El historiador mapuche, Hernán Curiñir, quiere que el mundo sepa la noticia, relata un videopublicado por el diario Al Jazeera. Como explica Curiñir, el centro de esta plaza va a través de este lugar hasta el Kwel (o Kuel); un espacio sagrado donde, solo un día en el año, la salida del sol pasa directamente de un lado al otro.
La Asociación de Investigación y Desarrollo Mapuche, AID Mapuche, celebró una ceremonia privada el viernes 24 de noviembre 2017, día en que el evento solar permitió consagrar el Kuel, que consiste en un montículo de tierra propio de los territorios Wallmapu.
Es la primera vez que se abre formalmente un memorial a las 171 víctimas mapuche de la dictadura militar chilena, cuyo recuerdo estará rodeado por un bosque de boldos de 700 años de antigüedad. “Nuestro homenaje es proyectar futuro inspirados en su legado”, señaló Hernán Curiñir al medio Araucanía Cuenta.
Al poco tiempo del golpe miliar liderado por Augusto Pinochet de 1973, el hermano de 23 años de Curiñir, Nelson, un estudiante universitario de izquierda, fue detenido por soldados y nunca más se lo volvió a ver.
A la familia de Nelson Curiñir le tomó 20 años descubrir que los soldados lo habían matado y habían arrojado su cuerpo a este río. De la cifra que mapuches que desaparecieron en ese período, hasta hoy él es el único cuyos restos han sido hallados.
Miles de chilenos fueron ejecutados o desaparecidos durante la dictadura de Pinochet. Pero el destino de las víctimas indígenas Mapuche no ha recibido la mínima atención hasta ahora, en un país en que han sido discriminados por mucho tiempo, como relata Lucía Newman, de Al Jazeera.
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