Todavía no salimos del asombro de lo que fue el acto del 24 de marzo en el que se conmemoró el golpe de Estado de 1976. Las Madres de Plaza de Mayo, con Hebe de Bonafini como vocera, nos confirmaron algo que ya todos sabíamos: dejaron de ser un organismo de defensa de los derechos humanos. Dijo: “Somos una organización política y nuestro partido es el kirchnerismo”.
Pero pasaron muchas cosas más por esos días: Hebe insultó a Estela Carlotto, a Vidal, a Macri, a la Reina de Holanda, amenazó con prender fuego la Casa Rosada, vimos los helicópteros de utilería en el acto bogando por la destitución. Y todo este despliegue golpista, irracional y desbocado era festejado por un grupo de militantes. ¿Cuál es el pensamiento que los dirige? ¿Son de izquierda?, ¿son progresistas? ¿Son peronistas?
Estoy esperando que el kirchnerismo repudie el golpe de Estado ocurrido en Venezuela. Pero parece que la democracia no les resulta un valor a defender. La defendieron cuando les sirvió para llegar al poder. Ahora, en el llano, no les sirve más. Apoyan a una dictadura totalitaria llamada chavismo. Lo dijo Hebe también con todas las letras: “Sí, somos fanáticos”.
¿Cómo se hace para lavar el cerebro de la gente? ¿Cuáles son las técnicas para fabricar un fanático? ¿Cómo se llega a anular el pensamiento crítico de una persona?
La psicología empezó a estudiar estos fenómenos a fines de siglo XIX y, de alguna manera, se anticipó a lo que sucedió a comienzos del siglo XX con el surgimiento del nazismo en Alemania, el fascismo en Italia, el falangismo en España y el estalinismo en la Unión Soviética. La imagen de esas multitudes de civiles en formación militar, listas para obedecer las órdenes de un líder hoy parecen una superproducción de cine. Pero son imágenes reales que todavía hoy despiertan el terror de que pudieran resurgir.
Uno de los primeros en estudiar estos fenómenos fue Gustav Le Bon en dos libros: “Psicología de Socialismo” y “Psicología de las masas”. Años más tarde, Freud retoma la obra de Le Bon, discute con él y escribe “Psicología de las masas y análisis de yo”.
En esta obra Freud identifica al líder de masas con la figura del hipnotizador y explica la relación entre el que manda y el que obedece según la lógica del enamoramiento. El enamorado obedece ciegamente a quien ama. Tanto la obra de Le Bon como la de Freud tienen una mirada crítica sobre el efecto de masas y su manipulación.
Pero Carl Schmitt, que, recordemos, fue el jurista preferido de Hitler y el ideólogo principal del nazismo, fue uno de los primeros en utilizar y sistematizar estos estudios previos para ponerlos en práctica de manera maquiavélica y así fanatizar a las masas para que obedecieran ciegamente a Hitler ¿Cuáles eran las técnicas de Carl Schmitt?
-Cavar una grieta en la sociedad para ordenarla entre amigos y enemigos.-Tomar por asalto los medios masivos de comunicación para ponerlos al servicio del Estado.
-Regalar receptores a toda la población para que pudieran escuchar las cadenas nacionales continuas de Fhurer.
-Reducir el pluralismo del pensamiento a una lógica binaria: conmigo o en contra de mí. Este punto es fundamental: cuanto más estrecho y binario es el campo del pensamiento, más fácil es manejarlo y monopolizarlo.
-Fabricación de frases repetidas hasta el hartazgo.
Pero Carl Schmitt, que, recordemos, fue el jurista preferido de Hitler y el ideólogo principal del nazismo, fue uno de los primeros en utilizar y sistematizar estos estudios previos para ponerlos en práctica de manera maquiavélica y así fanatizar a las masas para que obedecieran ciegamente a Hitler ¿Cuáles eran las técnicas de Carl Schmitt?
-Cavar una grieta en la sociedad para ordenarla entre amigos y enemigos.-Tomar por asalto los medios masivos de comunicación para ponerlos al servicio del Estado.
-Regalar receptores a toda la población para que pudieran escuchar las cadenas nacionales continuas de Fhurer.
-Reducir el pluralismo del pensamiento a una lógica binaria: conmigo o en contra de mí. Este punto es fundamental: cuanto más estrecho y binario es el campo del pensamiento, más fácil es manejarlo y monopolizarlo.
-Fabricación de frases repetidas hasta el hartazgo.
Ernesto Laclau, desde su cómoda residencia en Londres, escribió “La razón populista”, un manual de lavado de cerebros para líderes tercermundistas. ¿En quién se basa Laclau, según él mismo lo reconoce? En las técnicas de Carl Schmitt, ideólogo de Hitler: otra vez la grieta social: hemos podido ver sus resultados por estas pampas.
Por supuesto, el lavado de cerebros no es patrimonio exclusivo de la política. Lo utilizan sectas de los más variados signos, grupos religiosos, fundaciones oscuras escondidas detrás de fines nobles, instituciones pseudopedagógicas, pseudodeportivas, pseudoesprituales o pseudomédicas.
Por supuesto, el lavado de cerebros no es patrimonio exclusivo de la política. Lo utilizan sectas de los más variados signos, grupos religiosos, fundaciones oscuras escondidas detrás de fines nobles, instituciones pseudopedagógicas, pseudodeportivas, pseudoesprituales o pseudomédicas.
Muchas veces el efecto secta no sólo sobrevive a la caída del líder, sino que la caída en desgracia del líder, el encarcelamiento o la muerte, acrecienta su influencia entre los seguidores, tal fue el caso del 17 de Octubre, o el juicio a Charles Manson. O, más aún, todas las sectas apocalípticas que vienen equivocando el día del fin del mundo; lejos de caer ante la evidencia de que el mundo no ha dejado de existir, se fanatizan todavía más. ¿Por qué?
Es un mecanismo psíquico elemental que se llama negación de la realidad, cuyo propósito es no sucumbir junto a esa realidad que se construyó durante tantos años. Cuánto más se contradice a un fanático, más fanático se vuelve. No se puede discutir por la razón aquello que pertenece al mundo de la sinrazón.
Cuando una persona víctima de una captación logra salir de ese grupo destructivo y retoma la visión crítica de la realidad, tendrá que hacer un difícil trabajo de recuperación y sanar muchas heridas, porque seguramente hizo muchísimas cosas y participó de tantas otras en las que no se reconoce y se pregunta ¿quién soy yo realmente? ¿Qué fui capaz de sentir, de hacer o de pensar?
Es un tema complejo y con muchas aristas, pero veo con espanto cómo aumenta el fanatismo en el mundo y en nuestro continente y me gustaría que podamos reflexionar juntos sobre este terrible problema. Así que los invito a acercarnos algún testimonio en primera persona. Si fueron víctimas de una captación por parte de una secta. Si reconocen en algún pariente o amigo conductas propias de un fanático. Dejamos abierto el Psicódromo, recordando la total reserva de la identidad de los que participen.
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