Bien es sabido que Adolf Hitler y Francisco Franco tuvieron una buena relación, pero lo que muchos jamás habrían imaginado es que el Führer le había regalado al gallego un Mercedes 540 G4 W131. Un regalo personal que le entregó en el Palacio Real el 24 de enero de 1940 y cuyo valor actualmente es incalculable, tal y como relata ABC.
Al parecer, este regalo, que Franco estrenó en una visita a Ciudad Real, habría sido un intento de inducir a España a entrar en la Segunda Guerra Mundial apoyando a la Alemania Nazi, tal y como cuenta Roca Maseda, autor de ‘El automóvil en la historia de España’.
La curiosa limusina todorreno, que permanece en poder de Patrimonio Nacional en perfecto estado, tiene tres ejes, seis ruedas enormes, un propulsor que le permite moverse a una velocidad máxima de 67 kilómetros por hora y un motor de 8 cilindros en línea de 115 CV. Se trata de una variante del 500 G, uno de los coches emblemáticos de la época en el país europeo, de la cual solo se fabricaron tres modelos, uno para Hitler, otro para Mussolini y otro para Franco.
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