Por David Barrera
El mundo está en vilo luego de que se confirmara que el régimen de Pionyang probó con éxito una Bomba de Hidrógeno. Su poder destructivo la convierte en el arma más terrible ideada por el hombre. La que tiene Corea del Norte tiene un alcance de entre 80 y 100 kilotones, lo que la hace seis veces más potente que la que se lanzó sobre Hiroshima en 1945.
¿Una Guerra en el mundo?
El panorama no es alentador. Desde la tensión de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en el mundo no se vivía una tensión de esas dimensiones. Sin embargo, explican los expertos, sería irresponsable arriesgarse a lanzar conjeturas. Es innegable que hay un peligro latente, de parte y parte, pero actualmente la diplomacia mundial y las organizaciones internacionales cuentan con herramientas sólidas para hacer frente a esta clase de situaciones. El problema sería, entonces, que esas herramientas no fueran suficientes.
Xavier Boltaina Bosch, docente de la facultad de derecho de la Universidad de Barcelona explicó que “el programa nuclear del régimen liderado por Kim Jong-Un es una especie de seguro para evitar que Corea del Sur y Estados Unidos reproduzcan unos nuevos Iraq, Yugoslavia o Libia. Por eso, hasta ahora, mantener el statu quo sigue beneficiando a todas las partes”.
En un artículo publicado por U.N periódico, el experto escribió que Corea del Norte no tiene la voluntad de desaparecer. Su objetivo, más bien, es la reunificación con Corea del Sur. Objetivo que se ve muy remoto. No espera que se dé “sin más”.
“Otro aspecto a tener en cuenta es que Corea del Norte ha aprendido de los “errores” de países como Yugoslavia, Iraq y Libia, y señala que sus regímenes fueron derrumbados por no contar con la capacidad militar de respuesta interna y externa”, puntualiza Boltaina. “Cualquier amenaza estadounidense o surcoreana puede quedar bloqueada a través del Programa Nuclear de Corea del Norte, sin importar si son muchas o pocas, o si son o no de calidad”.
De acuerdo al académico, el poder de las armas que Kin Jong-Un si bien es real, y bastante peligroso, debe verse también como un mecanismo de disecación para que “Estados Unidos y Corea del Sur limiten sus tentaciones de reproducir unos nuevos Iraq, Yugoslavia o Libia en la península. Recuerden también que Sadam Husein, Slobodan Milosevic y Muamar el Gadafi fueron ejecutados –o juzgados– pero ningún dirigente norcoreano está dispuesto a pasar por el mismo trance, de ahí que los incentivos para desnuclearizarse son casi nulas , y EE. UU. y Corea del Sur lo saben de sobra”
¿Si cayera en Bogotá?
“Si se quisiera comparar la magnitud de estos dos tipos, la primera tiene la capacidad de desaparecer el centro de la capital del país, y una bomba de hidrógeno podría vaporizar la Sabana de Bogotá”, explicó Diego Torres profesor del departamento de física de la Universidad Nacional.
En total, la Sabana de Bogotá tiene 4252 kilómetros cuadrados. Por otro lado, un kilotón, que es la unidad de medida por la se calculan los efectos de esa clase de bombas. Un kilotón equivale a la energía liberada por 1000 toneladas de TNT.
Por otro lado, y de acuerdo a Agencia de noticias U.N. “en la actualidad existen dos tipos de artefactos que usan la energía del núcleo atómico: las bombas de fisión nuclear, como las de Hiroshima y Nagasaki, en las que se dividen los núcleos de los átomos de uranio y plutonio, lo que genera gran cantidad de energía; y las de fusión nuclear, en las que la unión del hidrógeno genera bastante energía, aunque se necesita que el detonante contengan uranio y plutonio”.
“En un par de años va a realizar su primera prueba nuclear de una bomba de hidrógeno, la cual se manifestaría en una explosión con un poder de al menos 20 veces las bombas de 1945 en Hiroshima y Nagasaki combinadas, además de un temblor de 7 a 8 en la escala de Richter”, dijo el docente.
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