La razón de ser de muchas cosas
a veces se pierde en el camino. Tantas veces vamos en pos de un objetivo, que
finalmente terminamos haciendo cosas diferentes a las que supuesta
mente nos lanzamos a realizar, pero cuando hay responsabilidades de
presupuestos, de manejo del pago de impuestos, de legislar para mejorar las
cosas, o frenar aquellas que pueden perjudicar a la nación, o trabajar en pos
de la seguridad ciudadana y mucho más, se debe ser muy cauteloso y
extremadamente delicado. Esto no esta sucediendo.
Pareciese que poco importa para
muchos lo que es dejar un legado positivo, aun estas personas que dirigen la
cosa publica, sean personas con egos generalmente muy exarcebados.
Existen sus excepciones, pero hay
muchos, muchísimos, bastantes y suficientes que lucen como si sufrieran de una
degeneración de las células nerviosas del cerebro que le hacen variar su
conducta y objetivos cuando asumen alguna posición en el Estado, aunque sea de mínima
relevancia.
En esta página
de internet hay 10 señales
que indican como es el deterioro del tipo que hemos señalizado acá. De estos,
mas de la mitad califican con los cambios que se producen en muchas de las
personas que empiezan a dirigir alguna institución del Estado.
Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
Dificultad para planificar o
resolver problemas.
Dificultad
para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo, o en su
tiempo libre.
Disminución o falta de un buen
juicio.
Perdida de iniciativa para formar
parte en el trabajo o en las actividades sociales.
Cambios en el humor o la
personalidad.
El ex presidente norteamericano
Ronald Reagan se despidió de toda actividad pública y privada por su
padecimiento de esta terrible enfermedad del alzheimer. Y tuvo la honestidad de
decir unas palabras memorables.
-´´Me voy a un viaje sin
regreso ’’
Sería
interesante que muchos recordaran esta frase, quien sabe a lo mejor les de
cargos de conciencia y puedan volver a la realidad, y empezar a hacer las cosas
bien, o les ayude a pedir perdón por tanto daño que le han hecho a sus países y
a sus pueblos aunque ya hay muchos que son irreparables.
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