En la Revolución de Abril del 1965 militares progresistas, junto al pueblo, cincelaron una unidad monolítica que persiguió reinstalar en el poder al Presidente Juan Bosch, infelizmente derrocado en el 1963, cuando llevaba siete meses en el poder.
El coronel Rafael Fernández Domínguez fue el fundador y organizador del movimiento militar constitucionalista dentro de las Fuerzas Armadas. Develado su propósito, fue exiliado y delegó en el Coronel Miguel Ángel Hernández Ramírez las tareas conspirativas, de todo lo cual estaba enterado el Profesor Juan Bosch, exiliado en Puerto Rico. Pero el líder de la Revolución Constitucionalista fue el coronel Francisco Alberto Caamaño Deño.
El ascenso al gobierno del Profesor Juan Bosch marcó el inicio de la democracia dominicana, tras padecer una dilatada y oprobiosa dictadura de treinta y un años. Las elecciones ganadas por Bosch se celebraron el 20 de diciembre 1962, tomó posesión el 27 de febrero del 1963 y siete meses después, -el 25 de Septiembre de ese mismo año-, su gobierno fue derrocado por un golpe de Estado.
Tras el golpe de estado, se instaló al frente del gobierno un Triunvirato, y se juramentó como Presidente del mismo el abogado sanjuanero Emilio de los Santos, quien era el Presidente de la Junta Central Electoral, y le había entregado el certificado de elección al Profesor Juan Bosch como presidente constitucional.
El ansia de libertad del pueblo dominicano, que venía de padecer 31 años de dictadura de Rafael L. Trujillo Molina, constituyó la mayor razón para el triunfo electoral y ascenso al poder del Profesor Bosch.
El ansia de libertad del pueblo dominicano, que venía de padecer 31 años de dictadura de Rafael L. Trujillo Molina, constituyó la mayor razón para el triunfo electoral y ascenso al poder del Profesor Bosch.
La sociedad dominicana deseaba vivir en democracia y libertad, pero el gobierno de Bosch fue erosionado por la conspiración de los remanentes del Trujillismo, junto a un sector del clero católico, a la gran burguesía y elementos de la pequeña burguesía urbana nucleados en el Partido Unión Cívica Nacional, contando con el respaldo expreso del gobierno de los Estados Unidos, a través de su Embajada en el país.
Esos sectores lograron subvertir y quebrantar el orden constitucional, a través de un sacrílego golpe de Estado, que quebró la institucionalidad, sacó del poder a Bosch, produjo su exilio e hiere mortalmente la bisoña democracia.
El gobierno de Bosch constituyó el primer ensayo genuinamente democrático de la historia política dominicana del siglo XX, y se demuestra en las reformas sociales y políticas trascendentales iniciadas en el manejo institucional del Estado, la administración de la economía y las Finanzas Públicas, el respeto de los derechos humanos, la transparencia, la garantía de las libertades civiles, la modernización del Estado, el diseño y aplicación de políticas sociales focalizadas en sectores vulnerables, como la niñez, los envejecientes y las mujeres.
El derrocamiento del gobierno de Bosch, que había obtenido un respaldo popular cercano al sesenta por ciento de los votos, generó un gran malestar social y político. Varios grupos comenzaron a condenar el golpe de estado y a reclamar el retorno de Bosch al poder. Una de las acciones más contundentes fue el alzamiento del Movimiento Revolucionario 14 de Junio en las montañas de quisqueya, el 29 de noviembre del 1963.
El líder de este movimiento guerrillero fue el Dr. Manuel Aurelio Tavares Justo (Manolo), quien inició una guerra de guerrillas en seis frentes guerrilleros:
. Las Manaclas en San José de las Matas
. La Horma en San José de Ocoa
. La Berrenda de Miches
. Loma La Colorada, en San Francisco de Macorís
. El Limón y la Escalera en Puerto Plata
. Los Lindos de Enriquillo, en la Sierra del Bahoruco
Manolo y los catorce integrantes de su comando en Las Manaclas tras rendirse, fueron ejecutados, lo que provocó consternación nacional y la renuncia del triunvirato del sanjuanero Emilio de los Santos, siendo sustituido por Donald Reid Cabral.
Aunque este movimiento fracasó, el espíritu de sacrificio de los hombres del 14 de junio fue un gran estímulo para continuar la lucha por el restablecimiento del gobierno constitucional de Juan Bosch.
En el mes de abril del 1965 se había expandido al interior de las fuerzas armadas y la policía la necesidad de reinstalar en el poder al derrocado Juan Bosch. El 24 de abril del 1965 los oficiales constitucionalistas llaman al pueblo a unirse y luchar con ellos por el retorno a la constitucionalidad, le entregan las armas, y el pueblo se organiza en comandos urbanos, desarrollando una guerra de guerrillas.
La revolución de abril constituyó un memorable espacio de unidad de propósito de militares progresistas y el pueblo ansioso de libertad.
Aprovechando la confrontación cívico-militar interna, por segunda ocasión en el siglo pasado, los Estados Unidos de América produjeron una invasión a la República Dominicana. El 28 de abril, 42 mil soldados norteamericanos fueron introducidos en suelo dominicano, cuatro días después de iniciadas las hostilidades. Esta invasión fue una odiosa intervención imperial, rechazado por todos los demócratas del mundo, pero groseramente avalada por la Organización de Estados Americanos (OEA), que desde su nacimiento ha estado al servicio de los intereses norteamericanos.
A partir de esa odiosa invasión, la revolución de abril alcanzó la estatura de guerra patria, porque el pueblo unido rechazó y luchó en contra de la presencia extranjera de soldados que pisoteaban la dignidad nacional.
La revolución de abril del 1965 produjo más de seis mil víctimas dominicanas, pero el pueblo sin rendirse, luchó como fiera en contra el imperio militar y político más grande del mundo, los Estados Unidos de Norteamérica.
En este 51 aniversario de la Revolución de Abril Honor y gloria al coronel Fernández Domínguez. Honor al Coronel Francisco Alberto Caamaño y honor a los soldados constitucionalistas que defendieron con gallardía la dignidad nacional.
jpm