Nuevo artículo de Rafael Morales en su columna 'Tercera República'
Hace unos días, concretamente el 14 de abril, se cumplieron 86 años de la proclamación de la II República Española. Esta fecha está ligada, desgraciadamente y entrañablemente, al municipio de Arucas por una serie de acontecimientos históricos que deben ser recordados para que las nuevas generaciones de aruquenses conozcan unos desagradables hechos que fueron, conscientemente, ignorados durante más de 40 años por los adictos de la dictadura de Franco. Y así evitaron que se conociera durante todo ese tiempo una larga y macabra etapa histórica de lo que sucedió en esta localidad.
Arucas, al igual que el resto de este país llamado España, sufrió los cambios propios de la llegada de un nuevo régimen de libertades después de haber pasado varios siglos bajo el yugo de la corona española y de varias dictaduras, siendo la de Primo de Rivera la antepenúltima a la más sangrienta que hemos conocidos y padecido todos los españoles: la dictadura de Francisco Franco, aplaudida por los sediciosos y apoyada por la iglesia católica.
La proclamación de la II República, el 14 de abril del año 1931, fue para la inmensa mayoría de los ciudadanos de Arucas la llegada de nuevas libertades. Aunque esta parte de la historia de España duró muy poco tiempo, se vivieron muchos momentos inolvidables en Arucas cuyo desarrollo estaba anclado en varios siglos atrás. El poder económico, social, cultural, etc, estaba en manos de un grupo reducido de familias. Estas controlaban no solo la vida de la inmensa mayoría de los aruquenses, también la economía y la voluntad de este pueblo sometido al capricho de una minoría autoritaria y déspota.
En este municipio y principalmente por parte de alguna clase política de aquella época, fueron beligerantes con aquellos sediciosos militares y civiles que ocuparon el poder por medio de un golpe de Estado. Estaba al frente del Consistorio el último alcalde democrático elegido por el Frente Popular, Juan Doreste Casanova. Aunque este no era natural del municipio, fue un gran defensor del desarrollo social y de las libertades de todos los vecinos de Arucas.
A este brote muy corto de libertades civiles le siguió durante 36 años una dictadura muy férrea pilotada por Franco y sus acólitos acompañantes. Estos le sostenían en lo político, económico y religioso. Contaba además con el apoyo de una parte del ejercito del norte de África, que se había sublevados contra el orden constitucional y democrático de la II República.
Solo a la muerte del dictador el 20 de noviembre del año 1975, es cuando comienza en este país un movimiento político imparable. Llega de nuevo la democracia a este país. Fue ardua y complicada mantenerla, no solo por las varias sonadas golpistas de una parte del ejército, acostumbrados estos a ser los únicos protagonistas de la historia en la nueva España que se avecinaba. Pero esta vez el pueblo español no iba a permitir nuevamente otra dictadura y menos como la anterior. Aunque los acólitos de Franco lo intentaron más de una vez, fue famoso el golpe de Estado protagonizado por Tejero el 23 de febrero del año 1981.
Durante toda la dictadura, una parte de la población de Arucas sufrió el desprecio y el olvido por parte de los vencedores. Aquellos matones sacrificaron la vida de decenas de ciudadanos de este municipio solo porque estos no renunciaron a mantenerse firmes con sus principios ideológicos y defender los principios de la II República. Esta circunstancia fue lo suficiente para que aquellos cobardes afines al dictador Franco acabaran con la vida de decenas de vecinos de este término que, después de torturarlos, fueron arrojados a varios pozos.
Hasta la fecha del inventario de pozos utilizados por aquellos cobardes, solo en dos de ellos se han sacado decenas de cadáveres de aquellos vecinos que fueron sacrificados. El primero lo fue en el pozo del Llano de las Brujas. Ahora, los trabajos se están realizando en el pozo llamado de Tenoya, donde hasta el momento se han encontrado parte de varios cadáveres. Estos son hechos irrefutables para la historia que sucedió en una noche negra y trágica para una gran cantidad de vecinos de este municipio. Esta fue el 19 de marzo del año 1937, fecha muy señalada por celebrase el Día del Padre. De eso hace ya 80 años, pero familiares de estos vecinos vilmente asesinados aún siguen intentando encontrar los restos de sus seres queridos para darle cristiana sepultura.
“Ignorar para preguntar y preguntar para saber, eso es aprender”
Rafael Morales Ponce
Nuevo artículo de Rafael Morales en su columna 'Tercera República'
Hace unos días, concretamente el 14 de abril, se cumplieron 86 años de la proclamación de la II República Española. Esta fecha está ligada, desgraciadamente y entrañablemente, al municipio de Arucas por una serie de acontecimientos históricos que deben ser recordados para que las nuevas generaciones de aruquenses conozcan unos desagradables hechos que fueron, conscientemente, ignorados durante más de 40 años por los adictos de la dictadura de Franco. Y así evitaron que se conociera durante todo ese tiempo una larga y macabra etapa histórica de lo que sucedió en esta localidad.
Arucas, al igual que el resto de este país llamado España, sufrió los cambios propios de la llegada de un nuevo régimen de libertades después de haber pasado varios siglos bajo el yugo de la corona española y de varias dictaduras, siendo la de Primo de Rivera la antepenúltima a la más sangrienta que hemos conocidos y padecido todos los españoles: la dictadura de Francisco Franco, aplaudida por los sediciosos y apoyada por la iglesia católica.
La proclamación de la II República, el 14 de abril del año 1931, fue para la inmensa mayoría de los ciudadanos de Arucas la llegada de nuevas libertades. Aunque esta parte de la historia de España duró muy poco tiempo, se vivieron muchos momentos inolvidables en Arucas cuyo desarrollo estaba anclado en varios siglos atrás. El poder económico, social, cultural, etc, estaba en manos de un grupo reducido de familias. Estas controlaban no solo la vida de la inmensa mayoría de los aruquenses, también la economía y la voluntad de este pueblo sometido al capricho de una minoría autoritaria y déspota.
En este municipio y principalmente por parte de alguna clase política de aquella época, fueron beligerantes con aquellos sediciosos militares y civiles que ocuparon el poder por medio de un golpe de Estado. Estaba al frente del Consistorio el último alcalde democrático elegido por el Frente Popular, Juan Doreste Casanova. Aunque este no era natural del municipio, fue un gran defensor del desarrollo social y de las libertades de todos los vecinos de Arucas.
A este brote muy corto de libertades civiles le siguió durante 36 años una dictadura muy férrea pilotada por Franco y sus acólitos acompañantes. Estos le sostenían en lo político, económico y religioso. Contaba además con el apoyo de una parte del ejercito del norte de África, que se había sublevados contra el orden constitucional y democrático de la II República.
Solo a la muerte del dictador el 20 de noviembre del año 1975, es cuando comienza en este país un movimiento político imparable. Llega de nuevo la democracia a este país. Fue ardua y complicada mantenerla, no solo por las varias sonadas golpistas de una parte del ejército, acostumbrados estos a ser los únicos protagonistas de la historia en la nueva España que se avecinaba. Pero esta vez el pueblo español no iba a permitir nuevamente otra dictadura y menos como la anterior. Aunque los acólitos de Franco lo intentaron más de una vez, fue famoso el golpe de Estado protagonizado por Tejero el 23 de febrero del año 1981.
Durante toda la dictadura, una parte de la población de Arucas sufrió el desprecio y el olvido por parte de los vencedores. Aquellos matones sacrificaron la vida de decenas de ciudadanos de este municipio solo porque estos no renunciaron a mantenerse firmes con sus principios ideológicos y defender los principios de la II República. Esta circunstancia fue lo suficiente para que aquellos cobardes afines al dictador Franco acabaran con la vida de decenas de vecinos de este término que, después de torturarlos, fueron arrojados a varios pozos.
Hasta la fecha del inventario de pozos utilizados por aquellos cobardes, solo en dos de ellos se han sacado decenas de cadáveres de aquellos vecinos que fueron sacrificados. El primero lo fue en el pozo del Llano de las Brujas. Ahora, los trabajos se están realizando en el pozo llamado de Tenoya, donde hasta el momento se han encontrado parte de varios cadáveres. Estos son hechos irrefutables para la historia que sucedió en una noche negra y trágica para una gran cantidad de vecinos de este municipio. Esta fue el 19 de marzo del año 1937, fecha muy señalada por celebrase el Día del Padre. De eso hace ya 80 años, pero familiares de estos vecinos vilmente asesinados aún siguen intentando encontrar los restos de sus seres queridos para darle cristiana sepultura.
“Ignorar para preguntar y preguntar para saber, eso es aprender”
Rafael Morales Ponce
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