Franklin franco pichardo Historiador, sociólogo, profesor y político dominicano
SD. Franklin Franco no recuerda cuánto
tiene siendo catedrático de historia en la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD). A sus 74 años, ya son muchos los años invertidos
estudiando la evolución social. Al aproximarse los 50 años del
ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo, conversa con DL
sobre esta época que provocó su exilio.
P. ¿Cómo recuerda la tiranía?
R. Esa época para mí es una época tenebrosa donde los dominicanos tenían que vivir muy comedidos en el hablar, incluso hasta en el transitar, en el modo de vida en sentido general, por la existencia de controles políticos que hoy resultan insospechados. En consecuencia, mis recuerdos de esa época no son nada agradables, por eso yo amo tanto el presente.
P. Pero se sigue hablando de ella. Se escriben libros, se hacen conferencias y debates, ¿es que Trujillo sigue "vivo"?
R. Yo no diría que sigue vivo, yo diría que la dictadura tuvo tan largo trayecto, fue tan extensa y fue tan terrible, que todo el mundo la recuerda... Hay dos corrientes; una corriente, la sincera, la que trata de explicar la realidad, que envuelve la historiografía, las narraciones, los testimonios, y recopilación documental, etcétera, y otra pequeña corriente, que es la corriente, digamos, la que intenta maquillar.
P. ¿Cómo así?
R. Maquillarla, presentárnosla como un período atractivo donde, y ésta es una cuestión que manejan mucho, la tranquilidad era una realidad apreciable.
P. ¿Quiénes estarían maquillándola?
R. Los descendientes, los hijos, familiares de los que fueron funcionarios que quedaron económicamente muy bien porque recibieron de la dictadura recursos económicos cuantiosos, muchos de ellos estudiaron también en el extranjero, y como sus padres fueron cómplices de participar en esta dictadura, ellos ahora tratan de presentar una imagen idílica.
P. ¿Qué no se ha dicho de la dictadura para que los jóvenes entiendan bien cómo fue?
R. Es que las presentes generaciones no tienen la información suficiente para poder darse una idea real de lo que fue aquello y, entre otras cosas, porque después de la desaparición física de Trujillo, fuimos gobernados durante 20 años por uno de los herederos e ideólogos fundamentales de aquel gobierno, y el período de la dictadura de Trujillo fue extirpado, fue secuestrado de la educación nacional... Bien mirado, lo que fue aquello y, evaluada la ignorancia que existe en la juventud sobre ese pasado tenebroso, la situación es trágica.
P. ¿Cómo fue su exilio?
R. Nací en la dictadura de Trujillo y comencé a tener y a recibir conocimiento real sobre el medio ambiente económico y político que me rodeaba por los propios acontecimientos que ocurrían a mi alrededor. Yo viví en San Francisco de Macorís en mi niñez y en parte de mi adolescencia, y yo conocí de la experiencia de uno de los asesinatos más horribles: la muerte de un niño de 15 años de edad que se llamó José Luis Perozo... fue asesinado cuando regresaba de un repaso de sus estudios a las siete u ocho de la noche... porque era hijo de una familia antitrujillista. Trujillo exterminó esa familia, a la familia Perozo, como exterminó a la familia Patiño... Yo creo que una altísima proporción de la población tuvo idénticas vivencias a las mías, sólo que el ambiente de terror no le permitía la adopción de una conducta opositora como yo la adopté.
P. Cuando mataron a Trujillo, ¿qué pensó?
R. Yo estaba en Estados Unidos, en Nueva York concretamente. Y para mí, ese ha sido uno de los días más felices de mi vida, con toda sinceridad. Yo tenía ya cinco años en el exilio y estaba siendo afectado por problemas sicológicos en mi desesperación por querer regresar y no poder.
P. Los exiliados y quienes arriesgaron su vida tenían un ideal de cambios, ¿valió la pena?
R. Hay mucho desencanto en el marco de los que vivieron el largo exilio porque, según ellos opinan, fue demasiado el sacrificio, fueron muchos los hombres que perdieron la vida para obtener al cabo de tan largo tiempo resultados tan precarios, porque en verdad vivimos en una democracia imperfecta y vivimos en un ambiente donde las conquistas sociales prácticamente resultan nulas.
P. A su juicio, ¿qué no se ha contado de la tiranía?
R. Creo que los puntos más oscuros desconocidos de la tiranía están alrededor de un supuesto desarrollo económico que recibió el país durante la Era, es un mito... y el también supuesto desarrollo cultural y educativo.
P. Pero se dice que Trujillo construyó edificios, carreteras, pagó la deuda externa...
R. Trujillo tenía el 60 por ciento de la propiedad industrial del país y casi el 70 por ciento de la propiedad agrícola de la tierra más favorable por la naturaleza para el uso en la agricultura, entonces ¿donde está el desarrollo económico de la nación? Pero, además, la distribución de la riqueza nunca resultó menos equitativa que durante la Era de Trujillo, los grados de miseria eran realmente espantosos y todo eso es una falacia, todo eso es mentira. ¿Quiénes han creado esa imagen? Los favorecidos durante la dictadura de Trujillo que luego alcanzaron el poder durante el régimen de Balaguer.
P. ¿Qué aconseja a las presentes y futuras generaciones?
R. Que fortalezcan sus conocimientos sobre el desarrollo histórico del país. Nada puede conducir a la adopción de una valoración certera de nuestra propia nación que el conocimiento de la historia.
P: ¿Estaría de acuerdo con que se traigan los restos de Trujillo desde España?
R: Yo creo que ese señor está descansando tranquilamente en tierra de Francisco Franco. Debe dejarse a ese personaje tranquilo.
"Nos han vendido una imagen maquillada del tirano y su gobierno"
Las presentes generaciones no tienen la información suficiente para poder darse una idea real de lo que fue aquello".
P. ¿Cómo recuerda la tiranía?
R. Esa época para mí es una época tenebrosa donde los dominicanos tenían que vivir muy comedidos en el hablar, incluso hasta en el transitar, en el modo de vida en sentido general, por la existencia de controles políticos que hoy resultan insospechados. En consecuencia, mis recuerdos de esa época no son nada agradables, por eso yo amo tanto el presente.
P. Pero se sigue hablando de ella. Se escriben libros, se hacen conferencias y debates, ¿es que Trujillo sigue "vivo"?
R. Yo no diría que sigue vivo, yo diría que la dictadura tuvo tan largo trayecto, fue tan extensa y fue tan terrible, que todo el mundo la recuerda... Hay dos corrientes; una corriente, la sincera, la que trata de explicar la realidad, que envuelve la historiografía, las narraciones, los testimonios, y recopilación documental, etcétera, y otra pequeña corriente, que es la corriente, digamos, la que intenta maquillar.
P. ¿Cómo así?
R. Maquillarla, presentárnosla como un período atractivo donde, y ésta es una cuestión que manejan mucho, la tranquilidad era una realidad apreciable.
P. ¿Quiénes estarían maquillándola?
R. Los descendientes, los hijos, familiares de los que fueron funcionarios que quedaron económicamente muy bien porque recibieron de la dictadura recursos económicos cuantiosos, muchos de ellos estudiaron también en el extranjero, y como sus padres fueron cómplices de participar en esta dictadura, ellos ahora tratan de presentar una imagen idílica.
P. ¿Qué no se ha dicho de la dictadura para que los jóvenes entiendan bien cómo fue?
R. Es que las presentes generaciones no tienen la información suficiente para poder darse una idea real de lo que fue aquello y, entre otras cosas, porque después de la desaparición física de Trujillo, fuimos gobernados durante 20 años por uno de los herederos e ideólogos fundamentales de aquel gobierno, y el período de la dictadura de Trujillo fue extirpado, fue secuestrado de la educación nacional... Bien mirado, lo que fue aquello y, evaluada la ignorancia que existe en la juventud sobre ese pasado tenebroso, la situación es trágica.
P. ¿Cómo fue su exilio?
R. Nací en la dictadura de Trujillo y comencé a tener y a recibir conocimiento real sobre el medio ambiente económico y político que me rodeaba por los propios acontecimientos que ocurrían a mi alrededor. Yo viví en San Francisco de Macorís en mi niñez y en parte de mi adolescencia, y yo conocí de la experiencia de uno de los asesinatos más horribles: la muerte de un niño de 15 años de edad que se llamó José Luis Perozo... fue asesinado cuando regresaba de un repaso de sus estudios a las siete u ocho de la noche... porque era hijo de una familia antitrujillista. Trujillo exterminó esa familia, a la familia Perozo, como exterminó a la familia Patiño... Yo creo que una altísima proporción de la población tuvo idénticas vivencias a las mías, sólo que el ambiente de terror no le permitía la adopción de una conducta opositora como yo la adopté.
P. Cuando mataron a Trujillo, ¿qué pensó?
R. Yo estaba en Estados Unidos, en Nueva York concretamente. Y para mí, ese ha sido uno de los días más felices de mi vida, con toda sinceridad. Yo tenía ya cinco años en el exilio y estaba siendo afectado por problemas sicológicos en mi desesperación por querer regresar y no poder.
P. Los exiliados y quienes arriesgaron su vida tenían un ideal de cambios, ¿valió la pena?
R. Hay mucho desencanto en el marco de los que vivieron el largo exilio porque, según ellos opinan, fue demasiado el sacrificio, fueron muchos los hombres que perdieron la vida para obtener al cabo de tan largo tiempo resultados tan precarios, porque en verdad vivimos en una democracia imperfecta y vivimos en un ambiente donde las conquistas sociales prácticamente resultan nulas.
P. A su juicio, ¿qué no se ha contado de la tiranía?
R. Creo que los puntos más oscuros desconocidos de la tiranía están alrededor de un supuesto desarrollo económico que recibió el país durante la Era, es un mito... y el también supuesto desarrollo cultural y educativo.
P. Pero se dice que Trujillo construyó edificios, carreteras, pagó la deuda externa...
R. Trujillo tenía el 60 por ciento de la propiedad industrial del país y casi el 70 por ciento de la propiedad agrícola de la tierra más favorable por la naturaleza para el uso en la agricultura, entonces ¿donde está el desarrollo económico de la nación? Pero, además, la distribución de la riqueza nunca resultó menos equitativa que durante la Era de Trujillo, los grados de miseria eran realmente espantosos y todo eso es una falacia, todo eso es mentira. ¿Quiénes han creado esa imagen? Los favorecidos durante la dictadura de Trujillo que luego alcanzaron el poder durante el régimen de Balaguer.
P. ¿Qué aconseja a las presentes y futuras generaciones?
R. Que fortalezcan sus conocimientos sobre el desarrollo histórico del país. Nada puede conducir a la adopción de una valoración certera de nuestra propia nación que el conocimiento de la historia.
P: ¿Estaría de acuerdo con que se traigan los restos de Trujillo desde España?
R: Yo creo que ese señor está descansando tranquilamente en tierra de Francisco Franco. Debe dejarse a ese personaje tranquilo.
"Nos han vendido una imagen maquillada del tirano y su gobierno"
Las presentes generaciones no tienen la información suficiente para poder darse una idea real de lo que fue aquello".
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