Videla sobre Saddam Hussein, en diagonal a Gadafi, a la derecha de
Fidel Castro. Mussolini al lado de Stalin, Stroessner pegado a Pinochet, Hitler sobre Mao y hasta Teodoro Obiang, el dictador de Guinea Ecuatorial que la ex presidente recibió en Casa Rosada apenas asumió, en 2008. Así, sin anestesia y con el elenco de los peores del siglo XX, arranca un libro para chicos que explica qué es una dictadura.
Fidel Castro. Mussolini al lado de Stalin, Stroessner pegado a Pinochet, Hitler sobre Mao y hasta Teodoro Obiang, el dictador de Guinea Ecuatorial que la ex presidente recibió en Casa Rosada apenas asumió, en 2008. Así, sin anestesia y con el elenco de los peores del siglo XX, arranca un libro para chicos que explica qué es una dictadura.
“Se trata de un título que integraba la colección Libros para mañana, y fue publicado junto a a otros tres –Cómo puede ser la democracia, Hay clases sociales y Las mujeres y los hombres– entre 1977 y 1978 por la editorial barcelonesa La Gaya Ciencia. En aquel momento hacía solamente un par de años que había muerto el dictador Franco, y España vivía la transición y los primeros cambios democráticos”, acotan Vicente Ferrer y Begoña Lobo, fundadores de la editorial Media Vaca, que nació en Valencia en 1998.
“La dictadura es como un dictado: un señor dice lo que hay que hacer y los demás lo hacen. Sólo porque sí”, se enuncia en Así es la dictadura, que este año obtuvo el primer premio Bologna Ragazzi Award en la categoría de no ficción, en la ciudad que organiza la feria del libro infantil más importante del mundo.
“Han pasado 40 años y consideramos que el espíritu de estos libros está vigente, por eso decidimos reeditarlos con nuevas ilustraciones”, dicen Ferrer y Lobo.
Para recrear la versión siglo XXI de Así es la dictadura convocaron al ilustrador Mikel Casal, entrenado en la caricatura sutil y a la vez descarnada: “Los dictadores son sanguinarios y terribles, pero también un poco ridículos y megalómanos. Con sus medallas, uniformes y gestos grandilocuentes, exagerados y teatrales, resultan un tanto cómicos –sostiene Casal–. No pude dejar de pensar como inspiración en El gran dictador de Chaplin”.
Así es la dictadura ilustra el comportamiento de un dictador: “En las dictaduras está prohibido pensar. Sólo se puede pensar lo que el dictador quiere que se piense”. El volumen añade un test para que los chicos respondan qué les gusta menos de una dictadura.
El tirano del libro es un personaje inventado que recuerda al Gilberto Manhattan Ruiz de Alfredo Casero en Cha cha cha. Lo escoltan, al principio y al final del libro, veinticuatro mini retratos de dictadores de carne y hueso: “¡Desgraciadamente había tantos para retratar! Tomamos la decisión de que aparecieran los más emblemáticos, que representaran equilibradamente países, continentes e ideologías. Aparecen dictadores de derecha y de izquierda”, admite Casal. Y Begoña Lobo agrega: “Los dictadores del principio y del final del libro son los mismos. En el inicio están ordenados por año de nacimiento y al final por el año de muerte. La longevidad de un dictador es determinante en la vida de las personas sometidas a su dictadura”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario