Las Farc nacieron como un grupo de autodefensa campesina con ideología marxista-leninista para defender la vida, la tierra y emprender una lucha frontal contra el Estado, luego de la guerra entre liberales y conservadores, que dio origen al histórico "Bogotazo" tras el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán.
Marquetalia, que se convirtió en la cuna de las Farc, a pesar de que el general Rojas Pinilla había ordenado el bombardeo y toma por parte del Ejército a esa zona para impedir que esta se convirtiera en una república independiente del país, también es una finca ubicada en lo más alto del corregimiento de Gaitania, municipio de Planadas en el sur del Tolima. Para llegar se requiere de 15 horas de camino desde Ibagué, de las cuales tres son a caballo.
Allí, nacieron las Farc hace 53 años, lugar seleccionado por Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”, por ser un punto estratégico para la guerra. Desde Marquetalia, la guerrilla podía divisar al Ejército y fácilmente se abría paso hacia el Huila o al Valle del Cauca.
Del Santuario de las Farc, solo quedan los cimientos de la casa donde el líder guerrillero vivía y una cruz de madera que él mismo instaló como si hubiera querido morir allí.
Fue en estas tierras donde se vivió el rigor de la guerra y donde hace más de 50 décadas sus habitantes obtuvieron solo abandono del Estado y el reconocimiento de algunas páginas de la historia del país.
Aunque la guerra le cobró con sangre a muchos en Planadas y pueblos aledaños, sus habitantes terminaron reconociendo en las Farc una autoridad que nunca tuvieron en la institucionalidad como lo recuerda uno de los amigos de “Tirofijo”.
“Créame que la gente de Gaitania aprecia la guerrilla porque fue la autoridad que nunca tuvo nuestro corregimiento, si alguien la embarraba, lo mataban (…) don Manuel manejó las cosas con mucho respeto y responsabilidad y nunca dejó hacer nada mal hecho”, dijo Humberto Téllez, campesino amigo de “Tirofijo”.
CM& a su paso por esta agreste zona del sur del Tolima, encontró la simbología de 53 años de guerra, entre otras, una placa en honor a un sargento del Ejército de quien se dice que Marulanda asesinó de un solo disparo desde lo más alto de una montaña, por eso lo pusieron “Tirofijo”.
Los de Marquetalia, Gaitania, Planadas, viejas y nuevas generaciones, saben que siempre estarán en esta historia de la guerra, pero ahora que la paz ha llegado a sus tierras y las Farc desaparecen, solo piden que llegue ahora sí, la mano del Estado.
Héctor Sánchez
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