Tras un mes sin aparecer, las hipótesis van desde su salud hasta un posible golpe
Desde hace más de un mes, cuando se difundieron unas fotos suyas visitando sonriente unas fábricas, no se ha visto en público al joven dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un. Aunque este viernes se esperaba que presidiera el 69 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, como ha venido haciendo durante los últimos años, volvió a faltar a esta nueva cita. En un régimen que rinde tanto culto al líder como el de Pyongyang, su larga ausencia en actos oficiales ha disparado todo tipo de especulaciones.
En primer lugar, las sospechas de los analistas y servicios secretos extranjeros apuntaron a que Kim Jong-un podría sufrir serios problemas de salud, como gota, diabetes y hasta una lesión en los tobillos por llevar alzas en los zapatos pese a su sobrepeso. Pero en los últimos días se ha venido repitiendo con insistencia la hipótesis de un golpe de Estado que lo habría derrocado.
Como suele ser habitual con la hermética y aislada Corea del Norte, lo que esté ocurriendo realmente es un misterio que confunde a los expertos, incapaces de ponerse de acuerdo en determinar quién está ahora al mando del régimen.
La hermana, en el poder
Para Solidaridad con los Intelectuales de Corea del Norte, una organización formada por desertores que han huido al Sur, su hermana, Kim Yo-jong, estaría ocupando temporalmente el poder mientras él se recupera, según la CNN. Al igual que ocurrió con Kim Jong-un hasta su nombramiento como sucesor de su padre, el difunto «Querido Líder» Kim Jong-il, poco se sabe de ella.
Nacida en 1987 o 1988, se cree que asistió al mismo colegio privado de Suiza que Kim Jong-un, también bajo un nombre falso. Al parecer, es la menor de los siete hijos que el «Querido Líder» concibió con cuatro mujeres. Aunque varios de ellos son medio hermanos, Jong-un y Yo-jong tienen la misma madre. Tras regresar de Suiza, empezó a colaborar con su padre preparando sus inspecciones a factorías, cooperativas y cuarteles, unos cometidos que habría continuado cumpliendo para su hermano. Junto a dicha experiencia, el régimen de Pyongyang necesita a un miembro de la idolatrada dinastía Kim para legitimarse ante los norcoreanos. Tal personalismo habría permitido a Kim Yo-jong hacerse momentáneamente con el poder a pesar de tener sólo 25 o 26 años.
Frente a dicha teoría, otros expertos destacan el ascenso de un nuevo hombre fuerte en Corea del Norte. Se trata de Hwang Pyong-so, un alto cargo militar con un rango equivalente a general de cuatro estrellas que tiene unos sesenta y cinco años y el mes pasado fue nombrado vicepresidente de la todopoderosa Comisión Nacional de Defensa, que dirige Kim Jong-un.
El general
Confirmando su importancia, Hwang encabezó la semana pasada la delegación norcoreana que asistió a la clausura de los Juegos Asiáticos de Incheon, en el Sur. Más joven que los octogenarios generales que rodean al dictador, empezó dirigiendo el Departamento de Organización para el «Querido Líder» y se ha convertido en el número dos de Kim Jong-un tras la ejecución de su tío, Jang Song-thaek, y la pérdida de poder del general Choe Ryong-hae.
Esta nueva ausencia del joven dictador añade aún más incertidumbre al misterioso régimen de Corea del Norte.
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