Adriana Rivas, era una mujer que resaltaba por su belleza y rostro de inocencia, pero para su familia era la famosa tía que llegaba de Australia con un montón de regalos para sus sobrinos, quien parecía tener una vida de lujo llena de placeres que solo ella podía vivir. Hasta que en algún momento la famosa "tía Chany" llegó a Chile pero con unos hombres, quienes la escoltaban y se la llevaron. Los familiares de ella sabían lo que iba a pasar y nadie se comportó de manera extraña ya que solo la resignación acompañaba la escena.
Lissette Orozco, sobrina de Adriana Rivas, fue quien comentó que en el 2007, ella empezó a conocer qué pasaba con su querida tía. Durante el golpe de Estado de 1973 de Chile, Adriana Rivas estudiaba secretariado ejecutivo bilingüe. Luego llegó a trabajar al Ministerio de Defensa, donde trabajó como la secretaria de la Dirección Nacional de Rehabilitación, o sea en la DINA, organismo que fue el culpable de las muertes y torturas a del régimen militar chileno.
Hasta ese momento nadie sabía que la dulce chica "Chany" era la cabecilla de todos estos actos, sin que pueda coger cuerpo alguno o haber cargado un arma. Es más, si bien ella estuvo dentro del proyecto, jamás negó haberse arrepentido de dichos años de violencia donde fue la cabecilla. }
"LA DINA, los mejores años de mi vida". Frase que engalana este etapa para Adriana, ya que en esos años vivió todo el glamour de su cargo. Ella comentó que no había trabajo al que le decía que no. "Como yo, gracias a Dios, era bonita, tenía un buen cuerpo, un buen trato, buena modulación, entonces yo tenía clase. Sabía tratar, sabía comer, podía ir a cualquier parte e iba a pasar por uno de ellos", añadió.
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