1 de diciembre de 2014 - 6:00 pm -
"...sitios nocturnos exclusivos para personas de tez blanca, y revistas sociales que restringen la publicación de personas de tez oscura, y tal como se demostró en la conspiración contra el doctor Peña Gómez, y que aprovechó Balaguer para lanzar el infundio de un supuesto plan de las grandes potencias para unirnos con Haití.
0. Nuestra historia recoge por lo menos trece intentos legales cuyo objetivo real es el complejo inconsciente por “refinar la raza”.
1. El Presidente Cáceres promulgó la Ley 4797-07sobre “Colonización y Fomento de las Fronteras” en la que se asignaron U$40,000 anuales para atraer 40 familias de agricultores de la raza blanca cada año por cuenta del Estado.
2. El Presidente Peynado promulgó la ley de inmigración 5074 (1912) en la que se restringe la entrada de braceros que no sean de la “raza caucásica”, a la vez que se crean oficinas en Europa y los Estados Unidos para promover la emigración blanca hacia la República Dominicana”.
3. La Junta Militar, para complacer a la oligarquía criolla, emitió una ‘orden ejecutiva militar’ (1919) prohibiendo la entrada de “braceros de cualquier raza que no sea la caucásica”.
4. El dictador Trujillo cometió el genocidio del 1937 contra el inmigrante haitiano.
5. Trujillo impuso cobros elevadísimos al inmigrante negro, a la vez que abría las puertas a toda clase de inmigración caucásica (judíos, españoles, árabes).
6. El Secretario de las Fuerzas Armadas Beauchamps Javier (1976) pidió al presidente Balaguer “un proyecto de ley en el cual se declaren como extranjeros en tránsito a las personas oriundas de otros países que mediante contratos colectivos de trabajo sean traídas al país”.
7. El Presidente Hipólito Mejía firmó la Ley de Migración 285-04, en la que se declara a “los no residentes” como “personas en tránsito”, cuya finalidad es excluir a los descendientes de haitianos indocumentados del derecho a la nacionalidad dominicana.
8. Los jueces de la SCJ, actuando como Tribunal Constitucional, hicieron la siguiente e increíble proeza hermenéutica: “si los nacidos de padres legalmente en tránsito quedan excluidos de la adquisición automática de la nacionalidad, los hijos de aquellos que no pueden justificar su entrada legal o estadía en el país no pueden beneficiarse de un derecho mayor” (2005).
9. La JCE inicia una “cacería de brujas” hacia compatriotas de tez oscura y/o con apellidos raros, retirándoles cédula y pasaportes a más de 20,000 domínico-haitianos.
10. El Presidente Leonel Fernández propuso al congreso una constitución (2010) en la que se excluye a los hijos de extranjeros indocumentados del derecho a la nacionalidad.
11. Los magistrados del TC evacuaron la sentencia 168-13, en la que interpretan la cláusula “en tránsito” como referente a los extranjeros indocumentados, negando de ese modo la nacionalidad a 200,000 descendientes dominico-haitianos, lo cual incluye a 20,000 compatriotas que ya poseían cédula o pasaporte dominicano.
12. El Presidente Danilo sometió al congreso la ley 169-14 en la que excluye de la nacionalidad a unos 180 compatriotas dominico-haitianos (aunque exige devolver documentos a los 20,000 que ya los tenían, cosa que la JCE solo ha cumplido parcialmente).
13. Los magistrados del TC evacuan la sentencia 256-14, por la que pretenden negar la competencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos sobre nuestro país.
14. La razón de estas medidas no es otra que el afán morboso por “refinar la raza”, lo mismo que se observa en intelectuales como Balaguer y Américo Lugo; en expresiones cotidianas; en el hecho de ser uno de los países con más salones de belleza; o por sitios nocturnos exclusivos para personas de tez blanca, y revistas sociales que restringen la publicación de personas de tez oscura, y tal como se demostró en la conspiración contra el doctor Peña Gómez, y que aprovechó Balaguer para lanzar el infundio de un supuesto plan de las grandes potencias para unirnos con Haití.
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