"En su primera semana en el poder, el presidente Trump ha gobernado con fiat y tweet, siguiendo a través de muchas promesas de campaña que la mayoría de la gente había asumido eran demasiado absurdas o extremas para cumplir alguna vez. Una prohibición temporal musulmana de algún tipo está por entrar en vigencia , y la Casa Blanca está buscando fondos para construir un muro en la frontera mexicana, aún insistiendo en que México de alguna manera pagará por ello. Mientras tanto, sus portavoces se involucraron en una guerra contra la verdad con los medios de comunicación estadounidenses, duplicando los puntos de conversación y las afirmaciones estadísticas que ya resultaron ser falsas", así comienza la publicación del diario estadounidense The Washington Post, que compara al presidente electo de Estados Unidos con Augusto Pinochet. Incluso, en la imagen de portada, sobre una de las fotos más clásicas de Augusto Pinochet con su traje de gala aparece superpuesta la cara de Donald Trump, con una leyenda que dice, en español, “El caudillo yanqui”.
Con el título “Trump es el primer presidente latinoamericano”, uno de los medios más influyentes del país señala que el estilo del gobernante recuerda a figuras que encabezaron regímenes en el continente, como Pinochet o el venezolano Hugo Chávez.
“Trump puede querer que se detenga el flujo de migrantes y mercancías desde el sur de la frontera, pero él ha importado un estilo político arraigado en la política latinoamerciana: el de la demagogia nacionalista”, afirma el diario, agregando que “Trump no es un militar déspota como el chileno Augusto Pinochet, quien llegó al poder con un golpe en 1973, ni es un desafiante autócrata como Hugo Chávez, el populista de izquierda que rehizo Venezuela a su imagen. Pero para aquellos que han vivido bajo líderes como ellos, se siente como si Trump hubiera estado tomando apuntes”.
Asimismo en la publicación se sostiene también que “la ironía es que Latinoamérica se ha apartado en su mayoría de sus épocas de demagogia y dictadura, con el populismo en retirada y las democracias maduras echando raíces a través de prácticamente toda la región”.
"Varios analistas latinoamericanos han sugerido durante el último año que es útil ver a Trump a través de la lente del "caudillo", o hombre fuerte . Es una tradición que se extiende desde los últimos días de Simón Bolívar , el gran libertador de América del Sur, hasta la actual fanfarronería de líderes como el venezolano Nicolás Maduro o el ecuatoriano Rafael Correa. Claro, Trump no es un déspota militar como el fallecido Augusto Pinochet , que llegó al poder en 1973, tampoco es un autocrata desafiante como el fallecido Hugo Chávez, el populista izquierdista que reformó a Venezuela a su imagen. Pero para aquellos que han vivido bajo tales líderes, se siente como Trump ha estado tomando notas", consignó el diario en su crítica publicación.
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