Escuchamos a
gente ignorante, y otros que a uno le sorprende decir algunas veces lo mismo, y
no con signo de interrogación. En estos días mas por la profusa propaganda anti
haitiana, y la real invasión pacifica desde hace muchos años que se produce por
negligencia de las personas que protegen la frontera y de algunos políticos, y otros que se
benefician de esto económicamente. Es bueno recordar que el que valida a un
dictador, aprueba también los asesinatos, el dolo, el abuso, las torturas y el
monopolio comercial, como la no libertad de expresión, transito, reunión y filiación
política. A veces nos preguntamos cuando se menciona la consabida frase, Si
esos que la cacarean les gustaría que se produjera otra matanza del perejil, como
se le llamo aquella vez, a esa del 37? Particularmente, pensamos que fue un
crimen de lesa humanidad, pero también creemos que el que valida todo lo de un
dictador y aun dice aquella frase, debe tener muy baja autoestima, o quizás sea
masoquista.
Aquí el Señor Alduey Sierra hace un análisis muy interesante
al respecto.
Por José Alduey Sierra.
La muerte de Rafael Leónidas Trujillo Molina, la noche del 30 de mayo del 1961, significó la desaparición física del Jefe y el derrumbe de una tiranía. Trujillo produjo más daño y dolor que bienestar social. Sus crímenes horrendos, sus torturas, su gobierno despótico y dictatorial maltrató y humilló a muchas familias. Su obra de odio, maldad y sangre marcó la conducta normal de su tiránica administración. Se habla de más de 50 mil muertos en su régimen.
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