Po Manuel Roman
En momentos dolorosos de la familia Franco, tras la reciente muerte de Carmen, la Duquesa, hija del general y de Carmen Polo, Francis se enfrenta a un juicio los días 22, 23 y 24 de enero en el Juzgado número 1 de lo Penal de Teruel.
Acusan al nieto preferido del general Franco (cuyos apellidos fueron trastocados para que en el futuro el apellido del entonces Jefe del Estado no se perdiera) de atentado contra la autoridad, otro contra la seguridad vial y daños y lesiones a un agente de la Benemérita que pretendía detenerlo.
Los hechos que se le imputan a Francisco Franco Martínez-Bordiú, son supuestamente los siguientes, dado que el acusado proclama su inocencia, reclama su absoluta absolución e insiste en que el día de autos se encontraba en Madrid. Se dice a través de la Fiscalía y la Abogacía del Estado que toma parte en este caso que en la madrugada del 30 de abril de 2012 el acusado conducía un todoterreno en una zona forestal de Teruel. Presuntamente se supone que el objetivo de su estancia en aquellos parajes era dedicarse a la caza, deporte del que siempre fue adicto, al punto de que en vida de su abuelo alguna vez incluso fue detenido por ser declarado cazador furtivo, en ocasiones de caza mayor, y en épocas de veda. Francis Franco ya practicaba la caza desde adolescente en los montes de El Pardo y en adelante pudo dar rienda suelta a su afición, apoyándose en sus apellidos.
Siempre según el auto procesal, dado el alto por una patrulla de vigilancia Francis Franco hizo caso omiso en la citada madrugada primaveral turolense. Lo acompañaba como copiloto un amigo suyo, Silvius Nicolae. En su huida, perseguido por los guardias civiles, este acompañante se bajó del todoterreno, escopeta en mano, y amenazó a los agentes. En su rápida huida un agente resultó magullado cuando trató de impedir que el vehículo siguiera su trayecto. Poco más tarde, Francis y su amigo abandonaron ese todoterreno y un vecino de Mainar, Iván L. C., convenientemente avisado, los recogió en otro coche. Y ya los guardias que los perseguían perdieron la pista.
En este juicio penal se solicitan cuatro años de prisión para Francis Franco por el delito de atentado y dos años más por los otros delitos de daños y contra la seguridad vial. Amén, consta en el escrito de acusación que se le reclamen varias multas en concepto de indemnización, una de 25.600 euros, otra de 4.220 y una tercera de 1.500 euros para el agente herido.
Francis Franco ha recibido tras el fallecimiento de su madre el consuelo de muchas de sus amistades, pero en particular de sus dos esposas. Primeramente estuvo casado con María Suelves y Figueroa, entre 1981 y 1990, con quien tiene dos hijos. La hija de los marqueses de Tamarit, a pesar del divorcio, nunca ha roto la relación con Francis, al que defiende ahora, aduciendo que es intolerable la campaña que viene desatándose desde hace tiempo contra toda la familia Franco. Y en particular sostiene que quien fuera su marido es absolutamente inocente de los cargos que ahora se le imputan. Respecto a su segunda esposa, Miriam Guisasola, con la que asimismo tiene dos hijos de corta edad, Francis se casó muy enamorado, pero luego pasaron por una crisis que los distanció, hasta que finalmente volvieron a reanudar su convivencia.
Viene comentándose que Francis Franco aspira a ser Duque de Franco. Ostenta el Señorío de Meirás, que heredó de su abuela, y el Marquesado de Villaverde, de su padre. Pero en este probable contencioso, quien tiene todos los derechos es su hermana Carmen, que como primogénita es la heredera legal del título vacante que por fallecimiento ha dejado su madre. Al parecer, más que por ella, Carmen quiere que, cuando falte, el Ducado de Franco pase a manos de su hijo Luis Alfonso. Otra cuestión es la herencia, que se supone cuantiosa, que ha dejado Carmen Franco Polo, cuyo testamento se prevé sea abierto en un tiempo no superior a los tres meses, desde que ocurrió el óbito. Conociendo el carácter de la finada, que nunca quiso hacer excepción entre sus hijos, se piensa que todos saldrán beneficiados en el reparto, desde el ahora controvertido Pazo de Meirás, el Palacio de Cornide, en La Coruña, la casa natal del general Franco en El Ferrol, pisos y otras propiedades en Madrid y Guadalajara (el chalé del pantano de Entrepeñas) y cuantiosas joyas de gran valor, que la Duquesa en buena parte recibió a la muerte de su madre. Son varias las sociedades de las que era presidenta y administradora, alguna de ellas de carácter inmobiliario. El montante de ese patrimonio nunca ha podido ser valorado, aunque se especule que alcance una cifra notable en millones de euros.
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