ALA LUMPUR.- Ningún lugar resultó seguro para Kim Jong-nam, el hermanastro mayor del dictador norcoreano Kim Jong-un . Reconocido crítico del régimen, fue asesinado anteayer en un operativo de película en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur, en Malasia, al parecer por dos mujeres que lo rociaron con un veneno en el sector de migraciones cuando estaba por abordar un vuelo a Macao.
Si bien las primeras versiones hablaban de un ataque con "agujas envenenadas", más tarde se supo, sobre la base de declaraciones de la víctima cuando agonizaba camino al hospital de Kuala Lumpur, que las dos mujeres lo rociaron con un aerosol químico. Luego habrían corrido hacia la salida del aeropuerto para abordar un taxi.
"Estamos investigando la causa de la muerte y esperamos el resultado de la autopsia", dijo el jefe de la policía local, Datu Abdul Samah.
En Washington, fuentes de inteligencia indicaron a Reuters la convicción del gobierno estadounidense de que los servicios secretos norcoreanos podrían ser culpables del asesinato de Kim Jong-nam.
Aunque hasta ahora sin indicios directos, las sospechas por la muerte de Kim Jong-nam (de 46 años) apuntan al dictador Kim Jong-un, conocido por la sistemática limpieza a sangre y fuego de cualquier atisbo de cuestionamiento o rivalidad hacia su régimen de mano dura, y de quien se sabe que no repara en amistades ni en lazos familiares para afirmarse en el poder.
Kim Jong-nam, nacido de la relación de su padre con la actriz surcoreana Sung He-rim, era conocido por su manejo de la informática, hablaba correctamente japonés y había estudiado en Rusia y Suiza. Después de trabajar como supervisor de la información sobre política tecnológica del país, cayó en desgracia en 2001, al ser sorprendido cuando intentaba ingresar a Japón con un pasaporte falso para visitar el parque de diversiones Disneylandia, de Tokio.
Pero ese intento resultó ser una anécdota en el rosario de contradicciones, cruces y enemistades entre él y el régimen de su hermanastro, ya que el distanciamiento era mucho más profundo que una escapada de fin de semana. Los separaban una visión diferente del ejercicio del poder y un cuestionamiento al dictador y al sistema de gobierno que hace de Corea del Norte el país más hermético del mundo.
Kim Jong-nam afirmó en 2010, cuando todavía gobernaba su padre, que estaba en contra de "un sucesor de tercera generación", en alusión a su joven hermano, que un año después, y tras la muerte del líder, tomó el poder. Es el tercer gobernante de una dinastía de dictadores que tiene el país en un puño desde mediados del siglo XX.
"Cualquier persona con sentido común consideraría difícilmente tolerables tres generaciones dinásticas" en el poder, dijo el disidente. También calificó a su hermano dictador de carente de "sentido del deber y de seriedad", y advirtió que la corrupción llevaría al país al desastre.
Kim Jong-nam vivía a salto de mata en distintos países del sudeste asiático, consciente de que su vida era un posible blanco del régimen con el que había hecho todo lo posible para soltar amarras y dejarlo atrás. Residió principalmente en Macao, la ex colonia portuguesa que depende de China, y luego en Singapur, Indonesia y Malasia. También se le adjudica una estadía en Francia.
Pero ningún lugar resultaba seguro, incluso bajo el resguardo de identidades falsas con las que intentaba camuflar su exilio político y su abierta disidencia con quien se proclama líder absoluto e indiscutible. La justicia de Corea del Sur había informado en octubre de 2012 que había detenido a un espía implicado en una trama para asesinarlo en China, al fingir un accidente de tránsito.
Corea del Sur volvió a advertir el año pasado sobre otros intentos de asesinato de norcoreanos, como el que sufrió Hwang Jang-yop, uno de los ideólogos del régimen, que desertó a Corea del Sur en 1997 y que, a pesar de los atentados, murió por causas naturales en 2010.
Aun si el hermanastro del dictador hubiera tenido deseos ocultos de acceder al poder, los especialistas señalaban ayer que su larga lejanía del país hacía improbable que Kim Jong-un lo viera como un posible rival que lo desplazara del trono.
"Pero si Kim Jong-nam cometió un acto que pudiera poner en peligro la autoridad de Kim Jong-un, es posible que la Oficina General de Reconocimiento [la inteligencia norcoreana] llevara a cabo el asesinato bajo órdenes del líder norcoreano", dijo Cheong Seong-jang, investigador de un think tank de Seúl.
El caso más espectacular de disidentes asesinados fue la ejecución en 2013 del tío del dictador, Jang Song-thaek, considerado el "número dos" del régimen, por denuncias de traición. También ejecutó al viceprimer ministro de Educación el año pasado por actos "contrarrevolucionarios", y un año antes al ministro de Defensa, por cargos de traición.
Cúpula decapitada
2013 - Jang Song-thaek
Tío, mentor de Kim Jong-un y vicepresidente de la Comisión Militar Central de Corea del Norte, Jang Song-thaek fue ejecutado junto a un grupo de funcionarios; se lo acusó de "faccionalismo" y de "delitos para perjudicar la economía"
2014 - Ma Won-chun
Era el arquitecto del sistema de nuevas infraestructuras de Corea del Norte; había acompañado a Kim en sus giras de inspección por el país
2015 - Hyon Yong-chol
Ministro de Defensa, fue supuestamente ejecutado con un cañón antiaéreo tras regresar de Moscú; desobediencia y haberse dormido en una reunión con Kim le costaron la vida
Agencias AFP, AP, DPA y Reuters
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