Por Federico Marcos Didiez
Favor de leerlo y pregúntense a sí mismos y Trujillo hace falta; sí hace falta un asesino y torturador confeso que nos dirija, gobierne y nos descojone la vida, nuestras familias y la patria.
Los que están, el que estuvo y los que vendrán nos roban de la manera más impune...pero al menos puedo decirlo. Andamos con miedo de que nos atraquen pero puedo decirlo a viva voz sin el temor que el Gobierno me desaparezca o tome represalias en contra de mi familia por ello como ocurreen las dictaduras.
Yo le pido a Dios que perdone y corrija la ignorancia de muchos de pedir un régimen de fuerza en este país. Yo no viví esa etapa cruda y siniestra y ni mi familia fue víctima del cruel oprobio trujillista. Pero me educaron con conciencia para saber lo que está y estuvo mal.
El raciocinio es una de las características inherentes del ser humano, y por ende nadie en su sano juicio y en pleno uso de sus facultades mentales va a querer repetir hechos, momentos, episodios o épocas las cuales representen un retroceso de sus vidas y de su nación.
Se constituye una ofensa a la memoria histórica de la Nación dominicana el pretender borrarla por el medio que fuere. Los testimonios personales y documentados están ahí como heridas abiertas o semicuradas que se lastiman cada vez que un ignorante (porque no sabe lo que pasó) o un sinvergüenza (porque si sabe lo que pasó) pide, reclama y ordena un "que viva el Jefe" o "aquí hace falta un Trujillo".
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