EL NUEVO DIARIO, NUEVA YORK._ El congresista dominicano en la Cámara de Representantes, Adriano Espaillat, anunció ayer jueves que someterá un proyecto de ley al congreso de Estados Unidos, para que se recorten los fondos federales que se otorgan al mantenimiento de estatuas y monumentos, que hacen alegorías a figuras de Ejércitos Confederados.
Espailla explicó a CNN en Español que el proyecto es copatrocinado por su colega en la cámara Dwight Evans (demócrata de Pensilvania), y busca recortar el dinero que el Gobierno en Washington da a los estados y ciudades para mantener los monumentos, en la mayoría de los cuales están las estatuas de generales como Robert E. Lee, comandante del Ejército Confederado que tuvo sede en Virginia del Sur.
“De esa manera, podemos buscar también desmantelar un capítulo de la historia americana, que es vergonzoso para todos nosotros en todo el mundo”, agregó.
“No vemos por ejemplo en Alemania, que se rinda honor a la era de los nazis y en otros países tampoco se hace a Gobiernos dictadores y fascistas, por lo que no es digno celebrar el capítulo más oscuro de los Estados Unidos, que abogó a favor de la esclavitud”, dijo el legislador federal.
Espaillat señaló que ya varios estados como Luisiana y muchas ciudades, han comenzado a querían remover la estatua de Robert E. Lee, que fue el símbolo principal de la Guerra Civil, lremover las estatuas, “y vemos también que el conflicto que se produjo en Virginia, fue porquea más sangrienta en la historia de los Estados Unidos”.
Eso incluiría localizaciones tales como el Capitolio, bases militares, carreteras, parques y calles mantenidas por el gobierno federal.
El proyecto es presentado por ambos congresistas demócratas en un momento en el que el frenesí arropa a toda la nación y movimientos cívicos y de activistas, reclaman no sólo que se eliminen los emblemas de militares confederados, sino también de líderes civiles, como el caso de Cristóbal Colón en Nueva York.
En el Capitolio de Washington, sede del congreso, hay docenas de estatuas de dirigentes confederados.
“Reconocemos estos símbolos por lo que son y por la abominación que representan, todavía hoy”, dijo Espaillat en un comunicado al margen.
“Hemos derrotado a la confederación una vez, y debemos estar dispuestos a derrotarla una vez más, ahora y para siempre, homenaje al legado que dejamos para la próxima generación “, dice Espaillat en la declaración escrita.
Los legisladores señalaron en el comunicado que hay más de 100 escuelas públicas y bases militares nombradas con nombres de líderes confederados, además de cientos de monumentos y estatuas.
La mayoría de esos monumentos confederados se encuentran en los estados del Sur.
Evans, miembro del Caucus Afroamericano del Congreso, dijo que los monumentos confederados simbolizan “un recordatorio constante de lo que nuestros antepasados soportaron”.
Añadió que “si queremos que nuestra nación se cure y siga adelante, debemos eliminar de inmediato estos símbolos abominables”.
Los miembros del caucus, han renovado llamadas en los últimos días para eliminar las estatuas confederadas en el Capitolio. Muchos habían pedido previamente la eliminación de las estatuas en 2015 después del tiroteo racialmente motivado en una iglesia negra histórica en Charleston (Carolina del Sur).
Pero según la ley vigente sólo los estados tienen el poder de remover y reemplazar estatuas en la Colección Estatal Nacional Hall bajo las reglas actuales.
“Estas son decisiones que deben tomar esos estados”, dijo el jueves Doug Andrews, portavoz del presidente de la cámara Paul Ryan en una declaración al periódico The Hill de Washington DC.
Como respuesta, un portavoz de la líder de la minoría de la cámara, Nancy Pelosi, sugirió que los legisladores podrían cambiar las reglas para que el Congreso tenga más poder para remover estatuas o aceptar mover las estatuas fuera de la vista pública.
La campaña y presión para eliminar los monumentos confederados se multiplicaron en las ciudades de todo el país después de la violencia en una manifestación de supremacistas blancos y el Ku Klux Klan (KKK) en Charlottesville, Virginia.
Los supremacistas blancos descendieron sobre Charlottesville para protestar contra la decisión del Consejo Municipal para derribar una estatua del general Lee, que también fue machacada por manifestantes en medio de los enfrentamientos, en los que una mujer resultó muerta, cuando un supremacista enfiló su vehículo contra una multitud, atropellando a numerosos participantes.
Desde entonces, la ciudad de Baltimore eliminó cuatro monumentos confederados durante la noche y los manifestantes derribaron una estatua en Durham, Carolina del Norte
El presidente Donald Trump defendió los monumentos confederados en una serie de tweets.
La iglesia episcopal de San Juan en Brooklyn, eliminó dos placas que hacían honor a Lee y que estaban en sus predios, mientras las voces liberales, se han levantado en la ciudad para exigir del alcalde Bill de Blasio, que anule las estatuas, incluyendo la de Cristóbal Colón que eran un civil.
A la lista, se agrega ahora una placa en homenaje a la dominicana Minerva Bernardino, a sugerencia del coordinador en Estados Unidos de Alianza País, que la cataloga de una esbirra de la dictadura sátrapa de Rafael Leonidas Trujillo Molina.
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