Santiago de Chile, 9 jun (PL) Cuatro décadas después, la compañera sentimental del periodista Augusto Carmona Acevedo, asesinado por la dictadura en Chile, valoró que la Corte Suprema por fin lo haya considerado delito de lesa humanidad.
En un extenso artículo publicado hoy por la revista Punto Final, Lucía Sepúlveda Ruíz detalló pormenores del caso del también ex dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), ultimado el 7 de diciembre de 1977.
Tenía apenas 38 años y era padre de Eva María, hija de Lucía, y fue activo periodista de Punto Final, la publicación dirigida por Manuel Cabieses que se enfrentó directamente a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El crimen fue considerado un delito de lesa humanidad, en razón de la intervención de agentes del Estado, en este caso el CNI, sucesora de la tenebrosa DINA, el aparato de inteligencia de Pinochet para combatir a sus opositores.
De acuerdo con la nota de Lucía Sepúlveda, el asesinato fue presentado por la junta militar como un enfrentamiento. La querella judicial fue interpuesta en 2003 para impugnar la amnistía impuesta en 1993.
'Como familia habíamos vivido con júbilo la detención de Pinochet en Londres. Era lo más cercano a la justicia y a la reparación (...) pero la impunidad persistió (...)', recordó.
En 2006 Pinochet murió sin pagar por este ni ningún otro crimen. Iban muriendo los criminales mientras los padres de los ejecutados y detenidos desaparecidos partían sin conocer verdad ni justicia, tal como ocurrió con los padres de Carmona, explicó.
El comentario destacó que finalmente llegó la sentencia de la Corte Suprema a 10 años y un día para los altos oficiales del ejército Miguel Krassnoff, Manuel Provis, Enrique Sandoval y Luis Torres, y a los suboficiales José Fuentes y Basclay Zapata.
Los primeros con rangos de brigadieres, mayor y coronel, respectivamente, ya que en Chile, como aclaró la autora, 'ningún criminal ha sido degradado' y reciben legalmente 'las generosas pensiones que se autoasignaron las Fuerzas Armadas (...)'.
Carmona fue un sobresaliente profesional que llegó a ser jefe de prensa de Canal 9 de televisión, escribió para Punto Final y tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, pasó a la clandestinidad como miembro del comité central del MIR.
Llegó a entrevistar al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, antes de ser acribillado por la dictadura el 7 de diciembre de 1977.
jcm/ft
Tenía apenas 38 años y era padre de Eva María, hija de Lucía, y fue activo periodista de Punto Final, la publicación dirigida por Manuel Cabieses que se enfrentó directamente a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El crimen fue considerado un delito de lesa humanidad, en razón de la intervención de agentes del Estado, en este caso el CNI, sucesora de la tenebrosa DINA, el aparato de inteligencia de Pinochet para combatir a sus opositores.
De acuerdo con la nota de Lucía Sepúlveda, el asesinato fue presentado por la junta militar como un enfrentamiento. La querella judicial fue interpuesta en 2003 para impugnar la amnistía impuesta en 1993.
'Como familia habíamos vivido con júbilo la detención de Pinochet en Londres. Era lo más cercano a la justicia y a la reparación (...) pero la impunidad persistió (...)', recordó.
En 2006 Pinochet murió sin pagar por este ni ningún otro crimen. Iban muriendo los criminales mientras los padres de los ejecutados y detenidos desaparecidos partían sin conocer verdad ni justicia, tal como ocurrió con los padres de Carmona, explicó.
El comentario destacó que finalmente llegó la sentencia de la Corte Suprema a 10 años y un día para los altos oficiales del ejército Miguel Krassnoff, Manuel Provis, Enrique Sandoval y Luis Torres, y a los suboficiales José Fuentes y Basclay Zapata.
Los primeros con rangos de brigadieres, mayor y coronel, respectivamente, ya que en Chile, como aclaró la autora, 'ningún criminal ha sido degradado' y reciben legalmente 'las generosas pensiones que se autoasignaron las Fuerzas Armadas (...)'.
Carmona fue un sobresaliente profesional que llegó a ser jefe de prensa de Canal 9 de televisión, escribió para Punto Final y tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, pasó a la clandestinidad como miembro del comité central del MIR.
Llegó a entrevistar al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, antes de ser acribillado por la dictadura el 7 de diciembre de 1977.
jcm/ft
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