Un matrimonio de la comunidad Llanquileo entró en litigio con Ponce.
La nieta del fallecido
dictador Augusto Pinochet no pudo legitimar la propiedad de unas tierras en el
sur de Chile que ocupaba desde 2014, por lo que la Corte Suprema determinó que
un terreno en litigio era del matrimonio mapuche conformado por Anatolio Guerrero
y por Juana Llanquileo, nietos de los dueños originales, según se indicó en la
web del Poder Judicial respecto del fallo unánime de la Cuarta Sala del máximo
tribunal.
Francisca Lucía Ponce
Pinochet, no solamente es nieta del dictador Augusto Pinochet, sino que es hija
del Julio Ponce Lerou, quien fuera el principal controlador de SQM, una de las
mayores productoras de litio, cuestionado en los últimos años por el pago de
facturas y boletas falsas para financiar a políticos y sus partidos, mayoritariamente
de la pinochetista Unión Demócrata Independiente, aunque también de otros
partidos políticos chilenos. Ponce Lerou amasa una de los cinco principales
fortunas de Chile.
Ponce Pinochet ocupó las
tierras desde “el 14 de mayo de 2014 y se mantuvo hasta la fecha, sin embargo
es poseedora de derechos y acciones sobre el terreno sólo a partir de abril de
2015, lo que significa que adquirió la posesión cuando el predio ya había sido
objeto de la ocupación que se repudia”, se puede leer en el fallo de la Cuarta
Sala de la Corte Suprema, que dictaminó que la demandada no tenía legitimidad
sobre la propiedad de las tierras, sino que era poseedora de derechos y
acciones, pero a través de una sociedad de la que forma parte.
El fundo, denominado El
Pafú, está ubicado en la comuna de Puyehue, 815 kilómetros al sur de Santiago,
y la nieta de Pinochet había logrado en un fallo de primera instancia la
posesión de las tierras, en una demanda interpuesta a la comunidad mapuche
Llanquileo. Pero posteriormente estos apelaron y revirtieron la posesión
gracias a una sentencia de la Cuarta Sala de la Corte Suprema, del pasado 15 de
mayo de 2018.
El concejal de la comuna de
Puyehue, Reinaldo Uribe, explicó que este terreno era de los abuelos del
mencionado matrimonio compuesto por Guerrero y Llanquileo, consignó radio
Cooperativa. “Los nietos de este matrimonio han dado la lucha para que sus
tierras sean devueltas y hoy se ha hecho justicia”, afirmó el concejal.
En la sentencia, se puede
leer que “toda vez que no puede perderse aquello que no se tenía y, en
consecuencia, tampoco restituirse lo que nunca se tuvo (…) se observa con
claridad que la actora no es la poseedora inscrita del inmueble denominado
Fundo El Pafú, sino de derechos y acciones sobre el mismo que no le confieren
la exclusividad de la posesión, lo que priva a esa Corte de la posibilidad de
reconocerle la titularidad” de esas tierras.
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