El comité de expertos ya ha emitido su informe y, por fin, el Ayuntamiento de Burgos qué calles, honores y distinciones incumplen la Ley de la Memoria Histórica. En concreto, la lista incluye 18 vías urbanas, 10 reconocimientos, una veintena de distinciones, varias placas y escudos y, entre lo más llamativo, el Vía Crucis del Castillo y tres centros educativos, si bien estos últimos no serían de responsabilidad municipal, sino de las administraciones o entidades que los gestionan.
El informe, firmado por René Jesús Payo, Federico Sanz, Ignacio Fernández de Mata y Javier Batallé, ha sido entregado esta semana a la Comisión de Personal y Régimen Interno, que fue la que hizo el encargo en cumplimiento del acuerdo plenario de abril. El objetivo era determinar, siguiendo criterios “estrictamente académicos, históricos y científicos” que denominaciones de calles y qué honores, otorgados a partir de julio de 1936, incumplen la Ley de la Memoria Histórica.
Se han utilizado criterios académicos, históricos y científicos para confeccionar la lista
Se han valorado únicamente situaciones vinculadas a la sublevación, la represión, la exaltación del Franquismo y la dictadura, ha explicado Ignacio Fernández de Mata, partiendo siempre de la aplicación de los valores democráticos, el respeto a las víctimas y a los Derechos Humanos. El decano de la Facultad de Humanidades y Comunicación ha insistido en que no se ha entrado a juzgar la contribución de los reconocidos a la vida pública burgalesa, ni su trayectoria completa, ni se ha planteado ningún espíritu revanchista.
Simplemente se ha tenido en cuenta que la elección de un nombre de una calle no es un hecho “inocuo”, ya que se está “premiando” al titular y se manda un mensaje a la sociedad sobre su ejemplaridad, recoge el documento. Una calle, una medalla, un título honorífico son “reconocimientos colectivos”, y lo que se pretende con el informe es “excluir del callejero y honores actitudes que en otro tiempo representaron una dramática ruptura de la convivencia y del respeto entre los españoles.
Conocidos y desconocidos
De este modo, y de acuerdo con la investigación realizada, Burgos incumple la Ley de la Memoria Histórica con 18 nombramientos en el callejero, comenzando por las barriadas Juan Yagüe, Manuel Yllera y Máximo Nebreda. Las calles Fuero del Trabajo, Julio Sáez de la Hoya, Eladio Perlado, Martín Cobos, Cardenal Segura, López Bravo, Arzobispo de Castro, Arzobispo Pérez Platero, Bernabé Pérez Ortiz, José María Codón, Julio Ruiz de Alda, Manuel de la Cuesta, Fernando Dancausa y Pedro Alfaro, y la Plaza Fray Justo Pérez de Urbel también están en la lista.
Se trata de alcaldes del Franquismo, gobernadores civiles o ministros de la dictadura, pero también de militares implicados directa o indirectamente en el golpe de estado del ’36, miembros del ejército que apoyaron el Franquismo, falangistas y religiosos que firmaron la Carta Colectiva del Episcopado Español del ’37, con la que la Iglesia Católica expresaba su apoyo al levantamiento dentro de la lógica de que la Guerra Civil formaba parte de una cruzada, frente a las críticas extranjeras.
A esta lista se suman 10 nombramientos, siendo el más destacado el de Francisco Franco como Alcalde Honorario. La ciudad cuenta con Prudencio Melo y Alcalde (arzobispo de Valencia) y Alejandro Rodríguez Valcárcel (gobernador civil) como Hijos Perdilectos, y con Federico García Sanchís (escritor), Fernando Suárez de Tangil (aristócrata), Fidel Dávila Arrondo (militar y gobernador civil) y José Ibáñez Martín (ministro), todos ellos franquistas, como Hijos Adoptivos.
Un Vía Crucis y los coles
El comité de expertos señala también la distinción de Carmen Polo como Noble Dama de la Cabeza de Castilla y Burgalesa de Honor, el nombramiento de Florentino Díaz-Reig como Vecino Esclarecido o que Pedro Alfaro sea Burgalés de Pro, sin olvidar las 13 medallas de oro y las 4 de plata entregadas a diferentes cargos institucionales o sublevados, entre ellos, el propio Francisco Franco o Carrero Blanco. Y las placas que decoran la Barriada Yagüe, El Plantío, la Barriada Yllera y el Palacio de la Isla.
Se recuerda que las calles, honores y distinciones son un reconocimiento colectivo, una decisión “no inocua”
Sin embargo, lo que más llama la atención es la inclusión en la lista del Vía Crucis del Castillo, puesto que muchos burgaleses desconocerán que se encargó como monumento a los Caídos. Además, la duodécima estación (‘Jesús muere en la cruz’), es en sí misma, una cruz a los Caídos, explican los expertos. Y en la parte alta del recorrido se encuentra la dedicatoria “El pueblo de Burgos a los Caídos por Dios y por España”, así que lo lógico sería retirar, al menos los dos elementos que señalan directamente a la contienda.
Igualmente, y aunque no es competencia municipal, los expertos recomiendan que el Ayuntamiento traslade a la Junta de Castilla y León y a la Fundación Caja de Burgos, responsables de los centros, los incumplimientos que supone lo dedicación de sendos colegios a Florentino Díaz-Reig (alcalde), Alejandro Rodríguez Valcárcel y Aurelio Gómez Escolar (falangista). Lo mismo para la Universidad de Burgos y la Junta por la estela del aviador Fritz Götze, de la Legión Cóndor, en los jardines del Hospital Militar.
Fernández de Mata recuerda que, una vez entregado el informe, le corresponde a la Comisión de Personal y Régimen Interior tomar decisiones al respecto. Se trata de decisiones “políticas, si bien el comité de expertos ha hecho su trabajo de señalar los incumplimientos de Memoria Histórica. Para ello se ha consultado el Archivo Municipal de Burgos, el Centro de Documentación de la Memoria Histórica, el Archivo General de la Administración, el Archivo Histórico Nacional, el Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona y documentos de la Facultad de Teología de Burgos.
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