Una barbaridad esto de las agresiones sexuales en Colonia, Alemania.
La policía investiga a 18 solicitantes de asilo por el escándalo de Colonia
REUTERS Berlín 8 ENE 2016 - 16:53 CET
El jefe de la policía en Colonia ha sido destituido este viernes tras la ola de agresiones sexuales a mujeres en Nochevieja en esta y otras ciudades, según informan los principales diarios alemanes y la agencia Reuters. Wolfgang Albers, de 60 años, ha sido informado por el ministro del Interior del Estado federal de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger, de que debe acogerse a la jubilación, según indica Reuters. La destitución se produce el mismo día en que los partidos de la coalición de Gobierno alemana han prometido una dura respuesta a los migrantes que cometen crímenes, después de que el escándalo haya agraviado el debate sobre la política migratoria de la canciller Angela Merkel.
Al menos 120 denuncias han sido presentadas en Colonia y otro medio centenar en Hamburgo por agresiones perpetradas por hombres con aspecto árabe o norteafricano, según la policía. El Ministerio del Interior alemán ha informado hoy de que, entre la treintena de personas interrogadas por los hechos, figuran 18 solicitantes de asilo.
La CDU de Merkel llama a endurecer las penas para los solicitantes de asilo que cometan delitos, según un borrador de trabajo preparado para una reunión de la cúpula de la formación política en Mainz y al que tuvo acceso la agencia Reuters. El documento aboga por que los solicitantes de asilo que hayan sido condenados no sean aceptados en el país; por reducir los criterios para deportar a los solicitantes e incrementar los sistemas de videovigilancia.
El vicecanciller, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, ha expresado un punto de vista parecido. "¿Por qué los contribuyente alemanes deberían pagar para mantener en la cárcel criminales extranjeros? La amenaza de cumplir penas en las cárceles de sus propios países es un disuasorio más potente que tener que hacerlo en penales alemanes".
"Ahora se trata de estudiar todas las posibilidades legales para devolver a su país de origen a los peticionarios de asilo que delincan", afirma Gabriel, que es también ministro de Economía y Energía en la gran coalición, en una entrevista concedida a Bild.
En la actualidad, sólo los extranjeros con penas de más de dos años de prisión pueden ser expulsados a su país de origen, según la legislación alemana.
El jueves, la canciller había vuelto a calificar de "intolerables" los hechos y prometió respuesta eficaces, incluido un mayor despliegue policial y trabajar para que el sistema de deportación sea eficaz. Merkel subrayó la necesidad de "lanzar un claro mensaje a los que no están dispuestos a respetar" las normas del país.
La canciller se mostró convencida de que "no se trata de casos aislados" y que el asunto abre "preguntas muy serias", como si se está ante un "patrón común de comportamiento" o si se trata de "un desprecio total hacia la mujer".
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