El 18 de enero es un aniversario más del movimiento que restableció al depuesto Consejo de Estado encabezado por el Coronel Rafael Fernández Domínguez y un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas.
Sobre este acontecer escribimos en el Listín Diario en enero de 1989. Poco se había escrito hasta ese entonces - 1989- y lo expuesto en esos artículos fue premisa en aquella oportunidad, ya que parte de los acontecimientos que narramos, han sido omitidos por la mayoría de los investigadores.
El ilustre periodista y escritor Miguel Guerrero, en uno de sus libros, había anteriormente hecho un recuento sobre este trascendental hecho histórico, de tanta incidencia en la vuelta a la democracia, luego de la desaparición de la tiranía.
Por igual los hijos del presidente Bonnelly en un artículo dirigido al director del Listín Diario, Rafael Herrera, el 10 de diciembre de 1970, notas de mi madre Carmenchu en su columna del mismo diario “Menudo”, entre otros, todo lo cual nos sirvió para dicho artículo, además de haber entrevistado personalmente a varios de los actores, que hoy publicamos de nuevo.
-16 DE ENERO
El presidente del Consejo de Estado, doctor Joaquín Balaguer, había renunciado.
El presidente del Consejo de Estado, doctor Joaquín Balaguer, había renunciado.
La situación era de crisis en el país. El Consejo de Estado se encontraba reunido para conocer de la situación actual. Era tenso el ambiente en el Palacio Nacional y el destino del país incierto.
De repente, en los pasillos de la Casa de Gobierno, se oyen pasos fuertes y, en cada rincón, se posiciona un militar.
En ese momento tenía efecto un golpe de Estado, encabezado por el general Rafael Rodríguez Echavarría.
Rafael Bonnelly, Eduardo Read Barreras, monseñor Eliseo Pérez y Nicolás Pichardo –miembros del Consejo de Estado– son detenidos y conducidos a la Base Aérea de San Isidro.
En el Palacio Nacional surgen los comentarios.
Avanza la noche.
-17 DE ENERO
Al día siguiente del golpe, una inmediata reacción adversa se produce en la ciudadanía. Los empleados públicos dejan de ir a sus oficinas, los comercios empiezan a cerrar, produciéndose así una huelga espontánea.
Al día siguiente del golpe, una inmediata reacción adversa se produce en la ciudadanía. Los empleados públicos dejan de ir a sus oficinas, los comercios empiezan a cerrar, produciéndose así una huelga espontánea.
Las declaraciones en contra del golpe de Estado se incrementan a través de diversos medios, pese a que hubo censura a la prensa.
Los miembros de las Fuerzas Armadas estaban acuartelados.
El país se encontraba en una gran crisis política e institucional.
La Secretaría de las Fuerzas Armadas informaba a sus subalternos que los miembros del Consejo de Estado se encontraban en San Isidro “protegidos” por los militares.
Varios oficiales de las Fuerzas Armadas, de manera simultánea y según declaraciones de algunos de los actores, sin establecer contacto con el grupo liderado por Fernández Domínguez, quien ya planificaba dar el contragolpe, opuestos al golpe de Rodríguez Echavarría, también se preparaban para contrarrestar el golpe de Estado.
-18 DE ENERO
Son las 10:00 am. Un avión militar aterriza en la base Aérea de San Isidro trayendo, desde Santiago, a civiles y periodistas detenidos.
Son las 10:00 am. Un avión militar aterriza en la base Aérea de San Isidro trayendo, desde Santiago, a civiles y periodistas detenidos.
Conjuntamente con la gestión de Fernández Domínguez, dentro de las Fuerzas Armadas, se dan varios aprestos y conversaciones entre oficiales. El entonces teniente coronel piloto Ángel Ramos Usera, visita al subsecretario de las Fuerzas Armadas, coronel Elby Viñas Román y le manifiesta su preocupación.
Viñas le comenta: “Yo no me ensucio por nadie. Apoyo la decisión de la mayoría”. Respuesta que resultó de vital importancia, más tarde, para Ramos Usera.
2:30 pm. El teniente piloto Alfredo Hernández Díaz, localiza al teniente coronel Ramos Usera, para conocer cuál era su actitud ante los acontecimientos. Le responde: “No puedo aceptar esta situación”.
Hernández Díaz que también tuvo una gran participación, tanteaba a Ramos Usera a quien consideraba de vital importancia, mas, no le dice nada sobre los aprestos del contragolpe.
Los líderes del contragolpe entendían que era necesario contar para la noche el mayor número de oficiales superiores.
Fernández Domínguez, Marino Polanco Tovar, Federico Fernández Smester, Pericles Peralta, Hernández Díaz Tejada y otros, organizaban todo lo concerniente para la reposición del Consejo de Estado.
6:00 pm. Hernández Díaz vuelve a donde Ramos Usera, oficial calificado de difícil y con un gran mando, le dice: “La acción del contragolpe ha empezado”
-Segunda parte-
La acción del contragolpe
Ramos Usera de inmediato se incorpora al grupo, convocando a oficiales y alistados al Escuadrón de Caza Bombarderos, mientras Hernández Díaz busca a Fernández Smester a su casa. Desde allí, llaman a Milito Fernández para que, por la Voz de Dominicana y a la hora indicada en que se haya dado el Contra-Golpe, haga la correspondiente proclama.
Ramos Usera de inmediato se incorpora al grupo, convocando a oficiales y alistados al Escuadrón de Caza Bombarderos, mientras Hernández Díaz busca a Fernández Smester a su casa. Desde allí, llaman a Milito Fernández para que, por la Voz de Dominicana y a la hora indicada en que se haya dado el Contra-Golpe, haga la correspondiente proclama.
Regresa Alfredo Hernández Díaz a la base y ordena que se hagan las primeras avanzadas de los tanques. Uno en la Escuela de Caza Ramfis, otro en la autopista, un tercero a la entrada de la Base, el cuarto junto a la torre de control y el quinto, en la pista de los aviones.
Fernández Smester y Ramos Usera se integran con varios oficiales en el Escuadrón. Allí estaban los pilotos Martínez Polanco y Martínez Rincón, entre otros.
Una voz fuera se escucha, de repente, en el salón, ordenando disolver esa reunión por considerarla “subversiva”.
El General Miguel Rodríguez Reyes, con un fusil Fal en las manos, granadas al cinto, junto a varias custodias fuertemente armadas, era quien trataba de interrumpirla.
Federico Fernández Smester, al entender cuan peligroso podía ser el momento, invitó al General Rodríguez Reyes al salón y allí le informó que la reunión no era subversiva. Solo deseaban conocer en qué condiciones se encuentran en la Base Aérea los miembros del Consejo de Estado.
Mediante consenso, deciden dirigirse a la Jefatura de Estado Mayor de la FAD para informarse. Al llegar el grupo, salen al balcón de la explanada Santiago Rodríguez Echavarría, Balcácer, Ismael Carbuccia y Vinas Román, todos sin kepis.
Ramos Usera les hace la siguiente pregunta:” ¿en qué condiciones se encuentran los miembros del Consejo de Estado?
Santiago (Chaguito) Rodríguez Echavarría responde más o menos lo siguiente: “son huéspedes de las Fuerzas Armadas. Están siendo protegidos del pueblo dominicano, en el Club de Oficiales. Pueden integrar una comitiva para ir a verles.”
Una Comisión de Oficiales Pilotos, en sus respectivos vehículos y asistidos de dos tanques blindados, uno de ellos comandado por el Teniente Piantini, se dirigen al Club de Oficiales.
No encuentran obstáculos en el camino. Al llegar observan, en la primera planta que los custodios de Rafael Rodríguez Echavarría -el Mayor Juan Bautista Rodríguez Echavarría y el Capitán Pedro Héctor Dipp Medina- se encuentran detenidos por varios oficiales del CEFA, dirigido en ese entonces por el Coronel Elías Wesin y Wesin.
Esta actuación de los oficiales del CEFA permite que la comitiva de pilotos suba al segundo piso y entran libremente al salón donde encuentran sentados a Bonnelly, Read Barreras, Pichardo y Rodríguez Echavarría (este último aun mantenía su pistola al cinto).
Rafael Fernández Domínguez, ametralladora en mano y acompañado de 3 a 4 oficiales también con igual arma, mantenía apuntado a Rodríguez Echavarría, estaba esperando la reacción y apoyo de los oficiales y apoyo de los tanques, para reponer a los miembros del Consejo de Estado en sus cargos.
Ante la difícil situación y que podría acontecer en ese momento, Ramos Usera, pregunta a Bonnelly: ¿en qué condiciones se encuentran ustedes aquí?
Bonnelly mira de reojo a los demás miembros del Consejo de Estado, pero permanece en silencio.
Ramos Usera inmediatamente le dice: Señor Bonnelly, mire por el balcón para que vea los tanques que tenemos afuera, que lo van a apoyar para que regresen al Palacio Nacional.
Acto seguido Bonnelly se levanta, se asoma al balcón y responde: “Nosotros estamos presos del General Rafael Rodríguez Echavarría”.
Ramos Usera le indica: “Ustedes estaban presos. Quedan en libertad. Ustedes volverán ahora mismo al Palacio Nacional”.
Federico Fernández Smester ordena a Rodríguez Echavarría entregar el arma de reglamento, a lo que sin complicaciones accede.
Fernández Domínguez con su ametralladora a mano, Smester, Ramos Usera y demás oficiales, bajan todos, las escaleras.
Monseñor Eliseo Pérez quien se hallaba en otra habitación, Bonnelly, Read Barreras, Pichardo y Fernández Smester se van en el vehículo Ford Galaxia Blanco de Ramos Usera. Atrás le sigue, Fernández Domínguez, en un Mercedes Benz militar, placa 180, conduciendo el mismo dicho vehículo. A su lado, Rafael Rodríguez Echavarría detenido y a quien con cuya detención y escolta se procuraba preservar la vida. Un reconocido político fue detenido por Ramos Usera por encontrarse como civil dentro de la base, haciendo la proclama para el regreso al poder de Balaguer.
18 DE ENERO
“Aquí no hay héroes”...
Mientras tiene en efecto en la noche del 18 de enero del 1962 la liberación de los miembros del Consejo de Estado, Alfredo Hernández Díaz, llevando una Thompson consigo y con un tanque apuntando hacia la Jefatura de la Base Aérea informa a Chaguito Rodríguez Echavarría que se dé como preso.
“Aquí no hay héroes”...
Mientras tiene en efecto en la noche del 18 de enero del 1962 la liberación de los miembros del Consejo de Estado, Alfredo Hernández Díaz, llevando una Thompson consigo y con un tanque apuntando hacia la Jefatura de la Base Aérea informa a Chaguito Rodríguez Echavarría que se dé como preso.
El Coronel Viñas Román que está allí pide a Hernández Díaz que baje el arma y que Chaguito está detenido, responsabilizándose él del General.
Hernández procede a soltar a los civiles presos en la Base y regresa a la explanada donde llegan, deteniéndose con brusquedad, los vehículos con los miembros del Consejo de Estado y los tanques blindados.
Con el objetivo de dar la debida protección a la Base y como retaguardia de los miembros del Consejo de Estado en su retorno al Palacio Nacional, Ramos Usera sugiere a Bonnelly designar Comandante de la Base Aérea a Elbys Viñas Román.
Rafael Bonnelly era aclamado por los oficiales y alistados allí presentes, que le pedían restaurar el Consejo. Y, ante ellos, juramenta a Viñas en la FAD.
En caravana hacia el Palacio Nacional, un tanque-escolta se estrella contra un árbol, pero no hay percance que lamentar. La marcha prosigue.
Llegados a la sede del Gobierno, en su entrada por la calle Doctor Báez, los militares comandados por el oficial Corominas, impidieron que el auto que transportaba a los miembros del Consejo de Estado entrara al recinto.
Ante la expectativa reinante, Corominas entra a pedir instrucciones a Palacio, momento que aprovecha Ramos para decir a los militares que custodian la puerta que, de no abrirla, sería cañoneada por los tanques.
Federico Fernández Smester, bajándose del carro, intercambia palabras con Rafael Rodríguez Echavarría para que el portón sea abierto y evitar un derrame.
El Teniente Piantini desciende del tanque e indica al Teniente Espinal (de la Banda de Música, quien estaba en la puerta), que eran ellos, los del movimiento, quienes estaban allí.
Espinal les dio paso, sin mayores contratiempos. Junto a ellos, numerosas personas entraban al lugar, civiles, prensa, militares, resultando agobiante el calor en el interior del edificio, mas no mayor que el júbilo de todos los presentes. Rafael Rodríguez Echavarría es llevado detenido al Palacio Nacional.
Del Diario Las Américas, Pancho Aguirre en el antedespacho, frente a periodistas de Radio Televisión Dominicana, del Mayor Reyes Jorge, entre otros, pregunta a los oficiales, ¿“quien es el jefe del Movimiento”?:
-“Aquí no hay héroes. El movimiento fue secundado por todos los miembros de las Fuerzas Armadas”, fue la respuesta de uno de los oficiales.
En el mismo sentido, otro oficial dio respuesta al Director de El Caribe en el despacho de Rafael Bonnelly.
Presentes con ambas prensas estaban el Teniente Coronel Ramos Usera, el Capitán Pericles Peralta, el Capitán Fernández -primo de Rafael Fernández Domínguez, entre otros.
Tenía sentido porque los actores de este evento ejemplar por consenso declaraban, por separado, “aquí no hay héroes, esto es un movimiento realizado por todos los miembros de las Fuerzas Armadas” y de esa forma honramos su acto heroico y humildad.
Esa noche del 18 de enero Rafael Bonnelly, en el Palacio, pide a Ramos Usera que los militares sugirieran quien podría ser un oficial candidato a la Secretaria de las Fuerzas Armadas.
Al mismo tiempo, Bonnelly ordenaba que buscaran a Donald Reid, Amiama Tió y a Imbert Barrera, para que completaran el Consejo de Estado.
En cuanto a los nombramientos militares, el 19 de enero de 1962 será una fecha muy especial y única en la historia de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana.
ELECCIONES MILITARES: 19 DE ENERO 1962
Ante la solicitud el 18 de enero por el Presidente Bonnelly, para que los oficiales le sugirieran quien podría ser el Secretario de las Fuerzas Armadas, el Teniente Coronel Ramos Usera, se dirigió el 19 de enero en la mañana a la Base de la Fuerza Aérea Dominicana, donde fueron convocados los oficiales pilotos y los del CEFA.
Ante la solicitud el 18 de enero por el Presidente Bonnelly, para que los oficiales le sugirieran quien podría ser el Secretario de las Fuerzas Armadas, el Teniente Coronel Ramos Usera, se dirigió el 19 de enero en la mañana a la Base de la Fuerza Aérea Dominicana, donde fueron convocados los oficiales pilotos y los del CEFA.
Decidieron elegir por votación no tan solo al secretario de las Fuerzas Armadas sino también de las distintas Jefaturas de Estado Mayor.
En la convocatoria y por voto directo, los oficiales pilotos presentaron a tres candidatos. De estos, en una sola votación y por mayoría simple, resultó electo el Coronel Atiles Luna. Al mismo tiempo apoyaban a Elbys Viñas Román, como Secretario de las Fuerzas Armadas.
Finalizada la votación, Ramos Usera conjuntamente con Nene Tejada y Hernández Díaz abordan el Ford Galaxy 500 del primero y se dirigen a la Feria de la Paz donde funcionaba la Jefatura de Estado Mayor de la Marina de Guerra y del Ejército Nacional para que ellos apoyaran su candidato o apoyen el presentado por la FAD.
En la Jefatura de Estado Mayor de la Marina de Guerra, el Jefe de Estado Mayor Enrique Valdez Vidaurre rehúsa continuar en el cargo, por lo que los oficiales allí reunidos, al no aceptar ninguno el puesto, deciden llamar al capitán Rivera Caminero quien estaba en la base Naval de Las Calderas para que aceptara la propuesta y así lo hizo.
Para ocupar la secretaría de las Fuerzas Armadas, la Marina de Guerra apoyó la propuesta de la FAD.
La misma comitiva se dirigió a la Jefatura de Estado Mayor del Ejército Nacional, donde el Jefe de Estado Mayor Luis Román también se niega a continuar en el cargo. Los oficiales eligen a Moreno como su nuevo Jefe de Estado Mayor y apoyan al candidato de la FAD.
El haber elegido al Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas y a los demás Jefes de Estado mayor es un hecho sin precedentes, irrepetible y ejemplar en la historia militar de la República Dominicana.
Más noble es que los principales actores optaron por elegir democráticamente a los Jefes de Estado Mayor y no beneficiarse del momento histórico del cual fueron parte, lo que demuestra el porqué respondieron : “Aquí no hay Héroes” y para honrarlos, así debe preservarse por siempre.
Cumplida la misión, los comisionados van al Palacio Nacional para ofrecer los resultados al Presidente Bonnelly y demás miembros del Consejo de Estado.
Acto seguido el Presidente Bonnelly proclama ante la Prensa Nacional y los militares presentes su propuesta de que el Consejo de Estado dure un año, ante la negativa de dos de sus miembros que entendían que no era tiempo suficiente para hacer una buena labor. No obstante, al someter la propuesta por votación, todos los miembros votaron unánimemente a la propuesta del Presidente Bonnelly. Días después designaron por decreto a los militares sugeridos por las Fuerzas Armadas.
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