opinión
3 Mayo, 2017
El concepto de dictadura es tal vez menos claro de lo que parece. A primera vista, es la ausencia de democracia. Pero el desgobierno o la anarquía también lo son. La dictadura es más bien la negación de la democracia y supone la supresión de elecciones libres, la interdicción de los partidos políticos, la subordinación a la voluntad del dictador, la violación de los derechos humanos, la negación de la separación de poderes, el control de los medios de comunicación, la estructura militar al servicio del poder y el culto a la personalidad del dictador.
Ser dictador parece dejar buenos dividendos como lo señala el escritor ghanés George Ayittey en su libro Derrotando Dictadores: “En 250 años de historia republicana de EEUU, El patrimonio neto de los 43 presidentes, desde George Washington hasta Barack Obama, no llega a los 3 mil millones de dólares, pero el de los tiranos como el del nigeriano Sani Abacha, el sudanés Omar al-Bashir y el egipcio Hosni Mubarak, sumados en conjunto, alcanzan los 52 mil millones de dólares.
John Gunther, escritor sobre regímenes totalitarios dijo: “todos los dictadores son anormales y la mayoría neuróticos”. Y ejemplifica: El dictador ugandés, Idi Amin, se hizo nombrar, señor de todas las bestias de la tierra, de los peces del mar y rey de Escocia; el zaireño, Mobutu, prohibió a los ciudadanos llevar un sombrero de piel de leopardo; el turkmenistano, Nyýazow, vetó el maquillaje, los dientes de oro, el ballet; cambió el nombre de los meses del año, por ejemplo, abril pasó a llamarse como su madre: Gurbansoltan Eje.
Daniel Eskibel, de la Internacional Society of Political Psychology, expresa: “dictador es aquel que se ve dominado por una estructura cerebral situada en el tronco encefálico, sorprendentemente idéntica al cerebro que tiene cualquier reptil y que lo empuja hacia el dominio, la agresividad y la auto ubicación en la cúspide de una jerarquía indiscutida”. Jerrold Post, de la Universidad George Washington sostiene que muchos dictadores sufren patologías borderline, ubicas entre neurosis y psicosis: “Son individuos que pueden funcionar de manera racional, pero que, en determinadas situaciones de estrés sus percepciones se distorsionan. Esto suele ocurrir cada vez que pierden o incluso cada vez que ganan. El único público que cuenta para ellos es… el espejo”.
¿me preguntan por qué mi fijación de escribir sobre dictadores? La verdad es que ante la ruptura del tejido institucional de nuestro país, nadie puede mantenerse indiferente. Además porque algunas actitudes de los tiranos, si no fueran tan serias, podrían resultar ridículas, como las que vi hace poco en una película de Woody Allen, llamada “Bananas”. Allí el protagonista, convertido en dictador, decreta que: todas las personas que no hayan cumplido 16 años, a partir de ese momento pasarán a tenerlos y todos los hombres, obligatoriamente, al estilo Superman, deberán llevar los interiores por encima de los pantalones.
*Coordinador Nacional de IPP-Gente
@alvareznv
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