Editorial de Diario libre 31 de Enero 2015
hora que ya hay heridos y lesionados, es que al parecer nos damos cuenta de que existe un gran tráfico de haitianos y de otras nacionalidades indocumentados por la frontera, en el que participa mucha gente.
El tráfico se da desde hace tiempo en las propias narices de las autoridades militares y policiales, que no tienen forma de alegar ignorancia. Están bien documentadas las historias de los peajes que hay que pagar para pasar por los puestos de chequeo y otras lindezas. Las únicas que no lo sabían eran las autoridades encargadas del control.
La frontera domínico-haitiana es una enorme fuente de negocios ilegales. Es una frontera porosa por la falta de vigilancia de un lado y las facilidades que se ofrecen del otro lado. Por ahí pasan personas, armas, drogas, peloteros cubanos, y todo lo imaginable. Es tanta la gente que se beneficia de ese tráfico, que por eso opera con tantas facilidades.
Si vamos a ser serios con el tema de la migración ilegal, por la frontera es por donde hay que empezar. Manos a la obra.
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