La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció este lunes que dará urgencia a la tramitación de una ley que permita levantar el secreto de los testimonios prestados ante la Comisión Valech, que documentó las torturas que sufrieron miles de chilenos durante la dictadura de Augusto Pinochet.
“El conocimiento de la verdad es anterior a cualquier otro proceso para el reencuentro en una patria aún fracturada”, subrayó Bachelet en un homenaje al presidente Salvador Allende y a los demás caídos hace hoy 44 años, durante el golpe militar y posterior dictadura que encabezó Augusto Pinochet.
“Esta semana dotaremos de discusión inmediata el proyecto que levanta el secreto sobre antecedentes aportados a la Comisión Valech, para que esa información se pueda entregar a los tribunales, de manera de avanzar en procesos”, dijo Bachelet.
La Comisión Valech, constituida en el Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) estableció, con base en testimonios de víctimas, victimarios y testigos, que unos 33.000 chilenos fueron torturados y encarcelados por causas políticas durante la dictadura (1973-1990), pero determinó un secreto de 50 años sobre su contenido.
Esto ha impedido que las víctimas puedan aportar antecedentes cuando recurren a la justicia en busca de alguna reparación del Estado por el daño sufrido.
La urgencia del proyecto permitirá “avanzar en procesos que pueden estar detenidos y contribuir concretamente a la verdad, justicia y reparación” para las víctimas y sus familiares”, afirmó Bachelet.
La mandataria evitó referirse al eventual cierre de la cárcel de Punta Peuco, construida especialmente para violadores de los derechos humanos, y enviar a sus 130 internos a prisiones comunes, que es un compromiso que asumió al llegar por segunda vez a la Presidencia.
Grupos conservadores y militares en retiro se han movilizado para oponerse al cierre de Punta Peuco.
“Queridos compatriotas, he sido la primera en decir que el odio no puede ni debe conducir a Chile, y he actuado siempre en consecuencia”, dijo Bachelet, que en dictadura fue detenida y torturada junto a su madre.
“Pero con esa misma claridad quiero decir que no voy a permitir que se pretenda hacer ver el legítimo anhelo de justicia y de reparación de miles de familias en Chile como revanchismo”, remarcó.
“Quienes no respetan la diversidad de miradas y persisten en la intolerancia, no contribuyen”, acotó durante el acto, al que asistieron familiares de Salvador Allende, parlamentarios y algunos de los candidatos presidenciales.
El expresidente Sebastián Piñera, aspirante de la derecha en las elecciones del 19 de noviembre próximo, rechazó la invitación del Gobierno y no asistió a la ceremonia.
También había familiares del expresidente Demócrata Cristiano Eduardo Frei Montalva (1964-1970), que murió en 1982 presuntamente asesinado por agentes de la dictadura, según los avances del juicio sobre su muerte, en el que hay seis imputados y está calificada oficialmente como homicidio.
“Este septiembre nos recibe, además, con una verdad, que hoy es una certeza. La dictadura perpetró de la manera más cobarde y vergonzante, el magnicidio del expresidente Frei Montalva”, señaló Bachelet.
Antes, hubo en La Moneda un acto ecuménico en memoria de los caídos en el golpe. El capellán evangélico de la sede gubernamental, Eduardo Cid, se excusó con Bachelet por los insultos que recibió este domingo de miembros de una iglesia protestante durante una ceremonia conmemorativa de la Independencia de Chile.
La jornada empezó con un homenaje al excanciller Orlando Letelier, asesinado por agentes de la dictadura Pinochet en 1976 en Washington.
Bachelet encabezó la ceremonia en la que se bautizó con el nombre de Orlando Letelier, que fue canciller de Allende, un salón de la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
“La lucha de mujeres y hombres notables como Orlando Letelier y muchos otros humildes y anónimos, permitió que recuperáramos nuestra democracia, nuestra convivencia pacífica y, sobre todo, nuestra dignidad”, dijo la mandataria.
Diversas organizaciones políticas y sociales homenajearon también a Salvador Allende, depositando flores ante el monumento a su
memoria y en el número 80 de la calle Morandé, donde hay una puerta que el mandatario socialista utilizaba para entrar y salir de La Moneda
Se esperan además las tradicionales “velatones” en antiguos centros de tortura y exterminio de la dictadura, y por la noche manifestaciones que suelen derivar en incidentes en sectores periféricos de Santiago y otras ciudades.
Durante la dictadura, según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 aún figuran como detenidos desaparecidos.
AAE
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