Ines Aizpun
Los optimistas ven el vaso medio lleno y los pesimistas medio vacío. Eso sirve para meme de Instagram, pero no para pasar balance a un proceso electoral.
¿Puede decirse que fue un éxito que se pudiera instalar el 76% de las unidades de transmisión? No. Se debe decir que es grave que el 24% de las unidades de transmisión no fueron instaladas. Y a partir de ahí, informar dónde y por qué no fue posible. Y si esto afectó al conteo de esas mesas y si el conteo manual fue firmado por unanimidad de los delegados presentes.
¿Puede pasarse por encima de la denuncia de los 3,000 técnicos que “boicotearon” el proceso? No. Hay que llevar este tema hasta las últimas consecuencias y saber exactamente quiénes fueron, cuáles eran sus motivos y qué sanción ameritan si se demuestra que fue una acción organizada. Si no, recoger la acusación.
¿Basta declarar que hubo colegios con personal en peligro de muerte? No. Hay que decir exactamente quiénes fueron los autores de las amenazas y tranquilizar a la población demostrando que están ya siendo sometidos a la Justicia.
¿Puede decirse que hubo grupos jugando al caos? No. Hay que decir cómo, dónde, cuándo, quién hizo qué para sembrar el caos y demostrar a los votantes que esos conspiradores están ya sometidos a la Justicia.
Aceptar los resultados de unas elecciones no pasa por confiar en este o aquel modelo de escáner. Si se confía en el árbitro, éste puede contar con un ábaco...
IAizpun@diariolibre.com
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